El comportamiento de las gatos siempre me causó mucha curiosidad
10 Datos sobre el carácter y el comportamiento de los gatos, que contó una zoopsicóloga
Aunque los gatos tienen fama de ser animales independientes y autónomos, sin la atención y el cuidado necesarios de sus dueños afrontan dificultades. Y dado que las mascotas no son capaces de contarnos sus deseos, percibimos muchas cosas en su comportamiento de modo incorrecto o simplemente las entendemos a nuestra manera.
En Genial.guru estamos convencidos de que se puede encontrar un lenguaje común con cualquier gato si estudias bien sus hábitos. Y la zoopsicóloga Marina Zherebilova, en su cuenta de Instagram, comparte su experiencia personal al comunicarse con estas misteriosas criaturas, las cuales no son tan difíciles de entender.
1. Estado de ánimo
En una situación donde la necesidad del gato no puede ser total o parcialmente satisfecha, nos encontramos ante un momento de frustración.
Los aficionados a jugar con un láser no entienden en absoluto que para un gato este es un juego sin resultado alguno. Para el felino es importante no solo el proceso, sino también el logro: en el momento de meter las garras en el cuerpo de la víctima, experimenta euforia debido a la liberación brusca de endorfinas en sangre. Pero jugando con un láser, el gato no recibirá aquello que tanto anhela. Jugar con un animal enojado con un puntero láser, además generará un mayor comportamiento agresivo.
Un gato al que se le prescribe una dieta que obliga al ayuno antes de hacerse unas pruebas o una intervención también experimenta frustración si está acostumbrado a recibir comida en un momento concreto. La mejor manera de aliviar esta situación es distraerlo con otras actividades de los pensamientos relacionados con la comida: buscar, revisar, cazar, viajar en el hombro de su amo por el departamento y similares.
El gato, frente al cual se cerró la puerta de la habitación donde se encuentra su bandeja sanitaria, no comprende por qué no puede ir a hacer sus necesidades. Otra frustracion. Y como resultado: o bien es obligado a hacer sus cosas en otros sitios, o pueden desarrollarse enfermedades del sistema urinario debido a la necesidad de aguantar.
2. Indefensión aprendida
Cualquier acción que no tenga efecto conduce a la frustración. Y cualquier acción que conduzca a consecuencias negativas provoca lo que se conoce como indefesión aprendida. Por ejemplo, un gato acudió a su amo porque estaba aburrido. Él te estuvo cortejeando de todas las maneras posibles y al final jugaste con él, pero luego dejaste el juego sin más y te dedicaste a tus asuntos. Para un gato es un castigo. Pero no entiende por qué fue castigado, ya que todo iba bien. La finalización del juego debe desembocar en un refuerzo. Si le diste una golosina, eso significa que fue elogiado por el juego. El gato obtuvo un resultado positivo.
3. Apetito
El apetito del gato es un indicador importante, en primer lugar, de su condición física. Y si todo está en orden con su salud y lo has verificado, entonces los motivos del cambio en su apetito pueden ser de naturaleza psicológica.
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Estrés agudo. Se caracteriza por un rechazo de alimentos o una disminución de su apetito. Esto suele suceder después de mudarse a un nuevo lugar de residencia. Cuanto más rápido se lleve al nuevo emplazamiento, menos daño causará al cuerpo pasar hambre por estrés.
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Estrés crónico. Es típico en los gatos con trastornos de ansiedad (la comida es una forma de compensar el hecho de que su entorno externo es inseguro y “repleto de enemigos”). Necesitamos buscar la razón que lo causa: miedo a otros animales, a personas o al entorno.
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Síndrome bulímico. El gato come, tragando grandes cantidades de alimento y luego lo vomita. Aquí también vale la pena encontrar la causa, así como darle la comida en pequeñas raciones, pero con frecuencia (a veces sucede que hace falta darle croqueta por croqueta). Aquí lo que mejor funciona es el entrenamiento con clicker, alimentadores especiales y cuencos en los cuales hace falta esforzarse para obtener la comida.
