Cómo entender a un gato según sus posturas y gestos

Animales
hace 3 años

Los gatos tienen la reputación de ser criaturas independientes y hasta solitarias, pero lo cierto es que cualquier dueño sabe lo expresivos que son. Desde la forma en que mueven la cola hasta la posición de sus orejas, muchos saben que están comunicándose. Entonces vale la pena diferenciar cuándo están ansiosos, temerosos, enojados o cómodos para tener una relación armoniosa con tu amigo de cuatro patas.

En Genial.guru preparamos 10 imágenes que pueden ayudarte a entender qué es lo que tu compañero felino está pensando. Solo tendrás que mantener los ojos bien abiertos para descifrar el lenguaje secreto de tu mascota.

1. Alegre y relajado

Un gato que parece relajado y contento puede recibir caricias de su dueño. Las orejas estarán en posición natural. La cola estará quieta y el pelaje no estará erizado. Sus ojos estarán normales o entrecerrados, como si estuviera a punto de quedarse dormido. No parecerá vigilante o atento a estímulos externos. Si está acostado, se le verá la barriga y podría estirar el cuerpo. Si está sentado, su espalda estará recta y su cabeza erguida.

2. Juguetón

Si tu amigo peludo quiere jugar, mostrará mucha energía. Estará alerta, manteniendo las orejas en alto y apuntando hacia adelante. Su mirada estará atenta en ti o a su juguete. Aparecerá agachado, como si estuviera al acecho o a punto de abalanzarse sobre un compañero de juegos. También mantendrá su cola tensa y hacia arriba, moviéndola para indicar que está interesado y de humor para divertirse.

3. Ansioso

Un gato estresado y ansioso estará en estado de alerta. Los ojos aparecerán oscuros, muy grandes y fijos para vigilar su entorno. Las orejas y la cola estarán presionadas hacia el cuerpo. El pequeño puede esconderse o quedarse “congelado” en postura tensa, encorvada o agachada, generalmente bastante presionada contra el suelo. Mantendrá la cabeza baja y el cuello tirado hacia los hombros.

4. Cómodo y confiado

Un rasgo instintivo de los gatos es “amasar” una superficie blanda. Ya sea una almohada o el regazo de su dueño, nuestros amigos peludos flexionan sus patitas hacia arriba y abajo para relajarse y calmarse. Además, muchos ronronearán de satisfacción. Similar a la teoría de que los perros dan vueltas en círculos antes de acostarse, amasar puede ayudar a los gatos a crear un lugar suave para dormir.

5. Asustado

En situaciones de miedo, tu gato parecerá inquieto, atento y concentrado en el objeto o la persona que teme. El pelaje de la espalda y la cola puede verse erizado. Intentará verse lo más grande posible levantando la cola, arqueando la espalda y parándose erguido. También tratará de alejarse, manteniendo el cuerpo y la cabeza mirando hacia la “amenaza” percibida.

6. Saludando a su dueño

Un gato estará encantado de ver a su dueño después de un período de separación, como el regreso del trabajo o la escuela. Puede acercarse a su compañero humano y realizar comportamientos de rodeos o círculos para saludar y marcar el regreso de su persona favorita. La cola estará vertical y puede ondear ligeramente. Un gato entusiasmado puede frotarse en su dueño, seguirlo y moverse alrededor de las piernas.

7. Malhumorado y agresivo

Mejor apártate y dale su espacio. Un gato de mal humor aparecerá con las orejas planas hacia la cabeza, la boca abierta mostrando los dientes y con la espalda arqueada. El pequeño enojón mantendrá una postura tensa, y su pelo puede erizarse. Incluso puede producir vocalizaciones como gruñidos o maullidos, y puede llegar a tener las garras afuera para protegerse.

8. Depresivo o enfermo

El comportamiento infeliz del gato a veces es obvio: huir, esconderse o maullar. Pero en ocasiones, un felino puede dar señales más sutiles. Puede desviarse de sus hábitos habituales, demostrar pérdida de apetito o desinterés por jugar. El lenguaje corporal se reduce a orejas retraídas y cola pegada al cuerpo. El movimiento de sus bigotes hacia abajo y atrás contra sus mejillas puede indicar que está depresivo o adolorido.

9. Tiene frío

Aunque los gatos son animales bastante adaptables, pueden presentar frío por las bajas temperaturas. En general, si el clima desciende por debajo de los 7 °C, necesitarán de un lugar acogedor y caliente para reponer fuerzas. Un felino friolento puede temblar y sentarse en una posición encorvada. Además, buscarán espacios cálidos con alfombra o mantas, e intentarán estar cerca del calentador o la chimenea.

10. Tiene calor

Y los gatos también son muy buenos para lidiar con condiciones climáticas calurosas. Sin embargo, si el calor se vuelve insoportable, tu compañero peludo puede comenzar a jadear, sacar la lengua y babear por la deshidratación. Además, puede verse aletargado y cansado. Otro indicador es la temperatura: un golpe de calor puede hacer que ascienda a más de 40 °C. En casos más graves, los gatos con mucho calor pueden vomitar o tener diarrea.

¿Cómo haces para cuidar de tu amigo de cuatro patas? ¿Tienes alguna recomendación para mejorar el estado de ánimo de tu mascota?

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