12 Casos en que lo que publicamos en Internet podría traernos problemas

Gente
hace 3 años

Muchas personas comparten un montón de publicaciones y comentarios en las redes sociales sin ser conscientes de las consecuencias que podría traerles tanto a ellos como a terceros. Y es que publicar demasiada información sobre su vida personal hace que estén expuestos a varios riesgos, desde el robo de identidad hasta la pérdida de la reputación. Es por eso que, antes de subir cosas a internet, hay que pensarlo dos veces para evitar cualquier inconveniente que podría causarnos más de un dolor de cabeza.

Genial.guru recopiló las cosas que más solemos compartir en las redes sociales e investigó qué problemas podría traer cada una de ellas.

1. Fotos y datos personales de los hijos

Se estima que los padres actuales publican aproximadamente mil fotografías de sus hijos en las redes sociales antes de que estos lleguen a cumplir los cinco años. Además, un gran porcentaje de esos niños han estado presentes en internet desde antes de los dos años. Es así como surge un problema de competitividad para ganar likes y, también, el peligro que implica exponer a los menores al público en línea.

Pero no solo las fotos son riesgosas, sino también proveer información personal relacionada con la crianza y la salud de los hijos. Si bien muchos padres primerizos buscan consejos de otros más experimentados en las redes, esto puede llevar a que el propio niño sienta vergüenza al verse expuesto de esa forma, y también a que sea víctima de acoso y cyberbulling.

2. Tu fecha de cumpleaños

Si bien muchos publican su fecha de nacimiento para que sus contactos reciban notificaciones de cuándo es su cumpleaños, revelar este dato es mucho más riesgoso de lo que la gente piensa. Y esto se debe a que las preguntas de seguridad para recuperar una contraseña suelen incluir este dato por ser fácil de recordar.

Otro riesgo que implica hacer pública la fecha en tus perfiles es que pueden dar con tu contraseña de las cuentas bancarias o de las tarjetas de crédito que, por lo general, aceptan claves de cuatro dígitos numéricos. Y, como en el caso anterior, la gente suele colocar su mes y su día de nacimiento por ser lo más sencillo de recordar, aunque haga “combinaciones” para evitar el robo de identidad.

3. Noticias falsas

Si bien compartir información en las redes sociales contribuye a la libre expresión, también existe la otra cara de la moneda, que es la creación y difusión de noticias falsas. Estas suelen generarse por distintos motivos, entre ellos, para desprestigiar a una persona o una empresa, viralizar un contenido engañoso o lograr que personas afines a una idea refuercen sus conceptos sobre ciertos temas.

Crear y compartir noticias falsas puede traer varias consecuencias. Entre ellas se encuentra el aumento de hostilidad hacia ciertos grupos, el atentado hacia la integridad de una persona y la pérdida de reputación de la empresa o el medio que contribuyó a su difusión. Por eso, es bueno investigar a fondo para comprobar que el artículo o el dato venga de una fuente confiable o, al menos, que esté avalado por un profesional experto en el tema.

4. Conversaciones privadas

Existen muchas personas que suelen compartir capturas de conversaciones privadas de WhatsApp o cualquier otro servicio de mensajería. Y aunque esto pueda ser consentido, es considerado un delito en varios países por atentar contra el derecho a la privacidad de las comunicaciones, revelar secretos y dañar el honor del interlocutor.

Si bien existen muchos matices en este tema, las personas o los medios de comunicación que compartan una conversación privada pueden ser denunciados por los afectados. Es por eso que, para evitar cualquier problema legal, lo mejor es tratar los asuntos personales tal y como son: personales.

5. Fotos que muestren algo comprometedor

No importa cuán inocente se vea la foto que se sube a las redes sociales. Si no se presta atención a lo que figura en las imágenes, existe el riesgo de revelar algo comprometedor que podría causar más de un problema. Por ejemplo, unas fotos del lugar de trabajo del príncipe William revelaron la contraseña del Ministerio de Defensa del Reino Unido, por lo que se vieron forzados a resetear el sistema y cambiar su clave.

Así es que, si quieres sacarte alguna foto en tu lugar de trabajo, en tu casa o en cualquier sitio donde estés, lo ideal es que no aparezca la pantalla del ordenador, el extracto bancario, boletos de viajes ni cualquier otro documento en el que figure información confidencial. En todo caso, lo mejor es revisar dos veces la imagen antes de publicarla por internet.

6. Insultos hacia otras personas

Así como existen ciertas normas de comportamiento en distintos lugares (ya sea en la oficina o en un restaurante), también es importante tener una buena conducta en las redes sociales. En este caso, lo que hay que evitar es insultar a una persona en línea, ponerla en ridículo o burlarse de algún error que pudiese haber cometido.

