12 Veces que un niño estalló en lágrimas por las razones más absurdas

Crianza
hace 1 año

Los niños tienen una manera sincera e ingenua de percibir el mundo y las cosas que pasan en él. Su lógica puede desconcertar a los adultos y hacer que una situación común se convierta en una verdadera escena cómica que se contará en las comidas familiares durante años. Desde ofenderse por no haber sido invitados a un evento que sucedió antes de que nacieran hasta indignarse porque mamá no compartió la fruta que comió en sus sueños, los reclamos de los pequeños pueden ser inigualables en su originalidad.

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Bono: a veces, quienes hacen berrinches no son los niños

  • Yo jamás supe lo que era un berrinche de mi primera hija, siempre fue muy tranquila y se portaba bien. El berrinche lo hice yo cuando ella tenía 2 años y estábamos en el supermercado. Ella nunca pedía nada, pero en esa ocasión un juguete llamó poderosamente su atención y comenzó a jugar con él. Cuando nos movimos de ese sitio lo tomó y lo llevó con ella. La escena me causó tanta ternura que le pregunté si lo quería y me dijo que sí. Entonces le pedí a su papá que se lo comprara porque ella nunca pedía nada y realmente le gustaba ese juguete. La primera respuesta de él fue que no, así que le hice berrinche, diciendo que cómo era posible que se permitiera gastar en otras cosas innecesarias y no fuera capaz de darle un gusto a su hija, que yo no le pedía nada nunca con tal de que le diera todo a ella, que cómo podía ser tan egoísta con su primogénita... Y me puse a llorar como Magdalena hasta que aceptó y le compró el juguete que, por cierto, un par de días después ya no resultaba ser tan interesante para mi hija. Creo que ese día yo andaba muy sensible. © Manzanita AD / Facebook

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