Carta sincera del escritor Umberto Eco a su nieto (será útil leerla a todos los que nacieron en la era de Internet)

hace 4 años

Hace unos años, el famoso escritor y filósofo italiano Umberto Eco escribió a su nieto estudiante una carta abierta en el periódico L’Espresso. En ella, hablaba sobre la pérdida de memoria de la generación más joven, que está acostumbrada a buscarlo todo en Internet. Hoy día, sus palabras resuenan aún más oportunas y relevantes.

Esta carta hizo reflexionar al equipo de Genial.guru, por lo que decidimos que sería útil que la lea todo aquel que no pueda imaginar su vida sin estar conectado a la red.

Mi querido nieto, no me gustaría que esta carta de Navidad sonase demasiado al estilo de De Amicis (nota de Genial.guru: Edmondo De Amicis, escritor y poeta italiano), y que predicara el amor por nuestros prójimos, patria, humanidad y cosas así. No le prestarías atención (ya eres adulto y yo, demasiado viejo), ya que el sistema de valores ha cambiado tanto que mis recomendaciones pueden quedar obsoletas.

Así que me gustaría detenerme en una sola recomendación, que podrías poner en práctica incluso ahora, mientras navegas con tu tableta. No cometeré el error de recomendarte no hacerlo, no tanto por el miedo a parecer un abuelo anticuado, sino porque yo mismo la utilizo.

En casos extremos, puedo aconsejarte no retener tu atención en los cientos de páginas web pornográficas que muestran juegos sexuales entre personas. No creas que las relaciones sexuales se reducen a estas acciones, más bien monótonas. Estas escenas están diseñadas para mantenerte en casa y para que no puedas ir a conocer a chicas reales. Supongo que eres heterosexual; de lo contrario, toma mis recomendaciones acorde a tu situación, pero mira a las chicas en el colegio o en el patio de recreo porque son mejores que los personajes de televisión y algún día te darán más alegría que las chicas en línea. Créeme, porque tengo más experiencia (si solo hubiera visto los juegos sexuales en una computadora, tu padre nunca hubiera nacido y tú tampoco).

Pero no quería hablar de esto contigo, sino de la enfermedad que afectó a tu generación y a la anterior, que ya están estudiando las universidades.

Estoy hablando de la pérdida de memoria. Es cierto que si quieres saber quién es Carlo Magno o dónde se encuentra Kuala Lumpur, puedes presionar algunas teclas e inmediatamente encontrar información en Internet. Lleva a cabo esto cuando lo necesites, pero, al obtener la información, trata de recordar su contenido para no buscarlo nuevamente cuando lo necesites con urgencia, por ejemplo, en la escuela. Comprender que una computadora puede responder a tu pregunta en cualquier momento desalienta tu deseo de memorizar información, esto es lo malo. Se puede hacer la siguiente comparación para este fenómeno: después de haber aprendido que de una calle a otra se puede llegar en autobús o en metro, lo cual es muy conveniente en el caso de tener prisa, la persona decide que ya no tiene necesidad de caminar.

Pero si dejas de caminar, te convertirás en una persona que se verá obligada a moverse en silla de ruedas. Sé que practicas deportes y sabes controlar tu cuerpo, pero volvamos a tu cerebro.

La memoria se asemeja a los músculos de tus piernas. Si dejas de ejercitarla, ella se volverá flácida y tú te convertirás en un idiota. Además, en la vejez, todos corremos el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y una de las maneras de evitar este problema es ejercitar constantemente nuestra memoria.

Aquí está mi receta: cada mañana, aprende de memoria un poema corto, al igual que nos obligaban a hacer en la infancia. Puedes organizar una competición entre amigos para ver quién tiene la mejor memoria. Si no te gusta la poesía, puedes memorizar la alineación de los equipos de fútbol, ​​pero debes recordar a los jugadores, no solo de la Roma, sino también a los jugadores de otros clubes, así como sus equipos anteriores (imagínate, recuerdo los nombres de los jugadores del Torino que estaban a bordo del avión que sufrió un accidente en la colina de Superga: Bacigalupo, Ballarin, Maroso, etcétera). Compite con tus amigos sobre quién recuerda mejor el contenido de los libros leídos: ¿tus amigos recuerdan los nombres de los sirvientes de los tres Mosqueteros y D’Artagnan (Grimaud, Bazin, Mousqueton e Planchet)...? Y si no quieren leer “Los tres mosqueteros” (aunque no sabes lo que te estás perdiendo en este caso), entonces inventa un juego similar con cualquier libro que hayas leído.

Parece un juego. Y lo es. Pero verás cómo tu cabeza se llena de personajes, historias y todo tipo de recuerdos. Preguntarás por qué la computadora antes se llamaba “cerebro electrónico”. Esto era así porque fue concebida según el modelo de tu (nuestro) cerebro, pero el cerebro humano tiene más conexiones que la computadora.