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Comer en exceso compulsivamente. Cuando el animal está constantemente hambriento, siente la necesidad de robar algo, pedir sin parar, sacar cosas de la papelera, comer incluso productos atípicos y perjudicales para su salud. Es necesario limitar el acceso al contenedor de basura, no dejar nada de comida humana a su alcance y analizar los componentes de su comida: si el animal realmente se sacia con esta o si existe cierto déficit de sustancias necesarias.
4. Malos hábitos
La pica, es decir, un apetito pervertido, es el deseo de comer objetos no comestibles. Motivos: falta de nutrientes en su dieta o desequilibrio de minerales. Desviaciones conductuales: TOC (trastorno obsesivo-compulsivo).
Primero, el gato debe ser examinado por un veterinario para determinar si le llega todo lo necesario a su cuerpo, si presenta parásitos que le generan una deficiencia de nutrientes y anemia, así como hacer una prueba de leucemia.
En segundo lugar, analizar una posible desviación de la conducta, un problema de múltiples facetas. Existen estudios que detectan trastornos con mayor frecuencia en aquellos gatos que han tenido una transición anormal o abrupta de la leche materna a los alimentos sólidos. O incluso un destete temprano respecto a su madre.
5. Agresividad
Existen muchos tipos de agresividad. A veces estamos tratando con una combinación de varios al mismo tiempo. ¿Qué hacer si el gato está enloquecido?
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No trates de sujetar al animal agresivo para calmarlo. Existe un término que se denomina estado afectivo. Al estar inmerso en él, tanto los humanos como los animales no se dan cuenta de nada, por lo que puedes sufrir lesiones graves.
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Arroja una chaqueta, una manta o una toalla de baño sobre el animal agresivo: así se quedará en total oscuridad, por lo que estará algo desorientado. Podrás tomarlo en tus brazos si está del todo cubierto, lo mejor es envolverlo cuidadosamente.
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No le hables y mucho menos grites. Haz todo en silencio: un grito puede aumentar su agresividad e, incluso, el animal puede asociar tu voz con una situación desagradable.
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Aísla al animal envuelto durante 10-15 minutos en una habitación oscura. Silencio y oscuridad: esto es lo que ayuda a un gato a salir de un estado afectivo.
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Después de 15 minutos, suelta al gato, se recomienda que lo que causó la agresión (objeto, sonido, persona u otro animal) esté fuera de su “radar”. Suelta al gato en un entorno agradable: puedes distraerlo con un juego, para después darle una golosina. Lo más importante: no enfandarlo otra vez.
6. Presentación entre gatos
Personalmente, me gusta el método de rascador por su eficacia en gatos que están conociéndose mutuamente. Si dos gatos están acostumbrados a afilar las garras, la aplicación de este método consiste en lo siguiente:
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adquirimos dos nuevos rascadores sin olor;
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estimulamos a cada gato para que use su rascador, por ejemplo, haciéndolo agarrar el extremo de una cuerda divertida;
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intercambiamos los rascadores de ambos gatos y también los motivamos con la cuerda a meter sus garras en la superficie.
Y así, hacer esto cada día antes de permitirles que se conozcan personalmente. La esencia del método se basa en que en las colonias de gatos en libertad tratan de afilar sus garras con toda la manada en los mismos sitios. Así se forma un olor común: el olor de la familia.
7. Gatos y plantas
Un dato muy importante: casi todas las plantas de interior son tóxicas para los gatos. Dado que la lista de plantas peligrosas es muy larga, se recomienda estudiar la lista de plantas seguras y aquellas que distraen la atención de los gatos de las peligrosas que crecen entre el vecindario:
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limoncillo;
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mandarina;
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cactus (no son peligrosos porque los gatos no son tontos y esquivan las agujas; es mejor plantarlos en grupos, ya que de lo contrario las pequeñas macetas con espinas caerán al suelo tras el primer “ataque”);
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begonia;
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camelia;
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dracaena, excepto la angustifolia (relativamente segura);
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violetas de interior (también relativamente seguras).
Las flores cortadas deben estar fuera del alcance de los gatos: además de su toxicidad natural, también se tratan con diferentes productos químicos. Para evitar que el gato mastique las plantas, la mascota debe tener una alternativa saludable: hierba de cereales, menta gatuna, hierbabuena, melissa, tomillo, espinacas, rúcula o apio.
