10 Personajes históricos que hicieron innovaciones en su campo, pero fueron reconocidos mucho tiempo después
En épocas anteriores era mucho más difícil corroborar la veracidad de una nueva teoría científica o de un descubrimiento reciente. En la actualidad, en cambio, todos tenemos la posibilidad de investigar algún tema que nos interese con solo agarrar nuestro teléfono celular. Así fue como las afirmaciones científicas de algunas figuras históricas fueron reconocidas muchos años después, ya que no se contaba con los datos ni la información necesaria.
En esta ocasión, Genial.guru seleccionó a aquellos personajes que en su momento no fueron tomados en serio, pero a quienes el tiempo les dio la razón.
1. Ignaz Semmelweis (1818-1865)
A este obstetra proveniente de Hungría y nacido en el siglo XIX, se lo reconoce por haber sido el primero que descubrió que el lavado y la desinfección de manos en las clínicas disminuye la incidencia de las infecciones y la contaminación. En su momento, se burlaron de él, pero la práctica del lavado de manos se convirtió en una rutina estándar para los médicos. A Semmelweis ahora se lo conoce como “el creador de los procedimientos antisépticos”.
2. Joseph Lister (1827-1912)
Basándose en el trabajo de Semmelweis y de Louis Pasteur, este cirujano británico propuso la idea de que los gérmenes y las bacterias eran los causantes de infecciones durante las cirugías, por lo que desarrolló métodos para asegurar la antisepsia y la desinfección en los procedimientos quirúrgicos. Gracias a él, y a pesar de la oposición de sus contemporáneos, la limpieza en las clínicas y en los quirófanos permite la realización de operaciones exitosas.
Dato curioso: en 1879, el doctor Joseph Lawrence creó un antiséptico para cirugías llamado “Listerine”, inspirado en el trabajo de Joseph Lister, que posteriormente se convertiría en el popular enjuague bucal que se usa hasta nuestros tiempos.
3. Alfred Wegener (1880-1930)
Wegener fue el meteorólogo y geólogo alemán que propuso la teoría de la deriva continental, la cual sugiere la existencia de un gran supercontinente llamado Pangea, que se separó en los continentes actuales.
Sin embargo, a su teoría le faltaba explicar cómo había ocurrido la separación, por lo que su contribución fue ignorada por la comunidad científica. No fue sino hasta 1960 cuando se realizaron más investigaciones y se determinó que su trabajo ayudó a comprobar la teoría de la deriva continental.
4. Barbara McClintock (1902-1992)
Barbara McClintock fue una científica estadounidense cuya investigación en los años cuarenta y cincuenta permitió postular la existencia de los transposones (secuencias de ADN que pueden moverse de manera autosuficiente a diferentes partes del código genético de una célula). Sin embargo, no fue sino hasta una década después cuando sus colegas comprobaron sus hallazgos, y así, McClintock se convirtió en ganadora del Premio Nobel de Medicina en 1983 por sus logros en el campo de la citogenética.
5. John Snow (1813-1858)
Este médico británico desarrolló lo que ahora conocemos como la epidemiología moderna, al demostrar que la bacteria del cólera era esparcida a través del agua contaminada.
Para comprobar su teoría, desarrolló un novedoso método de rastreo de enfermedades infecciosas con ayuda de un mapa de la ciudad de Londres. Sin embargo, la primera vez que dio a conocer su teoría, en 1849, sus colegas seguían escépticos. Recién fue en 1854 cuando tomaron en cuenta sus hallazgos y, hasta la fecha, el método de rastreo de contagios sigue siendo una de las principales herramientas para los especialistas de la salud.
6. Alexander Fleming (1881-1955)
Un descubrimiento que revolucionó por completo el campo de la salud pública fue el de la penicilina por parte de este bacteriólogo escocés, quien en 1928 y por mera casualidad, descubrió en su laboratorio que unas placas habían desarrollado este hongo, el cual logró contaminar al patógeno que había estado estudiando.
