10 Errores de cocina que hasta la abuelita más experta podría haber cometido

Cocina
hace 2 años

El arte de cocinar es todo un reto, pues requiere de mucha habilidad, tiempo y concentración. El objetivo ideal es preparar una comida que deleite al paladar, que no se pegue ni tampoco se queme. Desafortunadamente, no todos nos llevamos bien con las artes culinarias, aunque pongamos nuestro mayor empeño.

En Genial.guru nos gustaría que todos tus platillos salgan siempre deliciosos, por eso compartimos contigo los principales errores que se cometen en la cocina.

1. Cocinar pasta en muy poca agua

Preparar pasta parece sencillo, pero en realidad no lo es. Es necesario tener en cuenta algunos factores para que la cocción llegue a su punto justo. Por ejemplo, hay que utilizar la suficiente cantidad de agua, pues de lo contrario la pasta puede quedar muy seca, apelmazada o pegada a la olla.

La solución a estos potenciales problemas está en calcular aproximadamente cuatro litros de agua por medio kilo de pasta seca. O bien, asegurarnos de que el nivel del agua quede muy por encima de la pasta aún cuando esté cocida.

2. Olvidarse de considerar los tiempos de cocción de cada ingrediente

Antes de guisar, muchos comenzamos sofriendo el ajo, luego la cebolla y los demás condimentos. Entonces sí agregamos la guarnición o los alimentos más proteicos. Sin embargo, estamos cometiendo un error: el ajo, por ejemplo, al estar en pedazos pequeños, se cocina y hasta se quema antes de que añadamos los otros ingredientes.

Lo aconsejable es, entonces, primero sofreír la cebolla y luego el ajo antes que los demás ingredientes. Por otra parte, a medida que vamos ganando experiencia, es conveniente que también aprendamos qué verduras se cuecen rápido y cuáles tardan más; así iremos perfeccionando el orden en que tenemos que cocinar cada ingrediente.

3. Poner la sal al final y agregar demasiada

En algunas recetas antiguas solía aparecer una leyenda: “Al terminar añada sal a gusto”. Si siguiéramos este consejo, la comida probablemente quedaría con algunas partes más saladas que otras. Además debemos tener mucho cuidado de no agregar demasiada sal, porque los demás sabores podrían estropearse.

Lo correcto es añadir la sal mientras vamos agregando los ingredientes y probar cada vez. Así nos aseguramos de que el sabor se absorba y se potencie, pero sobre todo que quede uniforme.

4. Si vamos a cocinar huevos, romper todos en el mismo contenedor

Es muy común que por la prisa o por confianza, acostumbremos a romper los huevos uno tras otro en un mismo recipiente. Pero si lo hacemos de esta manera, puede que pasemos un mal rato, ya que por un huevo que salga en mal estado, se corre el riesgo de perder todos los demás, o que queden dentro de la preparación pedazos de cascarón atrapados; ya se sabe lo difícil que es intentar sacarlos luego.

Para no correr estos riesgos, lo ideal es romperlos por separado en un tazón pequeño e ir juntándolos en uno más grande antes de utilizarlos para cocinar.

5. Utilizar una cuchara para separar la carne molida al freírla

Por lo general, utilizamos una cuchara para revolver cualquier platillo; sin embargo, cuando se trata de carne molida, el proceso se vuelve lento y tedioso. Por otra parte, la carne puede no quedar tan separada como quisiéramos.

Por eso lo recomendable es utilizar un machacador de papas o frijoles, de esos que tienen hoyitos. Luego, con la ayuda de una cuchara de madera, podemos raspar la carne que quede por fuera del triturador. Así nos aseguraremos de que la carne quede en trozos pequeños y que se cueza bien en el interior.

6. Olvidarnos de tener los ingredientes preparados y cortados antes de comenzar a cocinar

Estamos acostumbrados a calentar la sartén mientras vamos picando sin el orden adecuado los ingredientes que utilizaremos. Sin embargo, esto termina siendo contraproducente, pues cuando finalmente ponemos los complementos a cocinar, la sartén está tan caliente que no solo corremos el riesgo de que se quemen, sino que además casi no tenemos tiempo de agregar lo que falta.

La idea no es, por supuesto, tener todos los ingredientes picados antes de poner la sartén al fuego; pero sí podemos preparar los que utilizaremos al comenzar. Así, mientras vamos agregando lo que necesitamos a la cocción, podemos continuar picando lo demás.

7. Utilizar un cuchillo sin filo

Un cuchillo sin filo es mucho más peligroso de lo que parece, ya que se puede deslizar con facilidad y dañar la carne o la verdura. O bien herir nuestros propios dedos.

Lo más conveniente, según el experto culinario Mark Bittmanes, es tener a mano alguna herramienta para afilar. Y si esto no es posible, buscar a una persona especializada que pueda hacer el trabajo.

8. Ignorar la forma correcta de guardar la mitad del aguacate para conservarla en buen estado

Una vieja creencia afirma que dejar el hueso dentro de un aguacate cortado al medio evitará que se oxide y cambie de color. Desafortunadamente, esto no funciona. Es cierto que el hueso ayuda a desacelerar la descomposición, pero solo de las partes que lo rodean; lo que está más lejos termina volviéndose oscuro de todas maneras.

Lo cierto es que no podemos impedir que el aguacate se oxide. Pero una forma de retrasar el proceso es untar la parte que no comimos con un poco de aceite de oliva y guardarla en un recipiente hermético dentro del refrigerador. Así creamos una barrera que evitará que ciertas enzimas del aguacate se liberen.

9. Sobrecargar la sartén o la olla

Aunque parece obvio, no solemos considerar muy importante que haya suficiente espacio en la olla o la sartén. Sobrecargarlas puede traer varias consecuencias. Por ejemplo, que la carne se apriete y se llene de humedad. Además, como la temperatura baja, se genera vapor y, por lo tanto, la comida termina cocinándose por hervor en lugar de dorarse o freírse. Por otra parte, es difícil remover la preparación para que se cueza de manera uniforme.

Por lo tanto, una menor cantidad de comida dentro de la sartén es lo aconsejable. Si no tenemos una del tamaño adecuado, lo mejor entonces es cocinar por partes. Conviene envolver o cubrir en aluminio aquello que va quedando preparado para mantener el calor.

10. No saber la cantidad de sabor que se puede aprovechar del ajo

El ajo es un condimento con un potente olor y sabor, pero pocos saben que dependiendo de la forma en que se prepare, se lo puede potenciar aún más. Por ejemplo, si lo rallamos, el sabor será más penetrante; si lo picamos muy fino, no solo nos será más fácil freírlo, sino que también podremos aprovechar mejor sus propiedades.

Por el contrario, si lo que se busca es dar solo un poco de sabor, basta con agregar unos pocos dientes de ajo enteros a la preparación.

¿Tienes algunos consejos de cocina que podrían ayudarnos a evitar errores o facilitarnos la vida?

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