El cerebro es una computadora que siempre va contigo, sus capacidades se expanden como resultado de los ejercicios. Mientras que tu computadora de escritorio pierde su velocidad después de un uso prolongado y, tras unos pocos años, hace falta reemplazarla, tu cerebro puede servirte hasta 90 años, y a los 90, si lo ejercitas, recordarás más de lo que recuerdas ahora. Además, es gratis.

Después está la memoria histórica, que no está relacionada con los hechos de tu vida o con lo que has leído. Ella guarda los acontecimientos que sucedieron antes de tu nacimiento.

Hoy, si vas al cine, tienes que llegar para el comienzo de la película. Cuando esta comienza, parece que te guían todo el tiempo de la mano, explicándote lo que está sucediendo. En mi tiempo, se podía entrar en el cine en cualquier momento, incluso en medio de una película. Muchos acontecimientos ocurrían antes de tu llegada y tenías que pensar qué fue lo que sucedió antes. Cuando la película comenzaba de nuevo, podías ver si tu reconstrucción era la correcta. Si te gustó la película, podías quedarte y volver a verla. La vida es como ver una película en mis tiempos. Llegamos a la vida cuando ya han sucedido muchos acontecimientos durante cientos de miles de años y es importante entender qué es lo que ocurrió antes de nuestro nacimiento. Esto sirve para comprender mejor por qué hoy ocurren tantas cosas nuevas.

Hoy, la escuela (además de tu propio círculo de lectura) debería enseñarte a memorizar aquello que sucedió antes de que nacieras, pero eso no se le da bien. Las encuestas revelan que la juventud en la actualidad, incluso la que va a la universidad, nacida en el año 1990, no sabe, y tal vez no quiera saber, qué sucedió en 1980, sin mencionar siquiera lo que ocurrió hace 50 años. Las estadísticas muestran que, cuando a los jóvenes se les pregunta quién era Aldo Moro, responden que dirigió a las Brigadas Rojas, pero él fue asesinado por miembros de esta organización de la izquierda radical.

Las actividades de las Brigadas Rojas siguen siendo un secreto para muchos, pero estas estuvieron presentes en la escena política hace solo 30 años. Nací en 1932, 10 años después de que los fascistas llegaran al poder, pero sabía quién era el primer ministro durante la Marcha sobre Roma. Tal vez, en la escuela fascista me hablaron de él para explicar qué tan estúpido y malvado fue este ministro (“cobarde Facta”) reemplazado por los fascistas. Está bien, pero al menos lo sabía.

Pero dejemos la escuela a un lado. La juventud de hoy no conoce a las actrices del cine de hace 20 años, mientras que yo sabía quién era Francesca Bertini, que actuaba en las películas de cine mudo 20 años antes de mi nacimiento. Tal vez fue porque estaba mirando revistas viejas tiradas en el armario de nuestra casa. Te propongo que revises las revistas viejas porque ayuda a comprender lo que sucedió antes de tu nacimiento.

Pero, ¿por qué es tan importante saber de los acontecimientos del pasado lejano? Porque a menudo este tipo de conocimientos ayuda a comprender el curso de los de la actualidad y, en cualquier caso, al igual que el conocimiento de las alineaciones de los equipos de fútbol, ​​sirve para enriquecer a nuestra memoria.

Ten en cuenta que puedes entrenar tu memoria, no solo con la ayuda de libros y revistas, sino también con la ayuda de Internet. Sirve, no solo para chatear con amigos, sino también para estudiar la historia universal. ¿Quiénes son los hititas y los camisardos? ¿Cómo se llamaban las tres naves de Colón? ¿Cuándo se extinguieron los dinosaurios? ¿Tenía timón el arca de Noé? ¿Cuál era el nombre del antepasado del toro? ¿Hace cien años, había más tigres que ahora? ¿Qué sabes del Imperio de Malí? ¿Y quién habló sobre el Imperio del Mal? ¿Quién fue el segundo papa de la historia? ¿Cuándo apareció Mickey Mouse?

Podría seguir haciendo preguntas hasta el infinito y serían excelentes temas para investigar. Todo esto debe ser recordado. Llegará un día en que envejecerás, pero sentirás que has vivido mil vidas, como si participaras en la batalla de Waterloo, estuvieras presente en el asesinato de Julio César, visitaras el lugar donde Bertold Schwartz, mezclando diferentes sustancias en un mortero en su intento de obtener el oro, inventó accidentalmente la pólvora y voló por los aires (¡mejor para él!). Y tus otros amigos, que no buscan enriquecer su memoria, vivirán solo una vida, la suya propia, monótona y desprovista de grandes emociones.

Así que enriquece tu memoria y mañana aprende de memoria “La Vispa Teresa” (nota de Genial.guru: uno de los poemas infantiles más populares de Italia).

Y tú, ¿entrenas tu memoria o prefieres depositar toda tu confianza en Internet?

Comentarios

Recibir notificaciones

Me hubiese encantado recibir una carta así de un familiar

-
-
Responder

Lecturas relacionadas