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El verano invita a disfrutar al aire libre, pero también significa exponerse más al sol, uno de los principales responsables del envejecimiento prematuro y el daño en la piel. Para muchas mujeres que usan maquillaje a diario, surge un gran dilema: ¿cómo protegerse eficazmente del sol sin que el protector solar arruine el maquillaje? Este artículo ofrece soluciones fáciles para combinar belleza y cuidado.
Las cremas solares con color son una excelente alternativa para simplificar la rutina sin renunciar a la protección. Combina factor solar y cobertura ligera, ayudando a unificar el tono, disimular imperfecciones y aportar un acabado natural. Su textura suele ser fluida, no grasa y de rápida absorción, lo que las hace ideales como base de maquillaje ligera, especialmente en climas cálidos.
Los protectores solares con color no solo protegen del sol, también ayudan a unificar el tono de la piel y cubrir pequeñas imperfecciones. A diferencia de los protectores solares blancos, los tintados contienen pigmentos como los óxidos de hierro, que protegen también de la luz visible (como la luz azul de pantallas o del sol), algo clave para prevenir manchas y problemas como el melasma.
Son una excelente opción para re-aplicar durante el día, pero deben usarse correctamente para asegurar su efectividad. Los protectores solares en spray se han vuelto muy populares al ser tan prácticos e ideales para usar sobre el maquillaje, sin arrastrar productos previamente aplicados. Pero muchas veces no se usa la cantidad suficiente o se rocían demasiado lejos de la piel.
Para asegurar una buena protección, se recomienda aplicar a una distancia de unos 10-15 cm del rostro, con movimientos uniformes, y repetir la aplicación cada 2 horas. En interiores o con viento, es mejor aplicar el spray primero en las manos y luego distribuir en la piel para evitar inhalarlo.
Los labios son una de las zonas más vulnerables a los daños del sol. La piel de los labios es más delgada y carece de melanina, lo que aumenta el riesgo de quemaduras solares, sequedad y envejecimiento prematuro. Además, la exposición prolongada puede provocar la aparición de líneas finas y pérdida de volumen con el tiempo. Es por esto que usar bálsamos o gloss con FPS te sirven para tener un look natural si son transparentes o para crear un efecto de maquillaje sin esfuerzo, sin son con color.
Los polvos compactos con SPF (Sun Protection Factor), se han convertido en una forma práctica y cómoda de re-aplicar protección solar sin arruinar el maquillaje. Estos polvos, generalmente en formato compacto o suelto, permiten añadir una capa de protección mientras fijan el look.
Son efectivos, pero no cuando se utilizan como protector solar principal o inicial. Para que un protector solar en polvo sea eficaz, debe utilizarse como método de reaplicación o retoque cada dos horas después de haber aplicado por primera vez un protector solar tradicional.
¿Una solución práctica? Los sticks solares transparentes. Se pueden aplicar, por ejemplo, en zonas delicadas como alrededor de los ojos, la nariz o las mejillas, donde el sol suele incidir más directamente. Su fórmula en barra permite una aplicación precisa y controlada, evitando el desperdicio y el contacto excesivo que puede mover o arruinar el maquillaje.
Una forma de aplicar el protector solar sobre el maquillaje puede ser usando una esponja de maquillaje, es una técnica práctica para no arruinar tu look. La clave está en aplicar el protector solar en formato líquido o en spray directamente sobre la esponja y luego dar toques suaves y presionados sobre la piel, evitando arrastrar o frotar.
Las brochas densas, tipo kabuki distribuyen el producto con golpes suaves y controlados, para lograr una cobertura uniforme sin dejar marcas ni desplazar la base. Aplicar polvos o crema con brochas tupidas ayuda a sellar el protector solar sin generar parches ni líneas, ya que extienden el producto sin mover lo que ya está aplicado.
Un truco viral en TikTok consiste en mojar ligeramente la esponja de maquillaje, escurrirla y luego congelarla durante unos 30 a 60 minutos antes de usarla. En vez de aplicar base, podríamos hacerlo con protector solar. Al sacarla ligeramente húmeda y fría, se presiona suave sobre la piel y da una sensación fresca, una opción ideal para días calurosos. Se recomienda: usar una esponja limpia, congelarla a en su estuche o en un envase limpio para evitar contaminación y aplicar con pequeños toques sobre la piel, sin frotar, para repartir el producto sin mover la base.
Una clave para mantener una protección solar efectiva, sin afectar el maquillaje, es aplicando el protector en capas estratégicas. Comienza con una buena base de protector solar facial antes del maquillaje, en formato crema o gel. Una vez sellado tu maquillaje, re-aplica el protector con los métodos mencionados anteriormente. Esta combinación asegura una cobertura constante y además es lo que se recomienda que se debe hacer siempre.
Después de aplicar protector solar líquido o en crema, es normal que la piel quede con algo de brillo. Una forma práctica de evitar que el maquillaje se deslice o que el rostro luzca graso es sellar suavemente con un polvo translúcido. Este tipo de polvo no aporta color, por lo que no altera el tono de tu base ni interfiere con el protector solar. Algunos polvos translúcidos vienen también con FPS, lo que suma una capa extra de protección sin esfuerzo.
Proteger la piel del sol no significa renunciar a un maquillaje impecable. Con los trucos y productos adecuados, es posible mantener la protección solar durante todo el día sin que el maquillaje se estropee. ¿Qué reto enfrentas más al tratar de combinar protección solar y maquillaje? ¿Con qué frecuencia sueles reaplicar el protector solar durante el día? Si te gusta el maquillaje, aquí y aquí te dejamos algunos errores de maquillaje que puede ser que estés cometiendo.
ESTE CONTENIDO FUE CREADO CON FINES MERAMENTE INFORMATIVOS Y NO DEBE SER CONSIDERADO UN REEMPLAZO DE LA OPINIÓN MÉDICA. POR CUALQUIER DUDA CON RESPECTO A SU SALUD O UNA POSIBLE CONDICIÓN MÉDICA, CONSULTE A SU DOCTOR.