14 Historias de profesores a cuyos alumnos habría que darles premios por la paciencia

Gente
hace 3 años
Los productos de los escaparates de las tiendas en línea son tan tentadores que estamos dispuestos a echarlos inmediatamente a la cesta y pagarlos. Esperamos la entrega, anticipando la alegría. Pero no siempre es así. A veces, el mensajero trae algo extraño, en otras ocasiones, la mercancía resulta ser defectuosa, o bien, en el punto de entrega los empleados empiezan a cuchichear, hablando sobre nuestras compras. Y entonces te das cuenta de que comprar por Internet es siempre una lotería.
“Han llegado los pantalones cortos que pedí. Todos con etiquetas magnéticas”.
"Compré para mi mujer un puff. Debería haber revisado sus dimensiones.