Hay un momento en la vida de toda mujer en que todo parece derrumbarse: las fuerzas se agotan y la suerte parece haberse tomado unas vacaciones. El mundo que nos rodea pierde sus colores, e incluso las alegrías habituales ya no aportan calor. Pero es en esos momentos cuando nace una fuerza interior que antes ni siquiera se sospechaba. Nuestras heroínas consiguieron pasar por este camino: aprendieron a sonreír, a seguir adelante y a volver a creer en sí mismas.
“¡Ahora me siento una persona completamente diferente!”
“De repente se me empezó a caer el pelo. Incluso afectaba a mi trabajo. Pero al final lo superé”
“He tenido muchos cambios en mi vida, pero por primera vez en mucho tiempo me siento mejor”
“La primera foto fue tomada a principios de 2020, aunque todo empezó dos años antes, tras mi divorcio. Y ahora el acné ha desaparecido hace meses”
Puedes encontrar tu propia fuerza en cualquier situación
- Me divorcié después de 21 años de matrimonio. Es que nos desarrollamos de maneras diferentes, cambiamos en el proceso. Me di cuenta de que había una crisis, no podía seguir. Soy una mujer hermosa, activa, en pleno florecimiento, y aún tengo la oportunidad de encontrar a mi media naranja. Aunque incluso si no la encuentro, viviré una vida brillante sin un remolque tedioso. © oksanagorbunova4427 / Threads
“Mi 18 cumpleaños en la universidad. Me sentía incómoda. La foto de la derecha es de este año”
Por cierto, aún tenemos una selección de fotos de hombres que se cuidaron y cambiaron hasta quedar irreconocibles.
“Escapé de mi ex, hice el doctorado, pasé de dormir en el sofá de un amigo a tener mi propia casa. La vida puede ser bella”
“Encontré la foto de la izquierda en mi teléfono. Recuerdo lo profundamente deprimida que estaba y lo duro que era cada día. Un año después, noto un gran cambio en mí”
Algunos comparten propiedad, otros comparten apellido
- Me divorcié de mi esposo tras 4 años de matrimonio. No había bienes en común, nos separamos pacíficamente, aunque no seguimos siendo amigos. Pero me quedé de piedra cuando empezó a decirme: “Ya no eres mi esposa y no perteneces a mi clan, así que tendrás que cambiar tu apellido por el de soltera. No tienes derecho a llevar mi apellido”. Y eso que había accedido a tomarlo porque era la costumbre, aunque en realidad no quería hacerlo por todo el papeleo. Pero al final lo hice: cambié todas las tarjetas y documentos. Ahora me he acostumbrado a mi nuevo apellido y creo que se ajusta aún más a mi nombre y patronímico. Después del divorcio han pasado ya seis meses, pero mi ex todavía me molesta con una demanda a renunciar a su apellido. Incluso me ofrece dinero. ¿Pueden creerlo? ¡No voy a cambiar nada! © Overheard / Ideer
“Es un verdadero reto para mí. Estoy trabajando la autoconfianza y la sociabilidad”
“Cambié mi entorno y mi estilo de vida. Empecé a cuidar mi salud. Ahora paso más tiempo al aire libre e intento evitar las relaciones tóxicas”
“He aprendido mucho, y aún me queda mucho por aprender. Pero ahora me doy cuenta de que esta es una vida con la que nunca soñé”
Se trata de creer en una misma
- Crecí en una familia pobre, y hace 3 años me casé con un extranjero y me mudé al otro lado del océano. Ahora la vida es más colorida y puedo permitirme muchas cosas. Pero cada vez que experimento un momento de felicidad, me pongo un poco triste imaginando la reacción de mi familia o mis amigos si estuvieran conmigo. ¿Cómo reaccionaría mi sobrina ante los fuegos artificiales en Disneylandia? ¿Disfrutaría mi hermano paseando por las calles de Nueva York? ¿Haría mi padre paracaidismo conmigo? O quizá mamá se iría de crucero a las Bahamas conmigo. Cierro los ojos e imagino sus caras felices, llenas de emoción, y sueño con que algún día les enseñaré todo esto. © Overheard / Ideer
“Soy celíaca. A los 30 no comía bien. A los 32 empecé a cuidarme. A los 36, me di cuenta de que la alegría había vuelto a mis ojos”
“Me gusta mirar atrás y darme cuenta de las alturas a las que he llegado. Pero soy muy consciente de que puedo hacer aún más”
“La foto tiene un año de diferencia. Me he sentido indefensa toda mi vida, pero ya no lo soy. Estoy muy orgullosa de mí misma”
Un plan claro y el compromiso con un objetivo hacen maravillas
- Hace un par de años me encontré en una situación dura: una ruptura difícil, falta de trabajo, depresión. Aparecieron muchas deudas. Decidí abrir una tarjeta de crédito para pagar mis deudas y luego ir cerrándola poco a poco. Conseguí trabajo literalmente en el primer anuncio como limpiadora, solamente para tener dinero. Fue duro, ¡pero lo conseguí! No tengo deudas, el préstamo está pagado, incluso conseguí ahorrar una pequeña cantidad de dinero para buscar un nuevo trabajo a un ritmo relajado. Ayer firmé la carta de dimisión, ¡qué contenta estoy! © Overheard / Ideer
Las historias de estas personas nos recuerdan que incluso los momentos más oscuros pueden superarse si se da el primer paso hacia uno mismo. Al fin y al cabo, la vida siempre se vuelve hacia quienes no temen mirarla directamente a los ojos.