12 Personas compartieron su inolvidable experiencia de visitar al médico

Los Supersónicos quizá acertaron en algunas predicciones sobre el futuro, pero no fueron los únicos. La ciencia ficción siempre ha sido como una bola de cristal, que vislumbra lo que está por venir, anticipando dispositivos y avances que, en su momento, parecían imposibles. Desde autos que se manejan solos, hasta asistentes por voz, muchas ideas que comenzaron como pura fantasía, hoy son parte de nuestra vida diaria. Escritores como Aldous Huxley, Frank Herbert y Ray Bradbury no solo contaban historias, también imaginaron la tecnología que terminaría transformando nuestro mundo.
¿Quieres ver qué tan acertados fueron? Aquí tienes 12 predicciones de ciencia ficción que se hicieron realidad.
En los años 60, la idea de hacer videollamadas parecía tan futurista como los autos voladores, solo pregúntale a los Supersónicos. Pero lo que antes parecía un sueño lejano, hoy forma parte de la vida cotidiana. Plataformas como Google Meet y Zoom pasaron de ser conceptos de ciencia ficción a herramientas esenciales, que nos mantienen conectados con el mundo entero con solo un clic.
Cuando Star Trek se estrenó en 1966, sus dispositivos futuristas eran considerados pura ciencia ficción. Pero uno de ellos, el comunicador de la Flota Estelar, se parecía mucho a lo que más tarde se volvería un ícono de los años 90: el teléfono plegable. Compactos, portátiles y con un diseño de tapa que se abría al usarlos, estos comunicadores en pantalla estaban adelantados a su época, demostrando que, a veces, la ciencia ficción no está tan lejos de la realidad.
En Un mundo feliz, Aldous Huxley imaginó el Proceso Bokanovsky, un método futurista para la producción masiva de humanos idénticos. Aunque aún no hemos llegado a ese nivel (¡por ahora!), la clonación ya no pertenece únicamente a la ficción. Hoy en día, los científicos han logrado clonar animales con éxito, acercándonos como nunca antes a un mundo que alguna vez solo existía en la imaginación.
En Dune, Frank Herbert presentó los “ornitópteros”, pequeñas máquinas voladoras no tripuladas que se parecen mucho a los drones actuales. Décadas antes de que se volvieran realidad, la visión de Herbert sobre el vuelo del futuro ya cobraba vida en las páginas de su novela. ¡Al final, la ciencia ficción tenía el plan desde el inicio!
En Star Trek: La serie original, la teniente Uhura usaba un elegante auricular de comunicación futurista para mantenerse en contacto constante con la Flota Estelar. En los años 60, solo parecía ciencia ficción, ¿pero hoy?, los auriculares Bluetooth y los audífonos inalámbricos han hecho realidad esa visión. Parece que Star Trek no solo exploraba la última frontera, ¡también predecía el futuro de nuestra tecnología!
Minority Report, la película de Steven Spielberg inspirada en la novela de Philip K. Dick, imaginó un futuro donde los anuncios reconocían a las personas y adaptaban los mensajes a sus intereses. Avancemos hasta hoy, y eso es exactamente lo que hacen las redes sociales: rastrean tus preferencias y te muestran anuncios acertados. Lo que antes parecía futurista, hoy es solo otro vistazo más a tu feed.
En la icónica película 2001: Odisea del espacio, basada en la novela de Arthur C. Clarke de 1968, un personaje experimenta el tiempo y el espacio a través de una tecnología similar a la realidad virtual. Décadas después, los visores de VR están por todas partes y, con el auge del Metaverso, esta visión de ciencia ficción está más cerca de hacerse realidad que nunca. ¡Parece que Clarke y Kubrick vieron el futuro antes que nosotros!
Un mundo feliz, de Aldous Huxley, no solo se adelantó a su tiempo, sino que lo volvió a hacer con los “Feelies”: películas diseñadas para ser vistas, escuchadas y experimentadas físicamente. Avanzamos hasta 1984, y The Sensorium se convierte en la primera película 4D real, utilizando aromas y efectos de movimiento para envolver al público. Aunque el cine 4D no ha reemplazado al tradicional, los avances en sonido, iluminación y tecnología háptica, junto con experiencias inmersivas como Secret Cinema, demuestran que la visión de Huxley no era solo ficción.
Desde Dick Tracy hasta Thunderbirds, las primeras obras de ciencia ficción imaginaron un mundo donde la gente podía hablar a través de sus relojes, incluso con pantallas de video. El Seiko G757 de James Bond en Octopussy dio un paso más, mostrando mensajes directamente desde el MI6.
Pero si los comparamos con los relojes inteligentes actuales, aquellos dispositivos futuristas ahora parecen casi rudimentarios. Liderados por el Apple Watch, los modelos modernos permiten hacer llamadas, monitorear la salud, evaluar el estado físico, organizar la vida diaria, controlar dispositivos del hogar inteligente y mucho más. En apenas nueve años, han pasado de ser simples accesorios del teléfono a potentes computadoras portátiles que superan todo lo que la ciencia ficción alguna vez imaginó.
En 1978, La guía del autoestopista galáctico presentó al pez Babel, una diminuta criatura capaz de traducir al instante cualquier idioma para su usuario. Décadas después, herramientas como Google Translate y los audífonos con traducción simultánea han convertido ese concepto de ciencia ficción en una realidad. Aunque no tenemos peces reales en los oídos, la tecnología se ha acercado bastante a la visión de Douglas Adams sobre una comunicación sin barreras entre idiomas.
En The Evitable Conflict, Isaac Asimov describió un mundo donde “cerebros robóticos” controlaban los vehículos, permitiéndoles circular sin intervención humana. Hoy en día, la tecnología de conducción autónoma está haciendo realidad esa visión. Sistemas como el Autopilot de Tesla y el Super Cruise de GM ofrecen automatización de Nivel 2 con control de crucero adaptativo, mientras que los autos autónomos de Waymo pueden operar de forma independiente en condiciones ideales. Aunque aún no hemos alcanzado la autonomía total, ¡la idea futurista de Asimov está más cerca que nunca de salir a las calles!
En su novela 1984, George Orwell presentó las telepantallas: dispositivos que no solo transmitían información, sino que también vigilaban a los ciudadanos, imponiendo una constante supervisión bajo la atenta mirada del Big Brother’s. Hoy en día, la vigilancia no se limita solo a las cámaras; la recolección de datos por parte de las grandes tecnológicas rastrea nuestra actividad en línea de formas que Orwell predijo con inquietante precisión. Desde dispositivos inteligentes hasta anuncios personalizados, la línea entre la comodidad y la vigilancia constante nunca ha sido tan delgada.
La ciencia ficción puede predecir el futuro, pero ¿hasta qué punto podemos anticiparlo realmente? Existen muchas teorías sobre cómo podría cambiar nuestro cuerpo en el futuro. ¿Tú qué opinas?