18 Historias reales que prueban que la bondad puede cambiarlo todo

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hace 1 hora
18 Historias reales que prueban que la bondad puede cambiarlo todo

¿Alguna vez has vivido uno de esos momentos en los que un simple acto de amabilidad ha cambiado por completo tu estado de ánimo? Es curioso, ¿no es así? Cómo la gentileza puede derribar muros que parecían imposibles de romper. Las historias que estás a punto de leer no tratan sobre personas perfectas realizando grandes hazañas. Son momentos reales en los que la empatía marcó la diferencia y donde la amabilidad no solo fue útil, sino que generó un verdadero vínculo.

“Esta amable mujer ayudó a una madre a calmar a su hijo, que no dejaba de llorar durante el vuelo. El niño durmió en sus brazos durante todo el trayecto y, al aterrizar, ella lo acompañó hasta la zona de recogida de equipaje.”

  • Tal vez, estaba en cuarto grado. Mis padres acababan de tener a mi hermana menor, así que toda su atención estaba centrada en la recién nacida. Fui a la cafetería del colegio, abrí mi bolsa de papel y desenvolví el sándwich envuelto en papel aluminio. No tenía nada dentro. En realidad, eran solo dos rebanadas de pan blanco seco, y me sentí muy triste. Literalmente, todos los compañeros de mi mesa aportaron distintos ingredientes y me prepararon el mejor sándwich de jamón con queso que he comido en mi vida. Desde entonces, he intentado recrear ese sándwich de jamón, aunque estoy seguro de que lo que realmente me marcó no fueron los ingredientes, sino el gesto. © I_Am_The_Grapevine / Reddit
  • En la secundaria fui a un restaurante mexicano. Sin darme cuenta, dejé las llaves del auto sobre la bandeja al terminar de comer. Le pregunté a un empleado si por casualidad las había retirado junto con lo demás y me dijo que no, pero agregó que acababa de sacar la basura al contenedor. Recuerdo que salí y llamé a mi papá para preguntarle si tenía un juego de llaves extra, pero me dijo que no. Me sentía humillado y estaba a punto de volver a entrar para pedir permiso y revisar el contenedor, cuando vi que aquel empleado ya había hurgado entre la basura y había encontrado mis llaves. Se esforzó más de lo que cualquiera esperaría y aún le estoy agradecido por su ayuda. © merztoller / Reddit

“El cuerpo de bomberos había acudido a una emergencia médica en el edificio donde vivo. Al retirarse, se tomaron el tiempo de ayudarnos a mi padre, que es una persona mayor, y a mí a cargar los objetos más pesados al camión de mudanza. Hacía 39 °C y, aun así, fueron increíblemente amables.”

  • En resumen, esto sucedió hace unos 15 años. En ese entonces vivía en mi camioneta, que tenía las placas vencidas, y pasaba los días en un parque público local. Allí podía ducharme y simplemente caminar un rato. Un oficial de policía que patrullaba el parque todos los días se dio cuenta de mi situación y de las placas vencidas. Al final no me multó y me dijo que podía solicitar una prórroga en el Departamento de Vehículos. Me dio su tarjeta de presentación y me dijo que lo llamara si necesitaba algo. Mientras se alejaba, miré su tarjeta y vi que había deslizado algo de dinero debajo. Ya se había ido cuando quise agradecerle. Nunca voy a olvidarlo ni a olvidar su amabilidad. © Pretty_Fun_309 / Reddit
  • Hace algunos años, cuando vivía en Corea del Sur, acababa de regresar de un viaje y trataba de conseguir un taxi desde una parada en la autopista a las 2 de la madrugada (lo cual es, básicamente, casi imposible). Finalmente logré conseguir uno, pero cuando llegó, no podía encontrar al conductor. Él me llamaba por teléfono, estaba frustrado y yo me sentía completamente abrumada. Si alguna vez has tenido que desenvolverte en un idioma que no es el tuyo, entonces sabes que hay un punto en el que estás tan agotado que, simplemente, ya no puedes más. Aunque entiendas lo que te dicen, nada tiene sentido. Yo ya había llegado a ese punto, así que me senté y me resigné a perder el taxi y pasar la noche en la parada. Un hombre coreano, mayor y completamente desconocido, me vio llorando y me dijo: “No hablo bien español. Lo siento. No entiendo”. Luego tomó el teléfono y habló con el taxista por mí, ayudándome a encontrarlo. Su esposa, supongo, me ofreció unos dulces, me dio una palmadita en el brazo y me dijo que todo estaría bien. El taxista fue muy amable y me dijo: “No te preocupes. Pronto estarás en casa”. Podían haberme ignorado por completo, pero vieron que necesitaba ayuda y no dudaron en brindármela. © tadpole511 / Reddit

“La camarera escribió frases bonitas en nuestras bebidas.”

