Lo de la calefacción colectiva es todo lo contrario, vivo en Francia y aquí la calefacción colectiva es por caldera o combustible, y es muchisimo mas económica que la eléctrica. Sí tu hogar posee calefacción eléctrica es individual, cada hogar paga su servicio eléctrico, eso sí es extremadamente costoso. La calefacción colectiva está incluida en los gastos de consorcio, y van regulando durante el día, la disminuyen o apagan durante la noche unas horas y luego la ponen en marcha nuevamente. Estos casos son en departamentos, la mayoría de casas tienen por caldera y/o chimenea.
14 Secretos de ahorro de diferentes países que al principio te harán sonreír, pero luego tendrás ganas de probarlos
Ahorrar ya dejó de ser el destino de los pobres, por el contrario, actualmente, incluso está de moda ser prudente y modesto. Cada uno de nosotros también está tratando de optimizar el presupuesto de diferentes maneras. Pero incluso si te parece que ya estás hecho un experto en este asunto, es poco probable que sepas la manera australiana de planchar las prendas sin la necesidad de usar la plancha y ahorrar así en la factura de la luz.
En Genial.guru también solíamos pensar que no podía haber nada que nos sorprendiera. Pero, al enterarnos de estos métodos aplicados en diferentes países, nos dimos cuenta de cómo era el auténtico ahorro.
Japón
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En Japón existe una cultura especial de llevar a cabo procedimientos higiénicos: se bañan en la ducha, solo después se relajan en la bañera, y nadie quiere perderse ese placer. Sin embargo, llenar la bañera para cada miembro de la familia es muy costoso y requiere mucho tiempo. Por lo tanto, se considera absolutamente normal bañarse en la misma agua. Se meten a la bañera después de haberse duchado, por lo cual el agua permanece limpia, y la temperatura se mantiene gracias al equipo electrónico moderno y una tapa común que cubre la bañera después de cada miembro de la familia. En otras familias, prefieren darse un baño juntos: los niños se bañan con sus padres hasta la adolescencia. Para los japoneses, esta es una forma común de pasar tiempo con la familia, igual que ver la televisión juntos.
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Pero eso no es todo: cuando todo el mundo se ha bañado, usan esta misma agua para lavar la ropa. Muchas lavadoras están especialmente equipadas con una bomba que saca el agua de la bañera. Esta es una gran oportunidad no solo para ahorrar dinero, sino también para lavar la ropa en agua tibia, ya que las lavadoras japonesas carecen de la función de calentamiento de agua.
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Se sabe que los japoneses son adictos al trabajo y permanecen en sus oficinas hasta las altas horas de la tarde. Por lo tanto, para no gastar su dinero en taxi, algunos simplemente pasan la noche en hoteles cápsula.
Australia
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El 69 % de los australianos admite que intentan evitar planchar, y el 41 % dice que nunca ha usado una plancha. Las personas más ingeniosas recurren a varias formas de alisar las prendas arrugadas. Una de ellas es: cuelgan la ropa sobre sus perchas y la dejan en el cuarto de baño mientras alguien se ducha. El vapor alisa las arrugas, ahorrando la electricidad y el tiempo.
Corea del Sur
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En Corea del Sur, al igual que en muchos países europeos, no hay calefacción central y la electricidad es muy cara. Por lo tanto, en invierno, en las casas de los coreanos suele hacer frío: en el mejor de los casos alrededor de 20°C. Pero a las personas se les ocurrió una forma original de mantenerse calientes: en las salas de estar o en los dormitorios, justo encima de las camas, colocan las tiendas de campaña en las que se meten varias personas.
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Además, en Corea, al igual que en muchos otros países, intentan ahorrar agua. Durante la crisis, algunas mujeres incluso compraban camisas oscuras a sus maridos para lavarlas con menos frecuencia, porque según las estadísticas, las lavadoras representan el 17 % del agua consumida. El detergente tampoco es gratuito.
Países europeos
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Los alemanes, desde ya hace mucho tiempo, mantienen la reputación de ser una nación ahorrativa. Por lo tanto, los habitantes de Alemania intentan usar toda su ropa con mucho cuidado para luego poder regalarla o venderla. Alrededor de un tercio de los alemanes envían sus prendas a las tiendas de segunda mano o las venden en los sitios especializados.
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Al mismo tiempo, los alemanes no tienen prisa por comprar ropa nueva: una persona gasta alrededor de 700 € al año en prendas. En el Reino Unido, esta cifra supera los 1 100 €. El secreto es que los alemanes, igual que muchos europeos, adoran las rebajas y las esperan todo el año. Muchos franceses incluso solicitan los días de permiso para comprar a precios reducidos.
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Los alemanes suelen lavar las bolsas de plástico. En primer lugar, porque las compraron (no hay bolsas gratuitas en los supermercados). Y, en segundo lugar, para ser recicladas deben estar limpias.
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En la mayoría de los hogares europeos no hay calefacción, y el uso de los calentadores no es asequible debido al precio de la electricidad. Pero las personas encontraron una solución: por la noche apagan la calefacción de las habitaciones y mantienen una temperatura confortable solo en la cama con la ayuda de sábanas, mantas y almohadillas térmicas y bolsas de agua caliente en forma de juguetes.
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En Suecia y Suiza, se considera normal regalar a los niños y adultos las acciones de los fondos de inversión o una cuenta de ahorro.
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Muchos europeos suelen comprar los muebles durante las rebajas y, a veces, ahorran en servicio de entregas. Les resulta más rentable alquilar un remolque y trasladar la compra por su propia cuenta o recurriendo a la ayuda de los familiares.
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Algunos alemanes menos exigentes tienen una manera original de amueblar el departamento sin gastar un solo centavo. Una vez al año, los propietarios de las casas sacan la basura de gran tamaño a la calle para ser retirada por una máquina prensadora especial. Pero a menudo, entre las cosas innecesarias para alguien, hay muebles en buen estado y equipos electrónicos que cualquier persona puede llevar a su hogar.
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Y, por supuesto, a los europeos les encantan las promociones y descuentos en comestibles. Esto es lo que un inmigrante contó sobre sus primeros meses en Alemania: “Me encontré con un colega alemán en un supermercado. Tenía 8 latas de repollo fermentado y 14 litros de leche en su carrito de compras. Lo compró con descuento. Me pregunté: ¿para qué un hombre joven que gana lo suficiente, tiene el carrito lleno de alimentos completamente incompatibles? Pero en 2 años resultó que él y su esposa habían comprado una casa de 400 metros cuadrados. Después de eso, involuntariamente recordé nuestro encuentro en el supermercado y entendí quién de nosotros era un verdadero ridículo”.
¿Qué te parecen estas formas de ahorrar? ¿Te gustaría probar alguna?
Comentarios
No me parece muy higiénico bañarse en el mismo agua
Yo dejo las camisas colgadas en el baño para que se alisen
Alucino con las tiendas de campaña dentro de las casas
Yo a veces encontré muebles bonitos cerca de los contenedores