14 Datos sobre la Edad Media que los cineastas no representaron con exactitud en la pantalla

Curiosidades
hace 2 años

Solemos pensar que los caballeros eran nobles guerreros, verdaderos ejemplos de honor y valentía. Y las hermosas damas eran criaturas frágiles y delicadas que necesitaban protección y salvación. Al parecer, en aquellos tiempos, los hombres siempre estaban dispuestos a sacrificarse por un gran propósito mientras que las mujeres los esperaban con paciencia detrás de los muros de los altos castillos. Sin embargo, ¿son verídicas las películas que elogian las virtudes de los héroes medievales?

Nosotros en Genial.guru nos dedicamos a descubrir si vale la pena idealizar el verdadero comportamiento de los caballeros y qué tan feliz sería una persona si lograra conocer a un guerrero de los siglos pasados.

1. Los caballeros no fueron personas románticas y no mostraban un amor exclusivamente cortés hacia las damas

Es verdad que en la Edad Media existió una relación entre los caballeros y las damas. Pero a los historiadores les resulta difícil declarar con certeza si la gente de esa época tomaba en serio esas historias platónicas o si se trataba simplemente de un juego de la corte.

Las obras poéticas en las que hablaban de sentimientos bonitos tenían un gran éxito entre la nobleza, especialmente en la corte de Leonor de Aquitania. Pero se desconoce si los aristócratas vivieron estas imágenes artísticas en la realidad.

2. No cualquiera podía ser un caballero

No a todos los guerreros que mostraban su valentía y honor en el campo de batalla podían otorgarles el título de caballero. En primer lugar, el joven tenía que pasar un largo entrenamiento.

Los futuros caballeros comenzaban a entrenar a la edad de 7 años. Por lo general, los chicos provenían de familias aristocráticas. En un principio, desempeñaban las funciones de pajes. A continuación, a partir de los 14 años, se convertían en escuderos. El rito de iniciación se llevaba a cabo desde los 18 hasta los 21 años.

Para convertirse en un caballero, no era suficiente tener valentía, nobleza y habilidad. El joven debía tener bastante dinero, suficiente para comprar una armadura y un caballo. Si no tenía dinero, entonces realizaba otra labor.

3. Las damas desempeñaban un papel importante en los eventos

Por supuesto, las bellas damas no podían salir con un arma a la arena de combate, pero su papel en los torneos no se limitaba a elegir a su caballero predilecto. A veces, las mujeres nobles organizaban y pagaban por el torneo. Asimismo, elegían a un juez emérito y exigían piedad para los guerreros que habían sufrido durante la batalla o incluso les otorgaban puntos extra a los luchadores que les gustaban.

4. Los litigios no solo se resolvían en la arena de combate

Hubo situaciones en las que el honor de las damas se defendió en un duelo. Pero en la mayoría de los casos, eran la excepción, dado que se prefería resolver los asuntos controvertidos en los tribunales y no en una arena de combate. Lo que pasa es que el resultado de la batalla no se consideraba un motivo suficiente para cerrar el caso. Y el resultado podía ser refutado más tarde.

5. Las mujeres no eran tan indefensas

A veces, las mujeres tenían que administrar la propiedad mientras sus cónyuges se veían obligados a irse por varias razones: a la guerra o a la corte del suzerano. En este caso, las damas se encargaban de defender el hogar y el terreno. Podían repeler un ataque del ejército enemigo, enfrentar a ladrones o la invasión de caballeros que no tenían tierras. Aunque a las mujeres no les otorgaban el título de caballero, podían luchar al igual que los hombres.

6. Los caballeros no levantaban su visera para saludar a alguien

Existe la opinión de que el saludo militar actual apareció en la Edad Media. Para mostrar sus buenas intenciones, los caballeros tenían que levantar su visera con la mano derecha. De este modo, en primer lugar, ellos demostraban que no tenían espada. En segundo lugar, mostraban su rostro. Esta versión es muy romántica, pero poco creíble. La tradición de saludar probablemente haya aparecido más tarde, en el siglo XVII, cuando los cascos con visera o sin ella ya no se usaban en el ejército.

7. Las damas de la Edad Media no se privaban de sus derechos

En la Edad Media, las mujeres tenían más derechos que en el siglo XIX. Podían ser herederas de una propiedad, pasarla a otra persona y venderla. Gobernaban las posesiones mientras el cónyuge estaba en guerra, en la corte o en una cruzada.

