Cómo viven y a qué se dedican ahora los descendientes de los Romanov, de Napoleón y de otros monarcas que no ascendieron al trono

hace 2 años

En el siglo XXI, ya no existen tantos países donde hay una monarquía. En la mayoría de los casos, los miembros de las dinastías reales modernas no están dotados de verdadero poder, sino que desempeñan funciones representativas y ceremoniales. Pero incluso en aquellos países europeos donde la monarquía fue abolida hace mucho tiempo, existen familias imperiales y de la realeza con pretendientes a un trono inexistente.

Genial.guru se interesó en cómo viven hoy en día los descendientes de quienes antes gobernaban el destino del mundo. Estamos hablando de los representantes de las familias reales más famosas, que hoy son herederos de tronos virtuales.

Los descendientes de los Romanov

A pesar del fusilamiento de Nicolás II y los miembros de su familia en 1918, así como de la muerte de la mayoría de los otros portadores del apellido, la familia real rusa tiene muchos descendientes. Y hasta discuten entre sí la emigración por la cuestión de la herencia hipotética del trono. Hay 2 asociaciones importantes de descendientes de la dinastía Romanov: la Casa Imperial Rusa y la Asociación de los Miembros de la Dinastía Romanov.

La Casa Imperial Rusa está encabezada por María Vladímirovna Románova, la bisnieta de Alejandro II. Nació y vive en España, se graduó de la Universidad de Oxford. Tiene un hijo, Jorge Mijáilovich Románov, del matrimonio con el Príncipe Francisco Guillermo de Prusia. Jorge Mijáilovich, de 38 años, es el heredero de la madre en la Casa Imperial Rusa. Los monárquicos lo llaman “el heredero soberano príncipe y el gran duque Jorge Mijáilovich”. Para ser justos, hay que señalar que algunos de los descendientes de los Romanov disputan los derechos dinásticos de Jorge Mijáilovich.

María Vladímirovna y Jorge Mijáilovich Románov.

La gran duquesa María Vladímirovna y su hijo participan en actividades de caridad y sociales en Rusia y en el territorio postsoviético. En 2009, el vocero de María Vladímirovna anunció el deseo de la Casa Imperial Rusa de los Romanov de regresar a Rusia, recibiendo el estatus de una institución específica.

Otra corriente que une a los descendientes de la dinastía real rusa se llama la Asociación de la Familia Románov. La encabeza Olga Andreyévna Románova, la bisnieta de Alejandro III. La organización no le hace ninguna reclamación dinástica y material al gobierno ruso. Además, sus participantes crearon una fundación de caridad que brinda asistencia a hospitales, orfanatos y hogares de ancianos en Rusia y en otros países de la ex Unión Soviética.

El heredero del trono inexistente de la Asociación de la Familia Románov podría haber sido el hermano de Olga Andreyévna, Andrés Andréevich Románov. Es el sobrino nieto del último emperador ruso, Nicolás II, y el descendiente vivo genealógicamente mayor de Alejandro III: su bisnieto. Actualmente, Andrés Andréevich tiene 96 años. Nació en Londres, durante la Segunda Guerra Mundial, sirvió en la Armada británica como un simple marinero. Después de la guerra, se estableció en los Estados Unidos y cambió muchas profesiones: fue agente inmobiliario, diseñador, carpintero y joyero. Después de retirarse, se dedicó al arte, comenzó a dibujar y se interesó por la fotografía artística.

Olga Andreyévna Romanóva y Andrés Andréevich Románov

Andrés Andréevich fue el primero de los Romanov en visitar Rusia después de la revolución. Esto sucedió en diciembre de 1942, cuando pasó varios días en Murmansk, siendo marinero. Desde la década de 1990, ha viajado a Rusia regularmente como parte de diferentes actividades relacionadas con la familia de los Romanov.

En todo el mundo hay muchos descendientes dispersos de la familia real rusa que no reclaman el trono virtual ni ningún estatus en las asociaciones de los miembros de la familia Romanov, pero que llevan con orgullo su apellido y hablan ruso. Entre ellos está la actriz y modelo italiana, Nicoletta Romanoff. Nicoletta es descendiente del emperador Nicolás I por parte de su madre. El abuelo de Nicolette, Nicolás Románovich Románov, es bisnieto de Nicolás I en la línea masculina. Al nacer, la niña recibió el apellido de su padre: Consolo. Pero más tarde, decidió tomar el apellido de su madre y más de una vez admitió en las entrevistas que se siente parte de Rusia y de su historia y que está orgullosa de sus raíces.

Nicoletta Romanoff, tataranieta de Nicolás I.

