14 Mujeres con una lengua más afilada que mil cuchillos

Es un poco incómodo admitir que en el mundo moderno el coma es un fenómeno que ha sido ligeramente idealizado. ¿Cuántas historias y tramas se basan en el hecho de que una persona revalúa su vida, conserva la juventud, logra el perdón, o hasta sale de la friendzone gracias a un estado tan misterioso, y hasta un poco místico, como el coma? Pero, según resulta, si todas estas historias sucedieran en la vida real, todo sería de otra manera, y seguiría un guión un tanto espeluznante.
Genial.guru decidió averiguar qué sintieron las personas que realmente han experimentado este estado y cómo viven ahora.
Antes de introducirnos en el mundo de la pérdida de la conciencia, queremos recordarte que las cosas que pueden provocarla son más bien triviales: en la mayoría de los casos se trata del resultado de una lesión cerebral, de una intoxicación o de una alteración aguda de la circulación sanguínea cerebral. Si profundizamos más, obtendremos otras 497 razones posibles.
Ningún coma dura más de 4 semanas. Lo que ocurre después ya no es un estado de coma, sino uno de los estados siguientes: o la recuperación, o un estado vegetativo (por ejemplo, cuando los ojos están abiertos), o la condición de un mínimo de conciencia (cuando la persona reacciona al medio ambiente inconscientemente), estupor (un sueño inusualmente profundo y continuo) o la muerte. En cualquier caso, hay una ley universal: cuanto más tiempo una persona esté en coma, tantas menos posibilidades hay de que salga de ella.
Pero la historia de la medicina conoce muchas excepciones; casos en que una persona se despertó no de un coma de una docena de días, sino de una docena de años. Por ejemplo, hace una década, en todo el mundo se difundió la noticia de que el ferroviario polaco, Jan Grzebski, salió de un coma que había durado 19 años. Y el coma más prolongado, según el Libro Guinness de los Récords, duró unos 37 años; pero, desafortunadamente, la paciente nunca despertó de ella.
Debido a estos casos, los médicos y familiares de la víctima muchas veces deben enfrentar una de las cuestiones éticas más complejas: si dejar al paciente en estado de coma o desconectarlo de los dispositivos que lo mantienen con vida. Lamentablemente, en la mayoría de los casos, al final, todo lo decide el dinero.
En Internet solo hay una estadística precisa del año 2002, en la que figuran los siguientes números: el mantenimiento anual de un paciente en coma en estado grave es, en promedio, de unos 140 mil USD, y de unos 87 mil USD para un paciente con un bajo nivel de riesgo...
Aquí la respuesta es bastante borrosa: todo depende de la profundidad del coma, de su clasificación y las razones que lo provocaron. La mayoría de los médicos aconseja en cualquier caso tratar al paciente como si escuchara. Mientras que muchas de las personas que han experimentado un coma lo describen o como un sueño común o algo como lo siguiente:
Como ya sabemos, la mayoría de las personas recuerda el coma como si fuera un sueño rápido. Pero también hay quienes “ven” algo en este misterioso estado, y aquí están las principales variedades de esas visiones:
Sí. Se llama “síndrome de enclaustramiento”. Es cuando el paciente es diagnosticado con coma mientras tiene la conciencia clara, ve y oye todo, pero como resultado de una parálisis y la pérdida completa del habla, no puede expresarlo. Lo peor es que, en presencia de un paciente así se discuten libremente todas las cuestiones médicas formales, incluyendo la probabilidad de la muerte del paciente, la distribución posterior de sus órganos (sí, ha pasado), o hasta se cometen actos de naturaleza violenta (eso también ha pasado) que pueden causarle un traumático trastorno mental.
El lado bueno es que estos casos tienen una posible salida del coma. Y eso vuelve a confirmar el hecho de que siempre hay que hablar con el paciente como si pudiera entender lo que se le dice.
No.
Los músculos de una persona que no se despierta durante mucho tiempo y no realiza ningún ejercicio físico, pierden peso y se debilitan. Muy probablemente ni siquiera pueda mover inmediatamente sus extremidades; mucho menos levantarse y correr.
En un coma prolongado, el trabajo de todos los órganos y sistemas del cuerpo en general disminuye, se produce atrofia muscular, el nivel de hormonas y el volumen de sangre circulante se reducen, pero todo continúa funcionando. Por lo tanto, la persona crecerá o envejecerá de cualquier manera, aunque mucho más lentamente que sus contemporáneos.
Por ejemplo, Elaine Esposito, tras no despertar de la anestesia después de una cirugía de apendicitis a los 6 años de edad, estuvo en estado de coma durante 37 años, sólo habiendo abierto los ojos unas pocas veces, pero sin despertar por completo nunca. Durante este tiempo, llegó a pesar 39 kg más y encaneció ligeramente.
Como ya hemos descrito en el párrafo anterior, el organismo, y en particular el útero, continúa funcionando normalmente. Con lo cual, sí, la menstruación no se interrumpe. En esos días, las enfermeras usan compresas sanitarias especiales o pañales para adultos.
Solo indirectamente: hasta un banal estrés puede provocar ataques o accidentes que, a su vez, pueden llevar al coma.
Aun sin tener en cuenta los casos paranormales en los que las personas supuestamente descubren que tienen superpoderes después de salir del coma, ocurren cosas extrañas. En la historia, hay casos registrados de personas que después del coma de repente comenzaron a hablar en otro idioma:
Este tipo de anomalías siguen sin tener ninguna explicación científica.
A pesar del hecho de que existen casos asombrosos de personas que se despiertan al escuchar palabras que son importantes para ellas, o algún sonido familiar (como, por ejemplo, este hombre, que se despertó gracias a una canción de los Rolling Stones), esto no es una panacea.
De cualquier manera, como ya hemos dicho, vale la pena hablar con el paciente, poner sus canciones favoritas, calmarlo y tocarlo.
Además, es posible ver o sentir respuestas a algunas señales no verbales que indican una reacción positiva, y que se pueden usar para configurar un sistema de comunicación (sí/ no): una persona puede comunicarse hasta con la contracción de algún músculo de la mano.
Cada caso es individual: nadie puede dar una predicción precisa. Pero, generalmente, incluso una semana en coma deja consecuencias y termina en una rehabilitación de muchos años. Por ejemplo, aquí están las historias de las personas que una vez se despertaron.
A pesar de las complicaciones, incluso después de un coma prolongado se puede volver a la vida normal. Pero no se sabe cuánto tiempo requerirá, y las posibilidades de que la persona pueda vivir como antes son muy pequeñas.
Por lo tanto, al final de este artículo, queremos volver a una de las preguntas más difíciles: ¿hay que luchar hasta el final por una persona cuyo cerebro ha muerto hace mucho tiempo, o habría que permitirle irse sin sufrimiento, presionando el botón de desconexión?