21 Pruebas de que las mascotas son en nuestra vida los más genuinos ángeles de la guarda

Sabemos que los sentimientos no son exclusivos de los seres humanos, y que por ello, a veces, nuestra mascota puede llegar a experimentar sentir celos de otros animales o personas. Como dueños es importante tener conocimiento de cómo manejar la situación para que no se convierta en un problema de conducta y podamos convivir todos tranquilamente.
Por ello, en Genial.guru recopilamos algunas conductas que pueden ser indicio de celos en nuestros animales de compañía, y te compartimos consejos para atender sus necesidades físicas y emocionales para que puedan tener una relación sana.
Podemos englobar dos causas principales para describir la razón por la que las mascotas son celosas: la raza y la educación.
En general, los perros están acostumbrados a la presencia de otros seres, pero en ocasiones, es difícil para ellos comprender por qué deben compartirte. Los perros de raza pequeña tienden a ser territoriales y posesivos con sus dueños y objetos, y llegan a consideran a cualquier “intruso” como amenaza. Por el contrario, las razas de mayor tamaño suelen ser más sociables. Y en cuanto a la educación, si desde cachorros se acostumbran a la presencia de otros (perros, animales y humanos), no los verán como una amenaza directa; por ende, no sentirán celos.
En los gatos, los machos suelen ser más territoriales y agresivos que las hembras, por eso muchos dueños deciden castrarlos para eliminar esa conducta.
Y entonces, ¿cómo saber que nuestra mascota está sintiendo celos? A continuación algunas conductas que podrían indicarlo:
“A menudo, esto puede ser en forma de mordiscos o pellizcos al animal o la persona que está obteniendo más atención que ellos”, dice la Dra. Scarlett Magda, presidenta fundadora de Veterinarians International. También señala que se presenta a través de la conducta de una mascota que “inhibe a otra persona o animal para que no se mueva libremente de forma regular, o se abra camino en una situación, exigiendo la atención de su dueño”.
Entre los signos de agresión en los gatos están los silbidos, manotazos, gruñidos o incluso ataques no provocados.
“Nuestras mascotas no pueden expresar sus pensamientos y sentimientos con palabras, por lo que a veces expresan sus sentimientos con acciones”, dice el Dr. Geoffrey Broderick, veterinario de Huntington. “Si los ves orinando o defecando en lugares donde no deberían, pueden estar tratando de decirte algo”, comenta.
Los perros marcan territorio con orina cuando hay inestabilidad en sus relaciones o cuando se sienten ansiosos, ya que de esa forma se comunican.
Los gatos, por el contrario, marcan su territorio en varias formas: frotando la cara, orinando o defecando.
Según el Dr. Broderick, el comportamiento pegajoso de un perro o un gato puede verse cuando la mascota se acurruca muy cerca y, de repente, te lame la mano o la cara: “Es una muestra de afecto, y está tratando de llamar tu atención”.
“Esto puede ser especialmente un problema en un hogar con varias mascotas donde ellas compiten por la atención y los recursos”, señala el Dr. Broderick. Pero también puede darse con humanos, gruñéndoles o hasta mordiéndolos.
“Las mascotas pueden ladrar o gruñir agresivamente cuando se saluda a los dueños o cuando llegan visitantes”, dice la Dra. Magda.
Según el Dr. Broderick, esta es una señal segura de que tu mascota está tratando de llamar tu atención. Esto sucede porque le enseñamos que, cada vez que salta, se da la vuelta, se sienta o hace algo le damos un premio; hacer un truco será un buen método para conseguir lo que quiere.
“Los gatos, a veces, se acuestan en la mesa de trabajo o se sientan en el teclado de la computadora para llamar la atención, o incluso comienzan a tirar cosas de la mesa”, menciona el Dr. Broderick. “Un perro puede sentarse y suplicar para tratar de llamar la atención, o sentarse sobre sus patas traseras”, aguega.
En la mente del perro, una mala conducta es igual a hacer algo bien, ya que llama la atención de cualquier forma, y eso para él es una victoria.
Este tipo de conducta avasallante, cuando tu mascota se interpone entre tú y el otro ser con el que convives (sea otra mascota o una persona), es un signo claro de que el perro/gato está celoso. Está demandando tu atención.
Tanto si la intención es prevenir como buscar una solución, te ofrecemos unos consejos para conseguir que tu mascota pueda estar tranquila y cómoda.
El caso de la llegada de un bebé es similar en cuanto a las recomendaciones anteriores: dejarle que huela las pertenencias del bebé, presentar al integrante con cuidado y supervisión, no dejar a la mascota de lado, reforzar comportamiento positivo, etc.
En el caso de un adulto, hay que fomentar que el perro y la persona se lleven bien. Así, lograremos que nuestra mascota vea a la persona como una nueva amistad y no como una intrusión en su hogar.
¿Cómo te diste cuenta de que tu mascota estaba celosa? ¿Qué hiciste para ayudarla?