Los carros del súper usualmente lucen sencillos. ¡Pero esconden muchos secretos! Con frecuencia, tiemblan cuando se mueven y, a veces, incluso hacen fuertes ruidos de tintineo. Pero eso no se debe a que sean viejos o de mala calidad. Se trata de un truco psicológico. Cuanto más rápido se camina, más ruido hace el carro. Intentando producir el menor ruido posible, empiezas a caminar más despacio. Y, claro, no puedes dejar de prestar atención a todas esas cosas deliciosas que hay en las estanterías. Y si algunas de ellas acaban en tu carrito, bueno, no puedes culparte, ¿verdad? Otro truco que usan los supermercados para que compres más es el tamaño de los carros. Suelen ser extragrandes. Debido a eso, subconscientemente tomarás más productos para llenar todo ese espacio.
A veces, los anuncios publicitarios son tan eficaces que las personas que los ven empiezan a desear cosas de las que nunca antes habían oído hablar. Y más tarde, se dan cuenta de que esas cosas, que les parecían “extremadamente necesarias en la vida”, no tienen ninguna característica destacable. Por eso mucha gente acaba teniendo en casa un montón de objetos que no hacen más que acumular polvo.
Las redes sociales se han vuelto el lugar al que muchas veces recurrimos para buscar formas novedosas de hacer las actividades diarias o encontrarles nuevas utilidades a objetos cotidianos. Algunas de las ideas que recoge ese gran universo virtual parecen tan sencillas y efectivas que es casi imposible no caer en la tentación de probarlas. Por eso, hemos decidido remangarnos la camisa y poner a prueba varios consejos que prometen darle la vuelta al modo en que limpiamos y organizamos nuestra casa.
El internet está lleno de tips que lucen tan sencillos que parecen trucos de magia. Tanto así que hacen dudar de su veracidad. A raíz de esto, como cazadores de mitos, nos dimos la tarea de probar algunos de estos trucos de cocina milagrosos para que no tengas que hacerlo, y aquí te contamos qué hacks son un tesoro y cuáles son una decepción.
Dicen que la risa aumenta la esperanza de vida. No sabemos si realmente funciona, pero si se tratara de un elixir de la juventud, nuestros hijos probablemente se convertirían en nuestra fuente de vida eterna. Es un hecho, las pequeñas “joyas” de momentos graciosos que nos regalan no son solamente cómicas en el instante, sino que nos siguen divirtiendo durante muchos años más.
Hay cosas sencillas que realizamos de manera automática todos los días y no nos detenemos a pensar si realmente las estamos haciendo bien. Incluso nuestra forma de servir el jugo puede no ser del todo correcta. Muchos ignoramos, por ejemplo, que puede existir una manera más sencilla que la nuestra de cortar el pan o de limpiar el baño.
Cada año se desperdicia una gran cantidad de alimentos, siendo los hogares los que más se la pasan tirando sobras a la basura. Esto supone una gran pérdida, ya que contribuye a un mayor gasto y, en ocasiones, perjudica el ambiente. Sin embargo, muchos de estos restos todavía pueden ser aprovechados para otros propósitos, ya sea para preparar comidas, crear productos de limpieza naturales o encontrarles otros usos más allá de la cocina.
Cuando somos niños, sonreímos unas 400 veces al día. Esta cifra se reduce a 40 veces cuando nos convertimos en adultos. Un estudio reveló que las mujeres que salen más sonrientes en la foto del anuario experimentaron menos contratiempos y tuvieron una vida más feliz en los siguientes 30 años. Del mismo modo, los jugadores de béisbol con una sonrisa más amplia vivieron un promedio de 7 años más que los que no sonreían tanto.
Al parecer, hoy sabemos todo (e incluso demasiado) sobre la manicura. Las mujeres modernas y hasta los hombres cuidan mucho de sus manos, asisten regularmente a los salones de belleza y no dudan en experimentar con el color, diseño y largo de sus uñas.
En general, puede parecer que las reglas de etiqueta se aplican solo a los platillos principales. Y cuando llega la hora del postre, uno se puede relajar y disfrutar tranquilamente de la comida sin preocupaciones. En casa, es mejor no complicarse y comer éclairs y frutas con las manos, así como usar una cuchara para pasteles y helados. Pero estando en un evento oficial, es mejor examinar cuidadosamente los cubiertos propuestos y elegir los correctos.
Cuando nos sentamos a comer con más personas, ponemos en práctica todos los modales que hemos aprendido desde pequeños: no masticar con la boca abierta, no subir los codos a la mesa, no hacer ruidos al comer, no usar las manos y mucho más...Sin embargo, existen ciertos alimentos con los que no es muy sencillo seguir el protocolo, y por temor a parecer poco educados acabamos comiendo de manera incorrecta.
Que se te caiga el cordón de la bolsa de té en la taza, que se te rompa la cremallera cuando más lo necesitas o ver a tu amiga comerse un helado con un cuchillo son pequeñas cosas que realmente pueden fastidiarte. Si a esto les añadimos nuestros calcetines dispares, que parecen multiplicarse de la noche a la mañana sin importar cuán bien los cuidemos o los controlemos, tenemos una receta que realmente puede estropear el día de cualquier perfeccionista.
No solo te puedes sentir como un arqueólogo en las excavaciones, sino también, por ejemplo, en la cocina de tu abuela, en la sala de estar de tus papás o en una tienda de segunda mano. A veces, en esos lugares puedes encontrar objetos antiguos cuyo propósito no conocemos.