Tales derechos dieron lugar a otras dificultades. A veces, las viudas ricas eran cortejadas por el rey o sus caballeros. A las mujeres las obligaban a casarse para adueñarse de sus propiedades. Era una forma legal de privarlas de su dinero y posesiones.

8. Los guerreros no siempre trataban de ayudar a una dama que tenía problemas


En las mentes humanas está muy arraigada la imagen de un caballero salvando a una bella dama que se encontraba en problemas. En realidad, aunque en el código está escrito el respeto por las damas nobles, los guerreros no siempre se comportaban de forma digna con las mujeres. Podrían secuestrar e incluso encerrar a su futura esposa. Frecuentemente, las mismas mujeres tenían que salvarse a sí mismas.

9. Los guerreros no usaban las mismas armaduras y ropa

Es bien sabido que en el ejército moderno se usa el mismo uniforme. Durante la Edad Media, los caballeros se vestían con atuendos brillantes y diferentes. La mayor parte de la armadura se elaboraba a medida individual y un ejemplar se distinguía del otro.

En la vida diaria, los guerreros nobles les daban preferencia a los colores vivos e intensos, tales como azul, escarlata y negro. De este modo, podían mostrar su riqueza.

10. Los caballeros no eran exclusivamente guerreros nobles y no siempre seguían el código de honor

En primer lugar, los caballeros eran militares profesionales que ganaban su dinero con la espada. Durante los tiempos de guerra, el suzerano podía proporcionarles a sus vasallos tanto el empleo como el dinero. Pero en los tiempos de paz, los caballeros aburridos podían asaltar un asentamiento campesino e incluso atacar a los clérigos para ganar dinero o simplemente para entretenerse.

Para calmar un poco de alguna manera a los jóvenes luchadores, se creó un código de honor especial. Cuando este código de leyes no influyó mucho en el comportamiento de los caballeros, se utilizó la literatura educativa. Por ejemplo, novelas y poemas elogiando la caballerosidad.

11. Los guerreros nobles no luchaban entre sí despiadadamente en un campo de batalla

Frecuentemente, en el campo de batalla, los caballeros trataban de mantener con vida a otros guerreros. No por motivos nobles, sino porque era mucho más valioso atrapar a un noble enemigo vivo. No solo se les podía quitar todas las armas y caballos, sino también pedir un rescate por el guerrero. De este modo, capturar a los caballeros en medio de una batalla era algo muy rentable.

12. Sus caballos no podían cargar mucho peso

Normalmente, en las películas, los caballeros montan caballos de tiro. Pero en realidad, los caballos de guerra eran bajos y activos, y maniobraban hábilmente durante una batalla.

Pero para trabajos agrícolas y el transporte de diversos equipajes se usaban caballos más grandes. Un noble guerrero nunca se habría montado en un caballo así.

13. No era fácil cortar la armadura con una espada afilada o perforarla con una fecha

Otra escena muy habitual en las películas: la batalla está en pleno apogeo y el valiente caballero avanza de forma rápida a través de sus enemigos, cortando fácilmente su armadura con su espada. Esto creó un mito de que la armadura se podía cortar fácilmente con una espada o incluso perforarla con una flecha.

En realidad, la armadura de placas protegía mucho a los guerreros de las armas. Por lo tanto, los caballeros trataban de conseguir precisamente ese tipo de armadura. Y las pecheras protegían perfectamente de las flechas. Por lo tanto, no solo usaban espadas en la batalla, sino también hachas y martillos. Con la ayuda de esta arma, se podía tirar al enemigo y aturdirlo.

Los caballeros podían moverse hábilmente en su armadura, podían montar su caballo, levantarse del suelo o esquivar un golpe. Un guerrero incluso se hizo famoso por haber podido subir una escalera con solo sus manos.

14. Las damas no eran chicas sublimes y tímidas

El protagonista de la película Corazón de caballero, William Thatcher, tenía un prototipo en la vida real. Se llamaba Ulrich von Liechtenstein. En un torneo, apareció con un vestido de mujer para expresar sus sentimientos por la mujer que amaba. Su atuendo personificaba a Venus, la diosa del amor.

La amada de Ulrich no era una chica linda y tímida. Ella rechazó bruscamente al caballero solo porque se sintió incómodo al conocerla. Y una vez incluso arrojó sin piedad al pobre hombre a una zanja.

¿Quiénes crees que son un mejor ejemplo de nobleza: los ejércitos modernos o los caballeros medievales?

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