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Un buen desayuno puede ser el inicio de un gran día. Consumir alimentos nutritivos y deliciosos es clave para empezar la jornada con mucha energía y buen humor. Si te interesa reducir la cantidad de harina de trigo de tu dieta o quieres contar con opciones variadas para la primera comida del día, lee este artículo en el que te dejamos 10 ideas fáciles y tentadoras para preparar por la mañana.
Diminutas, pero muy poderosas, las semillas de chía, son joyitas nutricionales. Contienen
antioxidantes, minerales, fibra y grasas saludables, todos componentes que ayudan a reducir los niveles de azúcar en la sangre, aumentar la proporción de calcio y facilitar la digestión. Si te estás preguntando cómo y cuándo incorporarlas a tu dieta, desayunar con un rico pudín de chía puede ser la respuesta. Para prepararlo:
Yogur y frutas, una combinación simple que no falla. El platillo es fácil de preparar y lo tienes listo en menos de cinco minutos. Corta las frutas que más te gusten —o utiliza las de estación— y colócalas por encima de una buena cantidad de yogur natural —puede ser griego para un aporte nutricional más completo—. Si quieres tener más saciedad, súmale semillas de calabaza, almendras, nueces o el fruto seco que prefieras.
¿Sabías que, si comes huevos revueltos en el desayuno, es menos probable que consumas otros alimentos de menor calidad nutricional a lo largo del día? Los huevos revueltos son grandes aliados para generar saciedad y darte la energía necesaria para empezar cada jornada. Además, contienen vitamina A, E, B2, B6 y B12 que ayudan a reducir la acumulación de colesterol en las arterias.
Esponjosos por dentro y con bordes crocantes por fuera, todo lo que esperas de un waffle calentito a la mañana. Es un desayuno delicioso y fácil de preparar. Coloca en la licuadora:
Licúa todo por unos segundos y luego deja reposar entre 4 y 6 minutos la mezcla hasta que calientes la wafflera o sartén con un poquito de manteca o aceite. Luego empieza a cocinar la mezcla por porciones y asegúrate de que queden dorados por ambos lados antes de retirarlos.
Puedes agregarles banana, miel, yogur o comerlos solos, ¡son una fiesta de sabor y saciedad!
¿Quieres empezar el día con el pie derecho? Hazte un porridge. Es nutritivo, energizante y una gran forma de consumir cereales o granos. El más conocido es el que se prepara con avena, pero puedes utilizar trigo sarraceno, mijo, arroz, harina de maíz... ¡Hay cientos de posibilidades! Aquí va la receta:
Ideales para los días de calor, los smoothies, son versátiles, simples y deliciosos. Te dan saciedad, energía y los puedes preparar en pocos minutos. Solo es cuestión de colocar en la licuadora frutas -o animarte a sumar algún vegetal como la espinaca, por ejemplo-, un líquido que puede ser agua o leche y un espesante que puede ser yogur, crema de cacahuate o de almendras. Procesas todo, sirves en un lindo vaso y listo.
Las bayas de açaí son muy parecidas a las uvas y se dice que son “oro morado”. La pulpa y la piel contienen muchos nutrientes como antioxidantes, fibra y grasas saludables. Para preparar este bowl de açaí te recomendamos utilizarlo congelado o elegir el polvo de açaí sin azúcar. La receta es muy simple, solo debes licuar el açaí con banana, la fruta congelada que prefieras —pueden ser arándanos, fresas—, hielo y agua. Una vez lista la mezcla, se coloca en un bowl y dejas volar la imaginación para sumarle los complementos que prefieras: más frutas, granos, semillas.
Este desayuno estilo mexicano es delicioso. Para evitar la harina de trigo puedes preparar las tortillas con harina de maíz y rellenarlas con lo que prefieras: jamón y queso, vegetales, arroz, porotos. Aquí te dejamos el paso a paso para las tortillas:
Huevos, salsa de tomate y picante: ¡nada puede salir mal! Sí, quizás sea un desayuno más apropiado para el fin de semana porque lleva un poquito más de tiempo de preparación, pero anímate a probarlo.
La base es hacer una buena salsa de tomate. Comienza con el sofrito de cebolla picada, pimientos verdes y ajo. Agrega condimentos como comino, pimentón y ají picante y luego añade el tomate que puede ser fresco o en lata. Una vez lista la salsa, solo es cuestión de colocar los huevos sobre ella y dejarlos cocinar hasta el punto que te guste.
Otro clásico que no falla: bates la cantidad de huevos que quieras, agregas una pizca de sal y pimienta y a la sartén. Las posibilidades de relleno son casi infinitas: jamón, queso, cebolla, tomate... ¡El cielo es el límite!
¿Cuál es tu desayuno favorito? ¡Déjanos tu mejor receta en los comentarios!
ESTE CONTENIDO FUE CREADO CON FINES MERAMENTE INFORMATIVOS Y NO DEBE SER CONSIDERADO UN REEMPLAZO DE LA OPINIÓN MÉDICA.
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