El primer restaurante abrió en 1765 en París y solo servía sopa. Hoy en día podemos elegir entre cientos de establecimientos y pedir lo que nuestro corazón desee. Pero para muchos, la visita a un café se ve empañada por pensamientos ansiosos. ¿Por qué es tan caro? ¿Y si alguien ya ha comido esto? ¿Dejo propina o no?
Quizá no has empezado a leer, pero, con solo imaginar un tenedor rayando el fondo de un plato o el arrase de las uñas sobre una pizarra, ya tienes los vellos del brazo erizados o sientes algo raro en los dientes. A esta reacción se le conoce como dentera o tiricia. ¿Habías escuchado hablar de ella antes?
No apoyes los codos en la mesa, no mastiques con la boca abierta, no hables con la boca llena. Estas son algunas normas en la mesa que seguramente te hayan enseñado en tu niñez. ¿Pero te has preguntado alguna vez de dónde vienen estas costumbres que se consideran “los buenos modales en la mesa”?
Una porción de mantequilla cuya tapa sirve como un cuchillo, una taza de café que evita que las gotas se derramen por toda la encimera y un cartón de un solo huevo. Estos brillantes inventos prueban una vez más que son las pequeñas cosas que hacen toda una diferencia, especialmente cuando se trata de diseño.
¿Alguna vez has visto un tiburón ballena en comparación con un hombre? ¿Sabes cómo se verá la hoja del cuchillo después de 20 años de uso constante? Los usuarios de Internet han proporcionado fotos que responderán estas y otras preguntas mejor que las enciclopedias.
Con todo tipo de productos y servicios disponibles en el mercado en estos días, no tener cosas como una brocha de maquillaje cuando queremos ir de viaje puede hacernos sentir como si estuviéramos perdidos. Los trucos no solo nos dan grandes alternativas, sino que también hacen nuestra vida más fácil.
Solo las personas que son zurdas saben lo difícil que resulta utilizar algunos objetos cotidianos diseñados para diestros. En el pasado, a ellos no les quedaba más remedio que acostumbrarse a eso, a pesar de sufrir ciertas molestias. Pero ahora, gracias a las innovaciones y a las nuevas tecnologías, existen varios artefactos enfocados a este porcentaje de la población.
Los principios fundamentales de la etiqueta sobre la mesa son conocidos por todos, pero hay una serie de reglas no evidentes que deben tratarse con gran atención. Por ejemplo, la afirmación de que las piezas de ave se pueden comer con las manos solo es parcialmente cierta: depende mucho de las circunstancias. Veamos cuándo realmente no son necesarios el cuchillo y el tenedor, y en qué situaciones la etiqueta exige que usemos los cubiertos.
Hoy en día, muchas personas consideran las reglas de etiqueta como algo obsoleto e innecesario. Pero la esencia del comportamiento correcto no es la observancia detallista de cientos de pequeñas reglas y formalidades, sino, sobre todo, una actitud respetuosa y benevolente hacia otra persona, sea quien sea. Como dijo el escritor y moralista francés Jean de La Bruyère, "la esencia de la cortesía es la intención de hablar y actuar de tal forma que nuestros acompañantes estén contentos con nosotros y con ellos mismos".
Nuestras abuelas y madres juntaban consejos útiles de cocina durante años para pasarlos a la siguiente generación. Sin embargo, en la era de Internet, hay cada vez más lifehacks disponibles, y es cada vez más difícil orientarse en tanta diversidad de trucos y consejos. Pero ¿son los mitos de la cocina realmente tan buenos y efectivos?
¿Tú también, antes de picar el ajo, le quitas la cáscara? ¿Y controlas cuidadosamente la preparación automática de un platillo en la olla programable? Casi todos cometemos los mismos errores cuando nos adentramos en el mundo de la cocina. Y no pasaría nada si no fuera porque, debido a esto, no solo se estropea el sabor de nuestras grandes recetas, sino que también, en general, nos complicamos la vida.
Todos están acostumbrados al hecho de que las cuentas de Instagram que más cantidad de "Me gusta" y suscriptores juntan son las que publican fotos de gatitos, comida o vida de lujo. Pero, como sabrás, no hay límite para la imaginación humana, y por eso hay perfiles en los que se publican videos y fotos poco comunes y hasta un tanto raros. Por ejemplo, sobre cortar jabón, sobre unos gatos ricos, un esqueleto y un fantasma que viven una vida humana normal, o sobre el "Rey del Movimiento Selfie".
La Organización Mundial de la Salud incitó a aumentar la cantidad de raciones de pescado, ya que este reduce el riesgo de desarrollar cáncer. Pero ¿cómo elegir un producto saludable y de calidad?
No hace mucho, millones de habitantes y turistas en Hawái recibieron un SMS, alertándolos de un ataque con misiles. El mensaje fue enviado por error, pero mostró que las personas no saben cómo reaccionar ante este tipo de situaciones y fácilmente entraron en pánico. Tómate un minuto y recuerda unas cuantas reglas que te salvarán la vida y pondrán a salvo a tus seres cercanos en situaciones parecidas.
En su libro "El jardín de infantes es demasiado tarde", el ya famoso entre las madres, Masaru Ibuka dice que antes de los 3 años el niño aprende cosas que a otra edad le llevarían mucho tiempo y energía. Caminar, patinar, nadar: tu hijo puede aprender todo esto al mismo tiempo, si lo ayudas en vez de protegerlo. Genial.guru te presenta los 10 miedos parentales irracionales que impiden que tus hijos se conviertan en genios.