Genética

Cuando vemos lo radiante y guapa que está Demi Moore al llegar a los sesenta años, nos acordamos de que no hay que temerle a la edad. La actriz atribuye su belleza a su viaje de bienestar, el cual comenzó a los cuarenta y nueve años. Explicó que, a medida que fue madurando, fue dándose cuenta de que no se puede confiar siempre en la genética, y que la belleza en realidad está relacionada con el bienestar interior más que con la juventud.Como resultado, Moore empezó a hacer un esfuerzo consciente en sus decisiones. Y dado que parece que esto le está funcionando a las mil maravillas, no podemos esperar a compartir más sobre este asunto contigo.

Todos somos únicos, pero a veces la genética lo lleva más lejos de lo habitual. Con una dosis extra de particularidad, algunas personas e incluso animales obtienen rasgos raros que los hacen brillar aún más. Ya sea que se trate de una marca de nacimiento divertida o de ojos de diferentes colores, siempre es importante enfatizar que no hay nada vergonzoso en ser diferente.

La genética suele ser un tanto caprichosa. En ocasiones nuestros hijos heredan casi por completo los rasgos físicos de uno de sus padres, de los abuelos o incluso de algún antepasado más lejano. Tal es el caso de los hijos de algunos famosos. Los rostros de sus padres nos resultan completamente familiares; sin embargo, si nos cruzamos con sus hijos por la calle, lo más probable es que no nos demos cuenta de quiénes son descendientes.

Tal vez conocemos ciertas indicaciones del afeitado gracias a nuestra amiga, madre, abuela o hasta por Internet. Sin embargo, la realidad es que, así como no todo lo que brilla es oro, no todo lo que oímos sobre este procedimiento es cierto. Muchas contamos con una rutina de afeitado definida, pero quizá este sea el momento justo para cambiar algunas cosas.

A medida que vamos creciendo, la apariencia de nuestro rostro se va adaptando a la edad que tenemos. Seamos sinceros, hay quienes se cuidan para parecer más jóvenes, de manera que los demás les calculen menos años de los que han vivido. Sin embargo, hay otras personas que no necesitan de cremas milagrosas ni filtros de Instagram, pues su genética les permitió conservar una cara infantil sin importar cuántas décadas pasen.

Normalmente pensamos que nuestra apariencia se debe solamente al buen trabajo de la genética y, aunque no podamos negar que tiene mucho que ver, lo cierto es que no nacemos como “un producto terminado”, sino que, a medida que vamos creciendo, muchos de nuestros hábitos y costumbres pueden repercutir en nuestro físico si no tenemos cuidado de mantener una vida saludable.

En cualquier situación y sin importar el momento de nuestras vidas, puede que nos haya tocado recibir un consejo no solicitado. Sin embargo, cuando se trata de crianza, las recomendaciones indeseadas abundan. Si bien en ocasiones son bien intencionadas y terminan por acertar, hay otras instancias desafortunadas en las que el consejo es desatinado, simplemente grosero o hasta peligroso.

En el mundo de la belleza existen cientos de mitos y creencias que la mayoría de las veces seguimos sin cuestionar demasiado, solo porque los hemos oído incontables veces. Pero la realidad es que, en muchas ocasiones, no son verdaderos en absoluto, y en algunos casos, no solo están equivocados, sino que producen exactamente aquello que queríamos evitar.

Nuestra personalidad se va formando por muchos factores a lo largo de la vida, incluso comenzando en el vientre materno. Tanto genética como experiencias vividas cuentan a la hora de desarrollar nuestra forma de ser, y esta finalmente se ve reflejada en el modo en que nos comportamos día a día y, a su vez, en cómo nos perciben las personas con las que nos relacionamos.

Cuando volteamos a ver a nuestros hermanos, seguramente notamos que tenemos algunas características comunes, puede ser la nariz, los ojos, la forma del rostro, o incluso varias de estas. Esto se debe a la transmisión de genes de padres a hijos, que determinan, entre otras cosas, cómo lucimos físicamente.

Si bien todas las personas tenemos cabello, existen diferencias en cuanto al color natural, textura, abundancia y más. Algunos usan sus mechones para hacer una declaración de su personalidad, otros siguen un estilo de acuerdo con su estado de ánimo, e incluso cambian de tinte semana tras semana. La mayoría lava y peina su pelo diariamente, pero no siempre nos detenemos a pensar sobre las curiosidades que hay detrás.

