10+ Cosas que nos dejan claro por qué los arcoíris no pierden su magia y son simplemente irresistibles cuando aparecen

Curiosidades
hace 3 años

El arcoíris es un fenómeno meteorológico y visual que puedes observar solo si te ubicas en el lugar adecuado y se dan las condiciones atmosféricas apropiadas: estas pueden ser lluvia, niebla o rocío, y sol bajo o luna llena. Esto solo por poner algunos ejemplos, pues son diferentes condiciones las que se necesitan para que se produzca alguna de las variedades de arcoíris. La rareza y fugacidad que lo caracterizan hacen que pequeños y grandes se emocionen al verlo. ¿Recuerdas la última vez que estuviste frente a uno?

Genial.guru quiso saber más sobre el arcoíris y compartir contigo datos curiosos y algunas fotografías que muestran su belleza.

1. No tiene siete colores

¡Tiene más! Hoy se sabe gracias al experimento de Isaac Newton. Un día, en su habitación a oscuras, el físico hizo que un rayo de luz solar que se filtraba por el hueco de una de sus ventanas cubiertas pasara a través de un prisma de vidrio. Con él, se dio cuenta de que el rayo se descomponía en múltiples colores. El resultado de esta dispersión cromática fue la banda multicolor que hoy conocemos como espectro de color o arcoíris.

Y, entonces, ¿qué colores lo conforman? El ser humano puede distinguir siete fundamentales: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta. Sin embargo, en el espectro existen infinitas tonalidades de cada uno.

2. Siempre aparece con la misma secuencia de colores

La luz del sol se transmite en línea recta, pero cuando pasa de un medio a otro diferente —en este caso, del aire a las gotas de lluvia— su dirección cambia. A esto se le llama refracción y el desvío de su trayectoria depende del color. Por ejemplo: el ángulo de desviación de la luz roja es menor; el de la luz violeta, es máximo; y el del resto de los colores que componen la luz blanca es intermedio.

Debido a que el ángulo de cada color no varía al momento de refractarse, estos siempre aparecen en el mismo orden: rojo, naranja, amarillo, verde, cian, azul y violeta.

3. Ver uno al mediodía es complicado

Un arcoíris se forma cuando los rayos del sol atraviesan las gotas de agua de lluvia y luego se reflejan en ellas como espejo. Ambos fenómenos, de dispersión cromática y reflexión, son más notorios a un ángulo de 42 grados entre la dirección de incidencia de la luz sobre las gotas y la dirección de observación.

De este modo, el ángulo influye en los momentos del día en los que un arcoíris se puede ver mejor: a medio día resulta casi imposible, pues el sol está alto en el cielo y la luz reflejada no llega directamente a tus ojos. No obstante, por las mañanas­ o por las tardes, el arcoíris se ve mejor, ya que es cuando el sol está más cerca del horizonte y, entonces, la luz solar reflejada se dirige hacia ti.

Todo lo anterior significa que, para poder ver el fenómeno desde la superficie de la Tierra, debes estar entre el sol (dándole la espalda) y las gotas de agua (viendo hacia ellas).

4. En realidad, es circular

Tomando como referencia el ángulo de 42 grados en el que se encuentran las gotas suspendidas en el aire que reflejan la luz hacia el observador, se puede trazar un círculo completo. Pero, generalmente, la parte inferior de este es bloqueada por el horizonte: es decir, no hay gotas de agua más abajo del suelo que contribuyan con la otra mitad del círculo. Por esta razón, solo se ve la mitad de él.

Sin embargo, si observas la lluvia desde un avión o desde una montaña, es posible que notes el círculo completo, ya que desde las alturas, la visión no se limita.

5. Dos personas no pueden ver el mismo arcoíris a la vez

Cuando estás frente a un arcoíris, estás viendo la luz reflejada por las gotas de lluvia que se encuentran sobre el horizonte, pero este nunca es el mismo para otra persona. Esto se debe a la diferencia en las posiciones: dos personas no pueden estar en el mismo punto simultáneamente. Por tanto, cada una verá un arcoíris ligeramente diferentes.

6. Es imposible atravesar o llegar a uno

Hay que recordar que las gotas de agua que originan el arcoíris cumplen con un ángulo de 42 grados entre la dirección de incidencia de la luz y la de observación. Entonces, cuando uno se mueve hacia el arcoíris, gotas de agua diferentes a las anteriores cumplen con el ángulo anterior y continúan reflejando la luz hacia los observadores.

Con esto se puede decir que el arcoíris no se encuentra a una distancia específica del observador, sino que proviene de una ilusión óptica. Por lo tanto, cada vez que alguien intente acercarse a él, fracasará, pues este también se moverá.

7. Puede aparecer en la noche

Recibe el nombre de arcoíris lunar y se origina por la refracción de la luz lunar sobre una lluvia o neblina nocturna. Por lo tanto, suele ser más tenue y difícil de distinguir. Para observarlo claramente, puedes tomar una fotografía de larga exposición, ya que las cámaras sí son capaces de captar los diferentes colores del arcoíris blanco o arco lunar, como también se le conoce.

8. Existen arcoíris que no tienen colores

Se llaman arcoíris de niebla y, como el nombre lo indica, son el resultado de diminutas gotas que se encuentran en la neblina. Su falta de color se debe a que las gotas son tan pequeñas —más que las de la lluvia— que cambian la longitud de onda de la luz, lo cual hace que el espectro de color se desvanezca.

9. Algunos son rojos

Su proceso de formación es igual al de un arcoíris normal, con la diferencia de que un arcoíris monocromático, como se le conoce, necesita que el sol esté cerca del amanecer o el atardecer. El ángulo bajo el que se encuentra el sol provoca una distancia más larga para que su luz viaje a través de la atmósfera, lo cual hace que las longitudes de onda más cortas de luz —como el amarillo, verde y azul— se dispersen y dejen el rojo.

10. Hay arcoíris de fuego

Se diferencian de los comunes en que son más cortos y no son causados por la refracción de luz en gotas de agua, sino a través de los cristales de hielo que componen las nubes cirrus. El fenómeno, también conocido como arco circunhorizontal (esto es, horizontal a la superficie terrestre), es muy raro de ver debido a las condiciones tan específicas en las que ocurre.

11. También los hay dobles

Si observas un arcoíris detalladamente, verás que encima del arco hay otro, pero de menor intensidad. A este se le conoce como arcoíris secundario y se origina debido a que la luz dentro de las gotas sufre una segunda reflexión. Otra cosa curiosa que pasa es que el orden de los colores del espectro aparece invertido: el violeta se muestra al exterior del arco y, el rojo, al interior.

¿Has podido fotografiar un arcoíris? En donde vives, ¿existe alguna creencia alrededor de este fenómeno? Puedes compartir tu imagen o historia en los comentarios.

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