11 Razones científicas para tener plantas en tu casa
¿Cuidar a una planta puede hacerte más feliz? Según diversos estudios, la respuesta a eso es “sí”. Tener algunas en casa y practicar la jardinería ha demostrado ser una manera sencilla, pero efectiva, de mejorar la salud mental de las personas y su bienestar general.
Ahora lo sabes, las plantas son más que decoración. Su impacto en nuestra vida puede ser mayor del que pensábamos. ¿Cuáles son tus plantas favoritas y cuáles te gustaría tener en casa?
Nuestras amigas, las plantas
La forma en la que vivimos ha cambiado a través de los siglos, y, mientras que las primeras civilizaciones dormían rodeadas de naturaleza, la creación de nuevas edificaciones alteró la forma en la que los humanos se relacionan con el entorno. Sin embargo, varios estudios científicos han coincidido en las ventajas que brinda convivir con plantas, principalmente a la hora de crear una atmósfera curativa y positiva.
La incorporación de la jardinería para crear un entorno verde en nuestras vidas tiene múltiples beneficios en diversos sectores, como ventajas económicas, amenidades ambientales, psicológicas y de bienestar en general. Pensando en el valor de ello, Charles R. Hall y Madeline W. Dickson, miembros del Departamento de Ciencias Hortícolas de la Universidad de Texas A&M hicieron una investigación que recopiló los beneficios que te contaremos a continuación.
1. Mejoran la concentración y memoria
La influencia de las plantas incluso puede aumentar la productividad hasta en un 15 %, mejorar el rendimiento y estimular nuestros sentidos. Ellas influyen en nosotros de manera positiva, lo que da como resultado trabajos de mayor calidad y precisión, que también aumentan nuestra productividad.
2. Contribuyen al aprendizaje
Mantener plantas cerca del espacio de aprendizaje de un niño mejora su capacidad de aprender cosas nuevas y retener esa información. Incluso se ha demostrado que las personas con Trastorno por Déficit de Atención se ven beneficiadas por la belleza estética natural creada por estas, lo que minimiza sus posibilidades de distraerse.
3. Reducen el estrés
Practicar jardinería es una forma sana de canalizar el estrés y la frustración en algo que hace que las personas se sientan satisfechas por lograr que un ser vivo crezca y luzca lo mejor posible.
4. Las flores generan felicidad
Tener flores en casa y en el lugar de trabajo ayuda a sentirse más feliz y relajado, y disminuye el estrés y la ansiedad, pues permite que fluya una energía notablemente más positiva en el medio ambiente. Las plantas ayudan a activar los químicos cerebrales que promueven la felicidad: dopamina, serotonina y oxitocina.
5. Fomentan la salud y la recreación
Estudios han demostrado que las personas que practican la jardinería como un pasatiempo tienen menos angustia mental que otras.
6. Aceleran el proceso de recuperación
Las plantas son más que una simple decoración en los hospitales, pues se sabe que estas ayudan a que los pacientes se recuperen más rápido debido a sus efectos relajantes. Otra técnica para reducir el tiempo de recuperación es la horticultura, donde las personas que han sido sometidas a intervenciones médicas deben cuidar de las plantas ellas mismas.
7. Tienen efectos terapéuticos
Practicar la jardinería de manera cotidiana también puede ayudar a las personas que han sufrido traumas físicos o mentales, funcionando como una herramienta terapéutica que ayuda a superar problemas y a curar heridas para sobrepasar barreras mentales que pudieran estar obstaculizando la recuperación.
8. Mejoran la empatía
Curiosamente, es más probable que las personas que pasan más tiempo alrededor de las plantas intenten ayudar a otras y tengan lazos más fuertes en sus relaciones personales. De la misma manera que pasa con las mascotas, lo anterior se explicaría por la compasión que las personas desarrollan, primero por las plantas y el medio ambiente, y después por otros con quienes se relacionan.
9. Aumentan la vitalidad
Las personas con gusto por cuidar plantas suelen tener también una mayor sensación de vitalidad, es decir, se sienten con más energía y animadas. Pasar más tiempo con la naturaleza impacta en la perspectiva de nuestra vida, volviéndola más positiva.
10. Mejoran la salud mental en la adultez
En otra investigación se descubrió que sembrar y regar un jardín activa la parte frontal media del cerebro de los adultos mayores; esta es la zona involucrada en los procesos cognitivos y en la recuperación de la memoria episódica. Por ello, se considera que la jardinería podría ser una herramienta útil en la prevención de la demencia.
11. Favorecen un intelecto superior
Se considera que la mente humana se nutre mejor cuando está expuesta a la complejidad y a los detalles de la naturaleza, una experiencia que tiene que ver con la geometría y la arquitectura de los ambientes naturales que muchas veces tratamos de replicar en nuestra vida diaria.