10 Respuestas más impactantes que recibieron mujeres al anunciar su embarazo

Crianza
hace 18 horas

Los anuncios de embarazo suelen ser recibidos con alegría, lágrimas y sinceras felicitaciones. Sin embargo, no todas las reacciones siguen el guion esperado. Algunas mujeres han compartido las reacciones más sorprendentes, incómodas e incluso chocantes que han recibido al dar la noticia. Ya sea un comentario sin filtro de una amiga, una reacción desconcertante de la familia o una respuesta en el lugar de trabajo que las dejó sin palabras, estas historias demuestran que no todo el mundo reacciona a la noticia del embarazo como cabría esperar.

1. Mi suegra se quedó boquiabierta, pero no en el buen sentido

Mi suegra siempre había apoyado mi carrera, así que nunca se me pasó por la cabeza que pudiera creer que tener un hijo la pondría en peligro. Cuando le dije que estábamos esperando un hijo, esperaba que se entusiasmara. En lugar de eso, soltó un grito ahogado y su expresión cambió a enfado.

Me quedé helada cuando dio un paso adelante, me puso la mano en la barriga y me dijo suavemente: “¿Y tu carrera? Las mujeres que tienen hijos siempre pierden su carrera”.

2. Mi jefe pensó que estaba bromeando

Entré en el despacho de mi jefe emocionada por la noticia, pero en cuanto le dije: “Estoy embarazada”, se echó a reír. Me quedé allí, esperando a que se diera cuenta de que hablaba en serio. Cuando por fin me vio la cara, palideció. “Oh, espera... ¿no estarás de broma?”, tartamudeó. Inmediatamente se echó atrás, diciendo lo feliz que estaba por mí, pero la reacción inicial se me quedó grabada.

3. Mi mejor amiga lo convirtió en algo sobre ella

No podía esperar para contarle a mi mejor amiga que estaba embarazada. Llevábamos años hablando de nuestros futuros hijos, así que pensé que estaría encantada. Pero en cuanto pronuncié las palabras, suspiró dramáticamente y dijo: “Guau, qué suerte. Ojalá tuviera mi vida lo suficientemente organizada como para tener un bebé”.

No supe qué responder. Quería que se alegrara por mí, pero en vez de eso convirtió mi momento en un reflejo de sus propias dificultades. Durante un tiempo, eso puso una tensión extraña en nuestra amistad.

4. La reacción de mi padre fue... simplemente confusa

Le dije a mi padre que estaba embarazada por teléfono, esperando un clásico “¡Felicidades, cariño!”. En lugar de eso, hizo una pausa y dijo: “Qué interesante. ¿Interesante? No estaba segura de lo que eso significaba.

Y continuó: “Sabes, nunca pensé que fueras una madre, ¡pero supongo que ya veremos!”. Me reí, pero me dolió un poco. Supongo que pensó que yo era más una mujer de carrera que una madre, pero ¿por qué no las dos cosas?

5. Mi hermana preguntó si había sido un accidente

En cuanto compartí la noticia de mi embarazo, mi hermana soltó: “¿Estaba planeado?”. Me quedé de piedra. ¿Acaso importa? Un bebé es un bebé.

Le dije que, de hecho, estaba planeado, y ella asintió y dijo: “¡GUAU! No pensé que quisieras tener hijos”. Me dio la sensación de que estaba cuestionando mis decisiones vitales en lugar de celebrarlo conmigo. No era la reacción que esperaba.

6. La primera pregunta de mi hermano fue sobre mi perro

Cuando llamé a mi hermano para decirle que estaba embarazada, esperaba alguna versión de “¡Felicidades!”. En lugar de eso, hubo una larga pausa, seguida de: “Y... ¿qué vas a hacer con tu perro?”. Me pilló tan desprevenida que me quedé mirando el móvil, incrédula.

Mi perro es un miembro de la familia y no tenía ninguna intención de renunciar a él. Le aseguré que el perro se quedaba, pero toda la conversación me dejó perpleja. Colgué preguntándome por qué esa era su primera preocupación.

7. Mi compañero de trabajo me preguntó si sabía cómo había ocurrido

Durante una pausa para comer, comenté casualmente a algunos compañeros que estaba embarazada. Uno de ellos, un chico de contabilidad con el que apenas hablo, se rio entre dientes y dijo: “¿Sabes siquiera cómo ha ocurrido?”. Toda la mesa se quedó en silencio.

Yo me reí torpemente, pero por dentro estaba mortificada. Me pareció el tipo de broma que haría un niño de primaria. Rápidamente cambié de tema, pero durante el resto del día no pude deshacerme de la vergüenza.

8. Mi abuela quiso saber si estaba segura

Llevaba semanas deseando contarle a mi abuela que estaba embarazada. Me la imaginaba dando palmas de alegría o llorando. En lugar de eso, entornó los ojos y me preguntó: “¿Estás segura?”.

Le aseguré que sí, pero ella insistió: “Bueno, nunca se sabe. Esas pruebas pueden estar mal”. Aprecié su preocupación, supongo, pero no fue la respuesta cálida que había imaginado.

9. El esposo de mi amiga soltó un “Oh, no” inmediatamente

Salí a cenar con un par de amigos y decidí que era el momento perfecto para compartir mi noticia. En cuanto dije que estaba embarazada, el esposo de mi amiga abrió mucho los ojos y dijo: “¡Oh, no!”.

Mi amiga le dio una palmada en el brazo mientras yo intentaba aguantarme la risa. Tartamudeó algo sobre lo sorprendido que estaba y rápidamente siguió con un “¡Enhorabuena!”, pero el daño ya estaba hecho. Ese “¡oh, no!” todavía resuena a veces en mi cabeza.

10. Mi madre me sugirió nombres de bebé, para el sexo equivocado

En cuanto le dije a mi madre que iba a tener una niña, se quedó boquiabierta y me dijo: “¡Maravilloso! Deberías ponerle el nombre de tu abuelo”. Le recordé con delicadeza que iba a tener una niña, pero se lo quitó de encima, insistiendo en que muchos nombres de niño podían ser unisex. Sé que tenía buena intención, pero la conversación acabó siendo más para convencerla de que mi bebé era una niña que para celebrar la noticia.

Los anuncios de embarazo pueden suscitar emociones muy diversas y, a veces, las respuestas no son en absoluto las esperadas. Mientras que la mayoría de la gente reacciona con emoción y alegría, otros revelan en el momento sus prejuicios personales, preocupaciones o incluso inseguridades.

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