10 Hechos poco conocidos sobre los bebés que podrían ayudarnos a comprenderlos mejor (y evitar algunos sustos de padres primerizos)

Crianza
hace 2 años

La llegada de un hijo puede cambiar la vida de muchos en un hogar. Son hermosas criaturas que alegran nuestro día a día, pero su presencia puede llenarnos también de algunas dudas y miedos. Conocer cómo funciona su cuerpo y saber qué esperar en cada etapa de su desarrollo (los especialistas en pediatría pueden apoyar mucho en esto) puede hacernos vivir de mejor forma sus primeros meses. Sabemos algunas cosas sobre ellos que nos dicen amigos o abuelos, pero otras no dejan de sorprendernos, inclusive si no es el primer pequeño que cargamos en nuestros brazos.

Genial.guru investigó algunas características fisiológicas de los bebés de las que poco se hablan y creemos que podrían ayudar a sus cuidadores a comprenderlos mejor (algunas quizá los asombren).

1. Perderán el cabello con el que nacieron

Si los padres o cuidadores comienzan a notar que el bebé empieza a perder su cabello durante los primeros 6 meses de nacido, no deben preocuparse. Según la Academia Estadounidense de Pediatría, es normal que esto ocurra en este periodo. El proceso puede estar vinculado a cambios naturales hormonales y a la fricción que se origina cuando está acostado boca arriba; recordemos que es la posición más común del bebé y, además, así debe dormir.

Nacerá pelo nuevo, algunos especialistas aseguran que entre los 6 y 12 meses, ya el pequeño tiene una cabellera “renovada”, incluso puede ser un tanto diferente a sus primeros mechones. No está de más decir que, ante cualquier duda sobre el crecimiento del cabello del niño o si se nota algo extraño, como enrojecimientos o descamaciones excesivas, se debe consultar a su pediatra.

2. Estornudan mucho más que un adulto para mantener su nariz limpia

Cuando los bebés están recién nacidos, es común que estornuden con frecuencia. No se sabe con exactitud cuántas veces al día lo harán, pero sí es notable que es bastante. No te preocupes, esto es algo saludable; es un reflejo del pequeño que le permite limpiar sus fosas nasales y protegerse de los gérmenes. Ahora, si además de estornudar presenta algunos de estos síntomas: dificultad para respirar, fiebre, inapetencia o no quiere comer, secreciones nasales, tos, debes llevarlo al especialista.

3. Tienen más huesos que un adulto

Sí, aunque su cuerpo es obviamente mucho más pequeño que el nuestro, los bebés tienen 300 huesos, aproximadamente, y los adultos 206. Lo que sucede es que los huesos de los niños son blandos y flexibles (de un material llamado cartílago) y, durante el crecimiento, algunos se fusionan y así, con ayuda del calcio, dan forma al esqueleto de un adulto. Este proceso puede llegar a completarse alrededor de los 25 años de edad.

4. Respiran más rápido que los adultos y a veces dejan de hacerlo por unos segundos (no temas)

Mientras que un adulto toma entre 12 y 20 respiraciones por minuto, un recién nacido puede tener entre 30 y 60 por minuto. Al dormir, esto se hace un poco más lento, unas 30 a 40 respiraciones cada 60 segundos. A medida que crece, su respiración será más lenta.

Pero lo que puede asombrar más a sus cuidadores es que es posible que realice pausas o detenga la respiración por menos de 10 segundos. Los padres no tienen que alarmarse, solo pedir una explicación a su doctor sobre los patrones de respiración del pequeño y signos de lo que podría ser un problema, como: dificultad para inhalar y exhalar, fosas nasales dilatadas, la respiración se detiene más de 20 segundos, entre otros.