Fleming reconoció lo importante de su hallazgo y en 1929 publicó la información en las revistas médicas de la época. Sin embargo, el proceso de obtención y purificación de la penicilina le resultó difícil, y sus colegas no le dieron importancia a su investigación, puesto que pensaron que solo serviría para infecciones banales. No fue sino hasta 1940 cuando se trató con penicilina a un paciente por primera vez.
Gracias a Fleming y a quienes incorporaron su trabajo en nuevas investigaciones, ahora contamos con una amplia variedad de antibióticos para tratar diversas enfermedades.
7. Henry Freeman (1835-1904)
Una historia poco conocida es la del marinero salvavidas Henry Freeman, quien en 1861 intentó establecer como obligatorio el uso de los chalecos salvavidas de corcho entre sus compañeros de tripulación. Los chalecos salvavidas habían sido inventados anteriormente por el capitán Ward en 1854, pero no habían sido incorporados al servicio de rescate, ya que los demás marineros se negaban a usarlos y preferían seguir usando sus anticuados cinturones de lastre.
Un día, ocurrió un accidente que involucró a varios navíos, por lo que el barco de rescate donde Freeman trabajaba tuvo que ser desplegado al menos 6 veces, tras las cuales no resistió las condiciones climáticas y se volcó.
Henry logró sobrevivir al accidente debido a su chaleco de corcho, y gracias a su insistencia en incorporar los chalecos salvavidas al uniforme de los rescatistas profesionales en ese entonces, ahora son un equipo necesario cuando se trata de realizar actividades marítimas.
8. Luis y Walter Álvarez (1911-1988 y 1940-Actualidad)
En 1980, el físico Luis Álvarez y su hijo Walter (geólogo) desarrollaron la hipótesis Álvarez, la cual, 30 años antes de que alguien tuviera una evidencia contundente al respecto, proponía que los dinosaurios se extinguieron por el impacto de un meteorito hace 65 millones de años.
Dicha hipótesis fue mayormente ignorada por la comunidad científica, pues no podían relacionar la propuesta con ningún cráter existente, hasta que en 1996 se estudió en mayor profundidad el cráter de Chicxulub, en Yucatán, México, a través del uso de imágenes satelitales. A partir de esto, un grupo de investigadores de California confirmó que podría tratarse del impacto que se había descrito en el trabajo de los Álvarez.
9. William Harvey (1578-1657)
Hasta el siglo XVII, todavía se creía que el cuerpo humano estaba conformado por humores que flotaban dentro del organismo y causaban enfermedades o determinaban el temperamento de las personas, como el mal humor. Afortunadamente, en 1616, el fisiólogo William Harvey (basándose en los hallazgos del médico sirio Ibn Nafis sobre la circulación pulmonar y en el trabajo de Andrés Vesalio sobre anatomía) fue el primero en describir la circulación de la sangre a través del cuerpo gracias al funcionamiento del corazón.
Desafortunadamente, en su época el método científico no permitía el uso de inferencias como las que fundamentaban la teoría de Harvey, por lo que su trabajo fue objeto de burlas por parte de sus contemporáneos. Recién en 1649 se aceptaron sus premisas, lo que ayudó a ampliar el conocimiento sobre el cual se desarrollaría posteriormente la cardiología moderna.
10. Gregor Mendel (1822-1884)
Este naturalista austriaco es conocido como el “padre de la genética moderna”, ya que su trabajo con las plantas de chícharos o guisantes entre los años 1856 y 1863 permitió establecer las bases del concepto de la herencia genética, que explica cómo se expresan los factores genéticos en los individuos. Desafortunadamente, en ese momento su trabajo fue ignorado por completo, y recién en la década de 1900 sus investigaciones fueron descubiertas y se determinó que las leyes establecidas por él reflejan el comportamiento cromosómico de los seres vivos, lo que validó las leyes de Mendel y dio paso al estudio de la genética como disciplina científica.
Las historias de estos científicos no solo nos permiten conocer más del mundo que nos rodea, sino que nos demuestran que el ingenio humano no tiene límites. Si tuvieras la oportunidad de conocer a alguno de estos personajes, ¿qué te gustaría preguntarles?