10 Hábitos que dañan nuestros dientes sutilmente y cómo evitarlos
Todos sabemos que, si no nos cepillamos regularmente los dientes o si comemos demasiados dulces, nos saldrán caries. Sin embargo, existen otros hábitos que también pueden dañar nuestros dientes.
Algunos son tan normales y cotidianos que seguramente pocos imaginen lo que causan en nuestra salud dental.
En Genial.guru, queremos que tus dientes brillen como estrellas, por eso te traemos una lista de los errores habituales que nos impiden gozar de una buena salud bucal. Por supuesto, recuerda que debes consultar con tu odontólogo ante cualquier padecimiento o tratamiento.
1. Consumir poca, o casi nada, de leche
Es común escuchar que la leche es buena porque contiene calcio, un mineral que fortalece la masa ósea de los dientes. Sin embargo, la leche también es beneficiosa en otros aspectos para nuestra dentadura. Uno de ellos es que contiene caseína; esta forma una pequeña capa protectora en el esmalte de los dientes que ayuda a prevenir la perdida de calcio.
2. Masticar objetos
Cuando trabajamos o estudiamos, a menudo comenzamos a morder la punta del lápiz de manera inconsciente. Debemos tener cuidado con este hábito, ya que podemos terminar con dientes astillados y agrietados.
Si sentimos la necesidad de masticar algo, optemos por un una goma de mascar sin azúcar. Esto no solo calmará nuestra ansiedad, también activará el flujo de saliva y esto fortalecerá los dientes, protegiéndolos contra los ácidos que dañan el esmalte.
3. Beber jugos ácidos sin enjuagarse la boca después
Durante el verano, los jugos o aguas con cítricos son perfectos para refrescarnos. Sin embargo, los ácidos que contienen pueden provocar que se desgaste el esmalte de nuestros dientes. Esto, a su vez, causaría sensibilidad dental. Además, también pueden ser la causa de dientes manchados o amarillos.
Por eso, se recomienda enjuagar la boca con agua luego de beber un jugo con limón u otro cítrico. Así, eliminaremos cualquier ácido que quede. Otra opción en masticar un chicle sin azúcar para producir más saliva y neutralizar la acidez de nuestra boca.
4. Cepillarse demasiado fuerte
A menudo, creemos que, al cepillarnos los dientes, debemos limpiarlos como si se tratara de los trastes de la cocina. Aunque es cierto que debemos mantener nuestros dientes limpios, cepillar con demasiada fuerza o usar un cepillo duro puede dañar e irritar nuestras encías.
Un consejo para saber si estamos ejerciendo la presión adecuada al cepillarnos los dientes es pensar que estamos masajeándolos, no fregándolos como un plato sucio.
5. Masticar cubos de hielo
Según explica el Dr. Messina, el hielo es un cristal y el esmalte dental también lo es. Cuando un cristal se empuja contra otro, uno se romperá. Aunque generalmente es el hielo el que se rompe, a veces pueden ser nuestros dientes los afectados. Por eso, escojamos bebidas sin hielo o usemos popotes.
6. Usar nuestros dientes como herramientas
Tratar a nuestros dientes como si fueran herramientas es más común de lo que parece. Ya sea para cortar un pedazo de cinta adhesiva o para sostener algo, a veces hacer estas cosas con nuestra boca parece lo más fácil. Sin embargo, nuestros dientes fueron hechos para comer, para nada más. Si hacemos esto, nos exponemos a lastimarnos la mandíbula o tragar algo que no debemos.
7. Consumir alimentos que manchan los dientes en exceso
Muchos alimentos que consumimos diariamente pueden provocarnos manchas en los dientes. Entre ellos, se pueden nombrar el café o el té, que contienen taninos que hacen que los compuestos de color se adhieran a los dientes. Los jugos de frutas o bayas también contienen una pigmentación que mancha los dientes.
Los refrescos oscuros cargados de azúcar y las bebidas energéticas descomponen el esmalte, haciendo que nuestra dentadura sea más propensa a mancharse. No podemos dejar atrás las salsas a base de tomate, salsa de soya o cualquier otro alimento que manche una servilleta de lino. Si esto sucede, significa que tiene la capacidad de hacer lo mismo en nuestros dientes
8. Morderse las uñas
Aunque este hábito comúnmente se relacione con problemas como la depresión, ansiedad o inseguridad, mordernos las uñas también puede dañar nuestra salud bucal. No solo obtendremos dientes astillados, también ejerceremos presión en nuestra mandíbula, lo que podría llevar a una disfunción de esta.
Una solución sencilla para evitar esta costumbre es utilizar esmaltes con sabor amargo. También podemos trabajar en reducir nuestro estrés e identificar cuáles son las situaciones que desencadenan este hábito.
9. Botanear constantemente
El hábito de botanear entre horas puede hacernos padecer sobrepeso o enfermedades crónicas, esto es sabido por la mayoría. Sin embargo, los problemas dentales no se quedan atrás. Si botaneamos todo el tiempo, especialmente bebidas o alimentos con mucha azúcar, aumentamos el riesgo de desarrollar caries.
Cada vez que comemos, las bacterias que causan caries producen un ácido que daña la capa exterior de nuestros dientes. Para evitarlo, podemos comer comidas balanceadas que nos mantengan llenos más tiempo. No está mal disfrutar de un snack dulce de vez en cuando, pero, si lo hacemos, asegurémonos de beber luego un vaso de agua para limpiar las sobras que quedan.
10. Enjuagar la pasta de dientes
Desde pequeños, nos enseñan que debemos cepillarnos los dientes primero y luego enjuagarnos la pasta de diente con agua, pero esto no es lo más recomendable. La pasta dental contiene flúor y otros elementos necesarios para fortalecer el esmalte de los dientes; por eso, si la enjuagamos, no obtendremos todos sus beneficios.
Después de cepillarnos los dientes, podemos escupir la saliva y los restos de pasta dental que quedan en nuestra boca, pero no usemos agua. Si aun así sentimos la necesidad de enjuagarnos la boca, esperemos unos 10 minutos antes de hacerlo.
¿Qué hábitos saludables tienes para cuidar tus dientes? ¡Cuéntanos en los comentarios!