5. Perderán peso en sus primeros días de vida

Por supuesto que cada pequeño es único y no todos nacen pesando lo mismo, pero los especialistas orientan que un bebé sano puede estar entre los 2,5 y 4 kilogramos al nacer. Lo que podría resultar extraño para los papás, sobre todo los primerizos, es que después, en vez de aumentar, pierdan peso. Pero no hay que preocuparse, es normal que tenga una pérdida de entre el 5 y 10 % de su peso los primeros 5 a 7 días de vida. Luego comenzarán a aumentarlo cerca de las dos semanas de nacidos.

6. Su primera sonrisa (de verdad, verdad) ocurre cerca de los dos meses

Muchos padres, al ver a su recién nacido sonreír, pueden pensar que ellos son los responsables de generar ese gesto de felicidad en su bebé. No queremos desilusionarlos, pero las primeras sonrisas que se perciben en los pequeños son reflejos que pueden ser motivados por estímulos internos como gases o hambre.

La llamada primera “sonrisa social”, esa que es intencionada y que el niño hace para interactuar con sus padres y otras personas, ocurre al final del segundo mes, aproximadamente. Así que no hay que olvidar consultar con el pediatra sobre este acontecimiento para estar atentos al inicio de una de las más lindas formas de comunicación que experimentarán.

7. El color de los ojos con el que nacieron cambiará

Mientras los abuelos, tíos y padres entablan largas discusiones asegurando que el recién nacido “tiene los ojos como los míos”, la naturaleza tiene otros planes. El color de los ojos definitivo que tendrá el pequeño no se sabrá sino hasta, al menos, que cumpla su primer año de edad.

Quizá has escuchado que la melanina aporta el color a nuestra piel, pues también lo hace en nuestros ojos. Durante el primer año de vida de un individuo, hace su trabajo, y dependiendo de la cantidad de melanina que sea segregada será la intensidad del color. Por ejemplo, si es poca, pueden ser azules; si es un poco más, verdes o avellana, y si es mucho, mucho más, marrones (el tono más común).

8. Su olfato es un radar que los ayuda a reconocer y conseguir la leche materna

El olfato es uno de los sentidos más desarrollados de los recién nacidos, pueden reconocer el olor de su mamá. Y no solo eso, cuando son alimentados con leche materna, no tardarán en reconocer el olor de la leche de su madre y diferenciarlo del de otras mamás. Como ejemplifica la Academia Estadounidense de Pediatría, el olfato de los bebés actúa como un “radar” que los ayuda a conseguir su nutritivo alimento.

9. Reconocen la música que escucharon en la barriga de mamá

Según un estudio realizado por investigadores finlandeses en 2013, los bebés pueden reconocer la música que escucharon en el vientre de su madre durante algunos meses posteriores al nacimiento. Además de este dato curioso, algunos especialistas invitan a las madres a escuchar música ocasionalmente durante el tercer trimestre de embarazo porque puede ser un estímulo positivo para el cerebro del bebé.

Recomiendan que sea suave y relajante, como la clásica y las canciones de cuna, o alguna otra que relaje y haga feliz a mamá. Es aconsejable evitar: volumen alto, colocar audífonos en la barriga y permanecer en lugares ruidosos.

10. Sus características físicas y su olor despiertan ternura en los adultos como un mecanismo de supervivencia

Los bebés tienen características como su mirada, su olor, su sonrisa, sus mejillas, su piel y un largo etcétera que despiertan ternura en la mayoría de nosotros. En un estudio realizado en 2016 por investigadores de la Universidad de Oxford se encontró que los pequeños están “diseñados” así como parte de un mecanismo de supervivencia, pues esto que los hace adorables tiene el objetivo de despertar el instinto cuidador de los adultos para que les brinden la protección que ellos por sí solos no pueden darse aún.

Recuerda que los datos que aportamos en este artículo son solo informativos, siempre debes aclarar las dudas que tengas sobre la salud de tu bebé con tu médico de confianza.

Seas madre o padre primerizo o experimentado, nos gustaría saber cuál de estos datos desconocías y te causó más asombro. ¿Hay algún otro que tú sabes y crees que nos sorprenderá mucho más?

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