Ya sea por esas mezclas tan peculiares entre etnias, los saltos de parecidos entre generaciones o esas similitudes tan grandes que pareciera que dos familiares son la misma persona, la genética es maravillosa. Y lo más curioso de todo es que nunca se sabe qué tocará ni podemos predisponerlo, ya que está en manos del destino. Hoy te traemos una colección de fotos de usuarios cuya herencia genética es tal que lucen casi idénticos a otros miembros de sus familias.

Hay personas a las que resulta fácil reconocer por mucho que pasen los años y hayan crecido. Y, por el contrario, hay otras con las que nos topamos después de un tiempo y nos cuesta descubrir quiénes son. Los famosos también experimentan grandes cambios con el transcurrir de los años, ya sea por la edad, la genética y, en ciertos casos, intervenciones quirúrgicas.

El cansancio, el ajetreo, el estrés e incluso la propia genética pueden ser algunos de los causantes de nuestros mayores despistes. No es extraño que nos suceda lo siguiente: estamos superconcentrados en lo que estamos haciendo, hemos anticipado al milímetro los posibles pormenores; sin embargo, una pequeña falla producto de una “ligera” distracción termina por llevar todo hacia un total y completo desastre.

Muchos de nosotros estamos dispuestos a gastar nuestro último dinero en masajes, tratamientos milagrosos y depilación solo para vernos más frescos y arreglados. Pero en realidad, no todos los procedimientos son tan inofensivos y eficaces como pueden parecer a primera vista. Precisamente por esta razón, su popularidad va bajando con el paso del tiempo. Sin embargo, algunas personas aún siguen recurriendo a ellos.

Lamentablemente no existe la fuente de la juventud ni nada que nos garantice una vida más larga. Sin embargo, algunas personas han logrado casi desafiar al tiempo, y no ha sido gracias a medidas extraordinarias. En realidad, es una combinación de un estilo de vida saludable, activo y feliz, y un poco de ayuda de la genética.

Todas las noches, los vagones del metro se llenan de japoneses que tienen prisa por regresar a sus casas. Pero en un tren lleno no sentirás el olor a sudor, sino a suavizante de tela. Los residentes de la Tierra del Sol Naciente son sensibles a los aromas. Para ellos, es inaceptable oler mal, dado que de eso depende su vida privada. Más del 90 % de las japonesas que participaron en una encuesta admitieron que, a la hora de elegir pareja, no prestan atención en absoluto a la apariencia del hombre, sino al olor de su cuerpo.

A pesar de lo que mucha gente piensa, los tacones altos no son los únicos responsables de la aparición de juanetes. La genética y la herencia también tienen la culpa. Obviamente, usar tacones muy a menudo puede empeorar el problema, pero existen soluciones que pueden ayudarte a disminuir el dolor de forma natural. La cirugía siempre debe ser el último recurso después de haber probado todo lo demás.

Durante la vida, a pocas personas se les hace fácil evitar los fenómenos psicológicos llamados complejos. A veces surgen después de escuchar un comentario descuidado. En otros casos, se forman de manera espontánea debido a las tendencias que cambian constantemente, las redes sociales y la comparación con otras personas. De todas formas, esto lleva a que las mujeres poco a poco comiencen a considerar casi cada milímetro de su cuerpo como una imperfección.

Probablemente conozcas a un hombre pelirrojo o tengas un buen amigo que lo es, pero ¿has visto a alguien con cabello castaño y barba pelirroja? Pues aunque es un fenómeno poco común, cuando tenemos la oportunidad de conocer a alguien con estas características, nos resulta imposible no sentir curiosidad.

La genética no miente, y bien lo sabemos todos, que seguramente nos parecemos a algún familiar. Hay quienes no heredaron rasgos de sus padres, pero son copias de sus abuelos. Hay otros que parecen los clones de sus madres o padres. Lo cierto es que en ocasiones el parecido puede ser tan intenso que se escapa de lo normal.

Cuando vemos a una persona con círculos oscuros debajo de los ojos, nuestro pensamiento inicial probablemente es que le falta sueño. Pero los expertos médicos han descubierto que hay más de un puñado de factores que contribuyen a esas ojeras, además de la fatiga.

Si crees que eres el único cuyo pelo se ha vuelto gris a una edad temprana, te equivocas. El encanecimiento temprano es algo común y, aunque puede ser desagradable, también podría ser un signo de una afección subyacente.

Algunas personas nacen con un factor sorpresa, algo que las hace únicas. Así son los protagonistas de este artículo, cada uno de los cuales nos sorprende con su apariencia. Muchos de ellos pueden llamar la atención por su fuerte genética, cautivándonos con sus ojos pecosos, sus unicejas y sus marcas de nacimiento. Pero, por supuesto, todos tenemos algo especial que nos distingue de los demás.