10 Cómics que ilustran los “consejos de crianza” más inútiles que escuchamos

Mujer
hace 1 año

Cuando nace un bebé, nacen también unos padres. Así descubrimos que nunca nos habíamos sentido tan asustados y confundidos. De pronto, escuchamos los consejos de toda la familia alrededor: que si la leche, que si el baño, que si los dientes, etc. Pero con el paso del tiempo nos damos cuenta de que esas recomendaciones no sirven de mucho. Sabemos que hay más de una mamá primeriza por ahí, por lo que le pedimos a una madre que nos contara cuáles han sido los consejos que más ha escuchado y que menos la han ayudado en su crianza.

1. “Déjalo llorar para que aprenda”

Parece que uno de los comentarios más usados por las tías o abuelas cuando un bebé llora es que simplemente lo dejemos llorar para que sus pulmones se hagan “más fuertes”. Esto, además de ser totalmente falso, solo me generaba más angustia, y no podía comprender cómo era que alguien podía escuchar el llanto de un bebé y no hacer nada. Así que, si tu pequeño llora, tómalo, abrázalo, mímalo. Es tuyo, tú decides.

2. “No lo cargues tanto, que se acostumbra”

Este es casi un consejo derivado del primero. Una vez, mi suegro me vio cargando a mi bebé por mucho tiempo. Estábamos en una comida familiar y era evidente que mi pequeño aún no se sentía en confianza con todos los adultos rodeándolo. Así que el comentario no tardó en llegar: “Déjalo en la carriola, se va a acostumbrar a tus brazos”. Sonreí y fingí que no había escuchado bien. Cargué mucho a mi hijo durante su primera infancia, con porteo seguro, y no me arrepiento de ello. No son bebés para siempre.

3. “Dale papillas y solamente papillas”

Las papillas fueron el hit de las abuelas del siglo pasado y funcionaron de maravilla conmigo y mis quince primos, pero no con mi hijo. La textura y el color amarillento-verdoso de la comida le provocaban arcadas cada vez que intentaba acercarle la cuchara siquiera. Así que intentamos mejor con trozos de comida, lo suficientemente blandos, y le dimos libertad. Adivinen quién es ahora el niño que puede comer solo en la mesa sin ayuda de los adultos.

4. “Abrígalo bien, que tiene frío” o “Quítale ropa, que va a sudar”

Cuando salía de casa con mi bebé, me estresaba mucho por llevar en mi pañalera guantes, gorrita y una pesada cobija que nunca usaba. También me di cuenta de que todas las veces que creí que mi pequeño tenía frío, en realidad no era él, sino yo. Abrigar demasiado a un bebé no solo puede alterar su capacidad de autorregular su temperatura, sino también incomodarlo y ponerlo irritable.

5. “Que no ande descalzo porque se resfría”

Ah, este es uno de los favoritos de las abuelas y de los que más cuesta desmentir: un niño no se resfría por estar descalzo, ni en el suelo ni en el césped. Lo único que puede hacer enfermar a un pequeño son los virus. Mi hijo sufrió más caídas con los calcetines puestos que andando descalzo.

6. “Dale té para los cólicos”

Nunca, nunca, nunca, ni por mucha desesperación, se debe dar té a un bebé recién nacido. De hecho, ningún remedio casero funciona para ello. Lo único verdaderamente efectivo es abrazar al pequeño en tu pecho y transitar esa etapa juntos.

7. “No le des tan seguido el pecho, que es vicio”

En cuanto mi bebé cumplió un año, comenzaron los cuestionamientos sobre mi lactancia “prolongada”. Que si ya era tiempo de quitarle el pecho, que se volvería malcriado, que me estaba manipulando, etc. Lo cierto es que la lactancia de mi hijo duró lo que él quiso. Simple y sencillamente llegó el día en el que estuvo listo para dejarla y no hubo más. Y todo eso que me dijeron que sucedería, jamás pasó.

8. “Compra mucha ropa para bebé”

La peor idea del mundo. En cuanto supe que estaba embarazada, comencé a comprar ropa como loca, y después me di cuenta de que amigos y familiares nos regalarían más. Llegó el punto en que mi bebé dejó prendas nuevas sin usar. Doné todo, y creo que pude haberme ahorrado mucho dinero si hubiese aceptado ropa de segundo uso. Los bebés crecen tan rápido que pronto los pañaleros, mamelucos, etc., quedan obsoletos.

9. “No comas picante mientras das pecho”

Soy mexicana, me gusta agregarle picante a TODO. Algunas tías me decían que no lo hiciera mientras estaba lactando. Pero se ha demostrado que de ninguna manera el picante da cólicos a los bebés. Ni la fruta fría ni las legumbres cambian el sabor de la leche.

10. “Si no quiere comer, déjalo con hambre. Al final comerá”

Ahora que mi hijo tiene cinco años se ha vuelto un poco quisquilloso a la hora de comer. Hace poco, estábamos en la sala de espera del dentista y entre conversaciones casuales con una mujer desconocida mencioné que a mi hijo no le gustaba “casi nada”, a lo que ella respondió: “Déjalo sin comer todo el día y verás si no se come los chícharos”. Me pareció un consejo horrible. ¿Por qué seguimos creyendo que los niños merecen recibir castigos para aprender una lección? ¿No sería mejor encontrar estrategias para que simplemente coman mejor?

Comentarios

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el #9 esta incorrecta. algunos alimentos si cambian el sabor de la leche como el ajo, pero es bueno, por que les ayuda en la alimentación complementaria 😊

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