14 Historias sobre esos extraños momentos en los que el trabajo resulta divertido
¿Llegas siempre tarde al trabajo pese a que cada día intentas levantarte más temprano? ¿Qué haces para ausentarte de la oficina sin que nadie se dé cuenta? ¿Cómo haces reír a un jefe inerte que da órdenes y órdenes sin inmutarse? Existen infinidad de profesiones y mil maneras de afrontarlas día a día, por eso, todos albergamos anécdotas inolvidables que hacen sonreír a cualquiera, esos instantes en que vale la pena estar allí, en el momento preciso y en el lugar adecuado.
Cierto es también que, con más frecuencia de lo habitual, la mayoría de las personas perciben el trabajo casi como una obligación, lo que no lo hace precisamente del todo agradable.
Genial.guru recopiló para ti 14 historias que revelan que, en realidad, el trabajo puede ser muy divertido. ¡Leemos y sonriamos! :)
- En el trabajo, siempre escasean los bolígrafos, así que suelo llevar el mío en el bolsillo de mi pantalón. Estaba en el baño y se cayó el boli de mi bolsillo, medio fuera de la cabina. Antes de que pudiera inclinarme, alguien agarró mi bolígrafo y huyó del lugar de los hechos con un grito victorioso.
"Iba tarde al trabajo y pedí a mis compañeros que me cubrieran frente a mis superiores, pero parece que exageraron un poco la situación".
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Cuando en la oficina se va la luz, todo mi departamento se reúne y jugamos al "Monopoly". Algunos hacen apuestas, tenemos un panel con los campeones. El que gana más veces por trimestre se lleva de premio una caja con huevos Kinder y el que pierde más veces recibe una medalla con la inscripción "en la honorable bancarrota". La medalla va cambiando de propietario, según vamos jugando.
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Trabajo como gerente en un gimnasio. Ya es casi la hora de cerrar y estoy aburrida. Decidí contar el dinero en el mostrador. Vierto todas las monedas del vaso sobre la mesa y digo: "¡Mi señor, la tesorería se está agotando!" Y justo en este mismo momento entró un cliente...
- Soy un estudiante, conseguí un trabajo en la oficina municipal de la ciudad que se dedicaba a cortar árboles. Fui despedido el primer día porque me eché a llorar sobre una acacia talada, al contar sus anillos. Tenía 212 años. Así soy yo, un leñador sentimental. Menos mal que no fui a trabajar a una carnicería.
- Si quieres ver personas realmente felices, entonces ven a mi trabajo en el momento en que les digo a los pacientes: "Estás absolutamente limpio". Te aseguro que no has visto tanta felicidad en ningún otro sitio. Soy médico de enfermedades venéreas.
- Cuando hace varios años logré un trabajo como operadora del servicio de taxi, a menudo hablaba en casa como si estuviera en el trabajo. Mientras dormía, soñaba con gestionar las llamadas, en vez de "diga" podría soltar el saludo oficial del taxi y así sucesivamente. Pero el momento culminante llegó cuando en un autobús, en vez de decir "pare en la próxima parada, por favor", grité: "¡Servicio de Radio Taxi, buenos días!"
- Trabajo como un especialista en préstamos en un banco y últimamente empezaron a llorarme los ojos con frecuencia y sin una razón aparente. Gestionando una solicitud de crédito, hice la pregunta típica en estos casos: "¿Sus gastos en facturas mensuales?" El joven respondió: "200-300 USD". Y entonces saqué un pañuelo de papel para limpiarme las lágrimas. Él me miró con compasión y dijo: "No se preocupe, algunos pagan incluso más".
- Trabajo como anestesiólogo. Hubo una operación durante la cual el paciente se despertó de repente y dijo: "Muchachos, tengan cuidado, ahí lo tengo todo tan confundido como en Santa Barbara". Y volvió a dormirse. Los cirujanos estuvieron callados durante cinco minutos, no sabían si reírse o golpearme por una anestesia tan extraña.
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Mi jefa siempre es razonable y tiene sangre fría, nunca entra en pánico, nunca sonríe, pero tampoco grita. Incluso cuando todos los plazos ya están vencidos, viene con su traje impecable y reparte claramente las instrucciones. Hace poco le pregunté cómo conseguía esto. Me respondió, sin más emoción: "Es porque soy una inteligencia artificial". Estoy casi seguro de que por primera vez en seis años bromeó. Casi...
- El hábito se desarrolla en 21 días. La pregunta es la siguiente: ¿por qué el hábito de levantarse a las 7 de la mañana todavía no ha funcionado en mí pese a mis 10 años trabajando?
- Trabajo como guardia de seguridad en un centro comercial. Y creo que este es el mejor empleo del mundo porque por la noche puedes entrar en el "parque infantil" y saltar sobre la piscina de bolas, ¡que solo te pertenece a ti!
- Tengo una compañera en el trabajo con la que he desarrollado una relación amistosa, pero estamos constantemente compitiendo, además, apostando dinero. Una vez apostamos 20 USD sobre quien perdería algunos kilos; otra apuesta fue de 50 USD sobre quién aprendería mejor un idioma extranjero en un plazo de tres meses. De esta manera, ya perdí peso, aprendí a hacer papiroflexia, conseguí hacer un split y dominé el sueco a nivel conversacional. Y es, además de beneficioso, divertido, y la motivación por el dinero hace que no te rindas.
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Trabajo en la policía. Hace poco, una joven se fue de nuestro departamento. Hacía bien su trabajo y era autosuficiente, pero solicitó la baja. Explicó que no podía llevar todos los días la misma ropa...