8. Gato y perro
Observa el mundo de los canes y los felinos. Al ver al perro, el gato comienza a huir, lo que para el perro parece una invitación al juego. Naturalmente, el perro perseguirá al gato. O bien sucede al revés: un gato, después de haber estudiado la fuerza de su rival, comenzará a perseguir a un perro, dejando claro que no quiere verlo en su territorio.
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Para un gato que ha llegado a una casa donde vive un perro, al principio, es importante permanecer fuera del área de acceso del perro, es decir, en una habitación separada.
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No los acerques entre sí: ¡esto definitivamente asustará al gato y lo obligará a defenderse con garras, bufará!
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Se recomienda alimentar a cada uno en una habitación con la puerta cerrada.
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El gato puede estar muy tenso debido a que percibe al perro detrás de la puerta. Acarícialo con las manos limpias sin olor a can, para luego dejar que el perro olfatee este olor para que se vaya acostumbrando al nuevo inquilino. Puedes llevar al gato juguetes pequeños con el olor del perro.
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No castigues al perro si intenta alcanzar al gato o empieza a ladrar, mejor será distraerlo con un juguete. Los perros entienden bien las órdenes y obedecen de buena gana si la relación con el propietario está bien establecida.
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Al pasar unos días, lleva al gato al territorio del perro mientras este sale a pasear. Poco a poco. ¡Pero no dejes que se encuentren personalmente antes de tiempo!
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Por primera vez, el perro puede ver al gato a una distancia de 2 metros, siendo obligatorio estar controlado por su amo a través de una correa o collar. Es importante trabajar con él la acción de no reaccionar ante el gato como si fuera un cebo y, en caso de una reacción negativa, ser capaz de aguantarlo.
9. Eliminación quirúrgica de las garras
Los gatos son criaturas que caminan “de puntillas”, es decir, sobre sus dedos. Y las garras los ayudan en esta tarea, por eso, en ningún caso deben ser extirpadas. Además de que esta acción es simplemente inhumana, después de ella, el gato tendrá que, literalmente, volver a aprender a caminar de una manera diferente.
Si te preocupan los muebles, existen opciones menos traumáticas, porque para un gato, afilar las garras es una necesidad del todo natural:
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Cortar de manera regular la punta más afilada de las garras. Es una labor muy sencilla, puedes hacerlo tú mismo o llevando al gato al veterinario una vez al mes.
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Cambiar la textura de los muebles cubriéndolos con un tipo diferente de tela.
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Facilitar lugares óptimos para afilar sus garras. En el mercado existe un magnífico surtido de rascadores para gatos. Sería ideal tener varios, uno en cada habitación.
10. Contactos táctiles
Estudios recientes sobre el comportamiento de los gatos domésticos han arrojado un resultado cuanto menos curioso: a las mascotas no siempre les gustan las caricias de su amo. Los especialistas de las universidades de medicina veterinaria de Brasil, Gran Bretaña y Viena han descubierto que el gato, a menudo, experimenta ansiedad y preocupación por el contacto físico con los humanos. Por lo tanto, para no exponerlos a un estrés constante, es mejor que el amo evite acariciarlos con frecuencia, así como otros contactos táctiles con su mascota.
Uno de los líderes del experimento dijo que el mayor estrés lo experimentan los gatos que permiten que se les acaricie cuando esto no les gusta. En los animales a los que sus amos acariciaban con frecuencia y persistencia, se les observó un aumento en los niveles de cortisol: la hormona del estrés. Además, si en tu casa viven varios gatos, asegúrate de que cada uno tenga su espacio personal, su propia bandeja sanitaria y vajilla.
Y tú, ¿tienes o has tenido alguna vez un gato? ¿Cómo valorarías la experiencia? ¿Tardaste mucho en establecer una relación con tu mascota?
Comentarios
Son animales que merece la pena conocer, solo lo sabemos los que hemos tenido gato
Había cosas que no sabía cómo lo de la frustración
Nunca he controlado el apetito del gato
Hay que tener especial cuidado con las plantas, conozco a varios gatos que enfermaron