16 Pruebas de que los trenes tienen su propia atmósfera especial

Curiosidades
hace 2 años

El golpeteo de las ruedas, el paisaje que cambia rápidamente por la ventana y la sensación de estar en una aventura son atributos constantes de los viajes en tren. Tanto si eres el conductor, que se da cuenta de algo nuevo cada día en la ruta, como si eres el pasajero junto a un pintoresco vecino, el viaje siempre puede convertirse en una gran hazaña.

En Genial.guru encontramos imágenes de usuarios que muestran qué tipo de atmósfera puede reinar en un vagón de tren y, como bono adicional, encontramos una historia muy divertida de un pasajero.

1. Vista de una campiña francesa desde la ventana de un tren

2. “Siete de la mañana de un domingo. Trabajo como conductor de tren. Esto es realmente muy bonito”

3. Un tren en el cañón de Agawa, Ontario, y los colores del otoño

4. “Observando la puesta de sol en un camarote vacío, hice esta foto”

5. “¡Nuestra locomotora de vapor local volvió al servicio el pasado fin de semana!”

6. “Volviendo a mi compartimiento desde el vagón comedor, me encontré con tanta belleza”

7. “El tren de vuelta a casa se retrasó, pero todo el sufrimiento no fue en vano: aquí está el joven más fascinante que conocí”

8. Un conductor le da café a su compañero en la estación de tren más alta de Europa. Finse, Noruega

9. El monte Cervino, Suiza, desde la ventana de un tren

10. Una de las tarjetas de presentación del Parque Ruskeala es este tren de estilo vintage

11. “Estación de Kiev en Moscú. Foto tomada con mi teléfono”

12. El aire romántico de los trenes

13. Los italianos también viajan con estilo. El trayecto Turín-Milán

14. “El 1309 es el tren en el que más he viajado”

15. Cabina del Sr1 finlandés

16. “Después de varios fracasos, finalmente hice esta toma”

Bono: Historia de la cama marinera superior

  • Una vez volví a casa en tren y pasé la noche en la cama marinera superior de un compartimiento. Subí al vagón y encontré mi camarote. Debajo de mí, una señora de unos 70 años ocupaba la otra cama. La mujer era diminuta y tímida. La saludé, guardé mi bolsa en un estante y fui a encontrarme con unos amigos en el otro extremo del vagón. Volví hacia la medianoche, la señora todavía estaba despierta. Le deseé buenas noches y me fui a dormir. En ese entonces yo pesaba unos 85 kg y debía de medir 192 cm. Por la mañana me desperté y vi que la señora estaba despierta y tenía una actitud algo titubeante. Nuestro diálogo fue el siguiente:
    —Buenos días.
    —Buenas días, corazón. Pasé toda la noche despierta sujetando tu cama con mis manos, tenía miedo de que te cayeras encima de mí y me aplastaras. © any.skywalker / Pikabu

¿Alguna vez viajaste en tren? ¿Qué es lo que más te gusta de este tipo de transporte? Cuéntanos en los comentarios de abajo.

Imagen de portada any.skywalker / Pikabu

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