“¡Que tengas un gran día! ¡Eres hermosa, valiosa y amada!”

“¡Que tengas un gran día!”

  • Estaba atravesando una ruptura, y me senté con una amiga en una plaza. Decidí probar el helado de yogur sin lácteos de una de las tiendas que había allí. Mientras los empleados me atendían, hablaban entre ellos sobre algo. Al parecer, la chica que me ayudaba también estaba pasando por un mal momento. Me miró y me dijo: “Estoy triste. ¿Tú también estás triste?” Le respondí que sí y me dio el helado de yogur gratis. © guacsolid / Reddit
  • Tengo un aro en la nariz. En el verano de 2010, estaba de pie en el mostrador de Taco Bell. Yo tenía 21 años, y la joven que tomaba mi pedido debía de tener unos 16. Me dijo: “Nunca había visto a un chico con un aro en la nariz”. Yo bromeé: “¡Entonces no estás mirando en los lugares correctos!” Ella se encogió de hombros, me miró fijamente a los ojos y dijo: “Pues eres hermoso”. Luego se alejó, y otra persona fue quien me entregó la comida. Todavía pienso en ese momento de vez en cuando. © mothershipq / Reddit

“Esta noche, estaba sentado en el aeropuerto, cuando comencé a oír la voz suave de alguien que leía en voz alta (¡con voces y todo!). Un hombre les estaba leyendo a sus hijos El Señor de los Anillos, y eso me hizo pensar en mi mamá. Espero ser ese tipo de padre, algún día.”

  • Tenía unos 19 años y estaba en mi primer año de universidad comunitaria. Mi papá había perdido su empleo, así que mi mamá tenía que mantener a toda la familia. Fueron tiempos difíciles. Recuerdo que una noche, durante mi clase nocturna, tenía muchísima hambre. Supuse que no habría cena, así que me dije a mí mismo que, al llegar a casa, me iría directo a la cama sin pensar en el hambre. Pero cuando llegué después de clases, encontré una caja grande de pizza de Costco sobre la encimera de la cocina. Al parecer, una de nuestras vecinas la había comprado para nosotros porque mi papá le había arreglado una parte de la cerca unos meses antes. Lo recuerdo claramente porque: A, tenía un hambre terrible, y B, las probabilidades de que justo esa noche alguien trajera comida eran mínimas. Puede sonar tonto, pero nunca lo voy a olvidar. © melimelsx / Reddit
  • Cuando me rompí el tobillo y estaba tirado en el suelo, sangrando, todos pasaban de largo. Fue una experiencia muy extraña. Un hombre me vio, dio la vuelta con su camioneta y se ofreció a llevarme al hospital. Ya venía una ambulancia, así que rechacé su oferta, pero se quedó conmigo y me habló, diciéndome que todo iba a estar bien. Marcó la diferencia. Casi diez personas pasaron a mi lado e hicieron como si no me vieran, mientras yo seguía en el suelo, con el hueso sobresaliendo de la pierna. Él se acercó y me ayudó. De verdad espero que esté bien. © Rhylain / Reddit

“Después de que mis juegos fueran destrozados, con un valor de más de 300 dólares, un usuario muy amable de Reddit se puso en contacto conmigo y me envió un par de reemplazos. ¡Muchas gracias! Me alegra tener mi juego favorito otra vez.”