Descendientes de las dinastías monárquicas francesas

En Francia hay al menos 3 movimientos monárquicos cuyos descendientes reclaman el trono virtual: los legitimistas, los bonapartistas y los orleanistas.

Los legitimistas reconocen el derecho al trono inexistente de los descendientes del rey Luis XIV, la rama más antigua de los Borbones franceses. Su último representante en el trono, Carlos X, fue derrocado en 1830, durante la revolución. El reclamante al trono virtual de Francia de los legitimistas actualmente es Luis Alfonso de Borbón, a quien llaman Luis XX.

Luis Alfonso de Borbón.

Nacido en Madrid en 1974, Luis Alfonso es miembro de la familia real española, bisnieto del rey de España, Alfonso XIII. En 1989, después de la muerte de su padre, se convirtió en el líder de la casa de los Borbones. Está casado con la heredera de una noble familia venezolana. La pareja tiene cuatro hijos. Actualmente, Luis Alfonso, pretendiente al estatus de duque titular de Anjou, rey titular de Francia y rey ​​titular de Navarra, trabaja en el sector bancario. No interviene en la vida política de Francia.

Otra corriente monárquica de Francia son los bonapartistas, es decir, los partidarios del poder imperial que surgió bajo Napoleón Bonaparte. Desde 1926 hasta 1997, los bonapartistas consideraban emperador de Francia a Luis Napoleón Bonaparte (bisnieto del hermano menor de Napoleón I Bonaparte), lo llamaban Napoleón VI. Luis vivió en Francia desde 1950, después de que se derogara la ley sobre la expulsión del país de los miembros de las familias monárquicas. Murió en 1997 y, en su testamento, entregó la jefatura de la casa imperial a su nieto, Juan Cristóbal Napoleón, y no a su hijo, Carlos Napoleón Bonaparte.

Carlos Napoleón Bonaparte y Juan Cristóbal Napoleón.

Carlos Napoleón, de 68 años, quien participa activamente en la política, y su hijo de 32 años, Juan Cristóbal, disputan su derecho al trono inexistente. Afortunadamente, el asunto no llega a la hostilidad o litigios.

Los partidarios del tercer movimiento monárquico en Francia, los orleanistas, consideran herederos del trono a los descendientes del rey Luis Felipe I de Francia, quien fue derrocado durante la revolución de 1848. Desde enero de 2019, el líder de la casa de Orleans es Juan Carlos Pedro María de Orleans. Los orleanistas lo llaman Juan IV. Juan tiene 53 años, es hombre de negocios, está casado y tiene 5 hijos con su esposa.

Juan Carlos Pedro María de Orleans, conde de París.

Descendientes de la dinastía real italiana

Víctor Manuel de Saboya (centro) con su esposa e hijo.

La familia real italiana (Casa de Saboya) fue una de las familias con más años de gobierno en la historia. Los habitantes de Italia votaron a favor de abolir la monarquía después del final de la Segunda Guerra Mundial. Sucedió porque la familia real apoyaba al dictador fascista, Benito Mussolini. Todos los miembros de la Casa de Saboya fueron enviados a Suiza, y sus descendientes pudieron regresar a su país de origen recién en el año 2002.

Actualmente, el jefe de la Casa de Saboya es Víctor Manuel de Saboya, el hijo del último rey de Italia, Umberto II. Tiene 92 años y es el primer candidato al trono virtual de Italia, bajo el nombre de Víctor Manuel IV. Víctor Manuel es un empresario, está casado y tiene un hijo, Manuel Filiberto de Saboya.

Descendientes de la dinastía Habsburgo, que gobernó el Imperio austrohúngaro

Fernando Zvonimir de Habsburgo-Lorena.

La Casa de Habsburgo-Lorena es una dinastía imperial de Europa, sus miembros son descendientes de Francisco I y María Teresa. La dinastía ocupó el trono del Sacro Imperio Romano desde 1765 hasta 1806 y el trono de Austria (más tarde se convirtió en Austria-Hungría) desde 1780 hasta 1918. Como resultado de la revolución de 1918, los Habsburgo perdieron todos sus títulos y tierras. Después de la revolución, los miembros de la familia imperial tenían que reconocer la forma republicana de gobierno, renunciando oficial y públicamente al trono, diciendo que no se consideraban miembros de la dinastía de los Habsburgo. Nadie optó por la renuncia voluntaria, prefiriendo la emigración.