Es cierto que nuestro comportamiento fuera de línea es muy diferente del que mostramos por internet. Pero cada mala acción, falta de respeto o humillación puede traer graves consecuencias para el afectado. Por lo tanto, antes de insultar a alguien en su red social, es mejor preguntarnos si nos gustaría que nos hicieran lo mismo y pensar cómo reaccionaríamos si alguien se burlara de nuestras fotos o comentarios.

7. Fotos de otras personas que vulneran su integridad

Publicar fotos en las redes sociales se ha vuelto tan habitual que no siempre medimos las consecuencias que puede acarrear difundir ciertas imágenes, en especial las que retratan situaciones privadas. Esto también incluye el uso de fotografías tomadas por terceros sin su autorización y que pueden dañar su reputación al ser difundidas en internet.

El compartir imágenes que promuevan la violencia y la discriminación no solo afecta al protagonista de dichas fotos, sino también a las personas que las comparten. Por ejemplo, se puede sufrir la pérdida de la cuenta de Facebook por infringir sus normas de contenido. Y, en situaciones más graves, hasta se puede recibir una penalización por no respetar la privacidad de terceros.

8. Demasiados datos personales

Cuando creamos una cuenta en una red social, encontramos varias casillas que debemos llenar: nombre y apellido, fecha de nacimiento, dirección, teléfono y correo electrónico, entre otros. En este caso, hay que tener cuidado de brindar demasiada información en modo público, lo que puede llevarnos al acoso y al contacto personal indeseado.

Entre los datos que no se recomienda publicar, se encuentran la dirección del domicilio, el número de teléfono e, incluso, fotos de familiares y amigos. Todos esos datos pueden ser usados por cibercriminales, que pueden robar tu identidad o incluso tu dinero. Y, además, es mejor configurar la información básica de tu perfil para que solo la vean tus contactos.

9. Demasiada información sobre tu vida amorosa

Si estás en una relación, es normal que quieras subir fotos con tu pareja. De hecho, se cree que esta práctica puede generar tanto una mayor conexión entre ambos como prevenir que otras personas tengan un interés amoroso contigo o con tu pareja. Pero como todo en la vida, debe existir un sano equilibrio.

Hay situaciones en que las fotos o los estados dedicados a las parejas pueden reflejar inseguridades o interpretarse como indirectas hacia otros. En estos casos, lo mejor es moderarse en las publicaciones y dedicarse a pasar el tiempo juntos.

10. Imágenes protegidas por derechos de autor

Si ves una ilustración o una fotografía que te gusta y quieres publicarla en internet, primero averigua quién la hizo y si tiene algún requisito para ser compartida. También debes preguntarle al autor original si puedes usarla y, así, evitar que haga un reclamo por replicarla sin su autorización.

Existen algunas excepciones, como las imágenes de dominio público, que se pueden publicar en cualquier espacio. Pero en caso de que tengan alguna licencia, lee atentamente los requisitos para saber si es necesario o no aclarar la autoría de la imagen y, en lo posible, deja el enlace donde figura la fuente original.

11. El nombre de tu mascota, tu color favorito u otras posibles respuestas a las “preguntas de seguridad”

Un estudio asegura que las preguntas de seguridad son más endebles que la contraseña en sí. Esto es porque incluyen preguntas fáciles que cualquiera puede responder como, por ejemplo: “¿Cuál es el nombre de tu mascota?” o “¿Cuál es tu color favorito?”. Inconscientemente, puedes brindar estos datos en tus redes sociales y, así, ser vulnerable al robo de tu cuenta.

Si respondes a esta pregunta con el nombre de tu mascota, evita mencionarlo al subir su foto en las redes sociales. O, en todo caso, crea una respuesta falsa para despistar al intruso, tanto en esta como en otras preguntas de seguridad.

12. Datos médicos

Los datos médicos entran dentro de la categoría de “información confidencial” que no debes compartir por internet porque puede afectar tu vulnerabilidad. Y en el caso de que tengas un familiar o un amigo enfermo, evita dar datos precisos sobre su estado de salud, ya que eso es privado y debe ser atendido por los profesionales correspondientes.

Si eres médico, evita compartir imágenes o radiografías en los grupos o comunidades de las redes sociales sin el consentimiento de tu paciente. Pero si lo haces con propósitos profesionales, lo mejor es omitir los datos personales que puedan aparecer en la imagen.

¿Qué problemas recuerdas haber tenido por compartir ciertos datos en tus redes sociales? ¿Qué medidas sueles tomar para proteger tu privacidad y la de tus contactos?

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