  • Cuando mi hijo era un bebé, me ponía muy nerviosa tener que amamantarlo en público. Al principio, un hombre me vio intentando darle el pecho. Se burló, puso los ojos en blanco e hizo un gesto de disgusto. No podía dejar de pensar en eso. Una vez, en un parque, estaba tratando de acomodarlo bajo la manta para alimentarlo. Estaba a punto de llorar de frustración, cuando una mujer mayor, de unos setenta y tantos u ochenta años, se sentó a mi lado. Me dijo: “Son muy quisquillosos, ¿cierto?”, y me dio una palmadita suave en la rodilla. Asentí y le respondí: “Sí”. Entonces me dijo: “Parece que la manta te está dando problemas. ¿Puedo sujetártela?”. Levantó con delicadeza la esquina de la manta que se me caía del hombro y la sostuvo para que no se deslizara. Eso me permitió usar mi mano libre para acomodarnos bien. Me quedé impactada y muy agradecida; le di las gracias una y otra vez. Una vez que todo estuvo en su lugar, me dijo: “No hay de qué, querida. Todas hubiéramos agradecido un poco de ayuda con nuestros bebés.” Luego se fue. Nunca la olvidé. © HappyGiraffe / Reddit
  • Tuve un problema personal que me impidió asistir a clases durante dos semanas seguidas. En ese momento, cursaba una clase experimental de juicio simulado a nivel licenciatura. Normalmente, esta materia solo se imparte en la facultad de Derecho, pero mi profesor quería formar un equipo competitivo. Cuando por fin regresé, me detuvo en la puerta y me preguntó dónde había estado. Le expliqué mi situación y le dije: “La verdad es que no me ha ido bien. Siento haber dejado que todo llegara a este punto”. Me dio su número personal y me dijo que lo llamara cuando lo necesitara. Más adelante, me vi envuelto en un caso y le escribí un correo a las 8:30 p.m. para decirle que necesitaba ayuda. Me respondió: “Llámame”. Pasó casi dos horas al teléfono conmigo, repasando teoría jurídica y la excepción especial a la doctrina de registro e incautación según la Cuarta Enmienda. Quedé en segundo lugar en nuestra competencia y obtuve una valiosa carta de recomendación de uno de los profesores de Derecho de la universidad. Su pequeño acto de amabilidad marcó el inicio de una vida vivida con intención y con una comunicación clara con quienes me rodean. Desde ese momento, aprendí a confiar en los demás. Él pudo haberme reprobado. Habría perdido mi beca y habría tenido que abandonar los estudios. Pero no lo hizo. Me ayudó cuando más lo necesitaba. Subí mi promedio el siguiente semestre. Fue el mejor profesor que tuve. © TheItchyWalrus / Reddit

“Otro usuario de Reddit me compró estas pizzas. Publiqué un mensaje para contar que, tras el paso del huracán Irma, había perdido todo, excepto mi empleo, y que ahora no tenía un lugar donde vivir. Solo estaba pidiendo consejos, pero alguien con buen corazón se aseguró de que tuviera una comida caliente. ¡Muchísimas gracias!”

  • Crié solo a mi hijo Max después de que su madre nos abandonara cuando él tenía cinco años. Justo después de que se graduó de la universidad, ella reapareció de repente y Max comenzó a distanciarse. Preocupado, fui a su casa y me quedé paralizado en cuanto entré y lo vi llorando. Había estado ahorrando dinero para su futuro, pero cuando su madre le dijo que necesitaba una operación, se lo entregó todo. Más tarde descubrió que ella había fingido la enfermedad solo para quedarse con el dinero. Al día siguiente, desapareció y no volvió nunca más. Lo único que pude hacer fue recordarle a Max que no era su culpa y que todavía tenía un futuro por delante, incluso sin ella. Con el tiempo, agradecí que confiara en mí lo suficiente como para contarme lo ocurrido, porque no sé qué habría sucedido de otra manera.
  • Cuando tenía nueve años, estaba esperando el autobús escolar en pleno invierno de Wisconsin. Llevaba un abrigo delgado y no tenía gorro ni guantes. Una mujer que pasaba en su auto me vio y se detuvo para darme una manta que llevaba en la parte trasera. Era larga y angosta, así que la envolvió alrededor de mi cabeza y mis hombros, como si fuera una gran bufanda. Recuerdo que le di las gracias, aunque me sentía confundido. Le dije que no sabía cómo se la iba a devolver cuando terminara de usarla. Ella me abrazó y me dijo que no me preocupara. Aún conservo esa manta. © saintdelft / Reddit

A veces, la amabilidad no solo mejora un poco el mundo, sino que reescribe por completo la historia. Y si esto te conmovió y quieres conocer más historias reales donde todo cambió en un instante, no te pierdas estos 10 relatos que demuestran que el karma puede ser el mejor guionista de la vida.

Imagen de portada saintdelft / Reddit

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