Recién en 1996, el Parlamento austriaco levantó la prohibición de la entrada al país de los herederos de la dinastía. Hasta ese momento, durante casi 80 años, los herederos de la dinastía de los Habsburgo no pisaron las tierras austriacas. En 2011, también se levantó la prohibición de la elección de los herederos de la dinastía para el puesto de jefe de estado. El actual jefe de la Casa de Habsburgo es Carlos de Habsburgo-Lorena, el nieto del último emperador austriaco, Carlos I. Tiene 58 años, vive en Salzburgo y participa en política. Mientras que su hijo (en la foto), el poseedor del título hereditario del Archiduque de Austria, el príncipe heredero de Hungría, Croacia y Bohemia, es un famoso piloto austriaco de carreras.

Pretendiente al trono de Portugal

Eduardo Pío, duque de Braganza.

Manuel II, el último rey de Portugal, fue derrocado en 1910. Murió en el exilio en 1932. Los descendientes de la Casa real de Braganza, que gobernaba Portugal, obtuvieron el derecho de regresar al país en la década de 1950. Eduardo Pío, duque de Braganza, nacido en mayo de 1945 en Suiza, es el actual jefe de la Casa real de Portugal.

Ahora tiene 74 años, lleva una activa vida política y social. En particular, dirige la Fundación Manuel II.

Constantino II, ex rey de Grecia

Constantino II con su esposa Anna-Maria.

Constantino II fue el último rey de Grecia de la dinastía de Glücksburg, y gobernó entre 1964 y 1974. Ahora tiene 78 años y es el último monarca ortodoxo que reinó. En 1967, Constantino II habló en contra de la junta de los “coroneles negros”, pero fue derrotado y se vio obligado a abandonar el país. En 1973, se celebró un referéndum, después de lo cual se abolió la monarquía en Grecia y se proclamó la república. El referéndum se repitió después de la caída de la junta, pero el resultado se mantuvo sin cambios: el pueblo prefirió la república.

La ley aprobada en 1994 privó a Constantino de la ciudadanía griega y de sus propiedades. El ex monarca no tiene pasaporte. Para tenerlo, según la ley, debe tener un apellido, pero Constantino no lo tiene, nunca hubo un apellido en su dinastía. Viaja a Grecia con un pasaporte diplomático danés, en ese documento su nombre suena como Constantino de Grecia. Constantino II es bisnieto de la gran duquesa Olga Konstantínovna Románova y del gran duque Constantino Nikoláyevich Románov, lo que les permite a algunos monárquicos rusos hablar de él como del candidato al trono virtual del Imperio ruso.

Descendientes de los reyes alemanes y prusianos

En Alemania, hay cerca de 80 mil descendientes de familias nobles, cuyos miembros fueron príncipes electorales, reyes y duques. Hoy, sus títulos se han convertido en parte de su apellido y no les garantizan ningún privilegio. La monarquía dejó de existir en Alemania en 1918. Entonces, como resultado de la Revolución de noviembre, el último príncipe electoral del Imperio alemán y rey de Prusia, Guillermo II, abandonó ambos tronos y emigró del país.

Si hoy alguien tuviera la idea de restaurar en Alemania la monarquía, el título del príncipe imperial sería reclamado por los representantes de 2 familias nobles: la prusiana y la bávara. El candidato prusiano al trono virtual alemán es el empresario Jorge Federico de Prusia, de la Casa dinástica de los Hohenzollern, de 42 años. Es bisnieto de Guillermo II, el último emperador del Imperio alemán. Su boda con la princesa Sophia von Isenburg en 2011 se comparó en su alcance con la boda del príncipe británico William y Kate Middleton y se transmitió en vivo en los medios de comunicación alemanes.

Príncipe Jorge Federico de Prusia con su esposa, la princesa Sofía Isenburg.

El duque Francisco de Baviera, jefe de la Casa de Wittelsbach, es el segundo candidato para el papel del monarca alemán. Antes de 1918, sus antepasados eran reyes bávaros. Cuando era pequeño, junto a su familia terminó en un campo de concentración porque su padre, el duque Alberto de Baviera, criticó la ideología nazi. El duque de Baviera vive en el palacio de su familia, Nymphenburg, ubicado en Múnich, donde nació. Dedicó toda su vida al arte: participó en el desarrollo de museos y prestigiosas universidades en Múnich.

Francisco de Baviera, junto a él, la reina de Suecia, Silvia.

Además de los reinos prusiano y bávaro, hasta la creación de la República de Weimar, hubo otros dos reinos: el sajón y el de Württemberg. Entre los descendientes de los gobernantes de estos reinos también hay pretendientes a tronos inexistentes.

La antigua aristocracia alemana sigue siendo una casta cerrada. Prácticamente todas las decenas de miles de descendientes de las familias nobles de Alemania son parientes en un grado u otro, muchos de ellos se casaron con familias nobles de otros países.

¿Crees que los descendientes de los monarcas deberían tener alguna clase de privilegios?

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