19 Mujeres embarazadas cuya visita al hospital no estuvo exenta de aventuras

Historias
hace 2 años

El nacimiento de un bebé es un evento conmovedor e importante para una mujer. Y nadie quiere que ese momento se vea ensombrecido por situaciones ridículas. Sin embargo, la vida no siempre transcurre según el escenario ideal.

En Genial.guru leímos historias sobre mujeres embarazadas y descubrimos qué cosas memorables les sucedieron en el hospital de maternidad, además del nacimiento de su bebé.

  • La verdad es que las hormonas son algo terrible. Recuerdo cómo, después de dar a luz, me hicieron perder la cabeza por completo. Al regresar a casa me parecía que era un departamento ajeno, y que tampoco era mi esposo, o sea, todo se veía igual, pero la sensación era que me estaban engañando, y yo tenía muchas ganas de huir con mi hija de vuelta al hospital. Pero al final mi esposo pudo curarme con un abrazo. © Oídoporahí / VK
  • Mientras estaba en el hospital, lloraba por cada verso conmovedor que leía. Me costó, pero pude volver a la normalidad. © obayasha / Twitter
  • En el hospital de maternidad donde estaba, trabajaba una excompañera de clase de mi esposo. Durante un recorrido, me hizo una pregunta brillante: “¿Y cómo se siente tu marido con el hecho de que Inga está embarazada?”. Resultó que Inga era la chica que le gustaba a él en la escuela. Después de una pausa, respondí que sinceramente esperaba que mi esposo no hubiera tenido nada que ver con ese embarazo. ¿Para qué hacerle semejantes preguntas a una mujer embarazada? © kazizya / Pikabu
  • Una amiga trabaja en un hospital de maternidad. Me contó una historia divertida. Una vez tenían a una mujer que ya tenía dos hijos. Ella y su esposo soñaban con tener una niña, lo pensaron durante mucho tiempo y decidieron hacer un tercer intento. Al final, tuvieron 2 varones gemelos. Durante un largo tiempo, la mujer no podía creer en los resultados de la ecografía, con la esperanza de que fuera un error. Decía que era imposible. Todo el hospital trataba de calmarla. Siguió llorando hasta el último día. © Oídoporahí / VK
  • Durante el embarazo compraba tomates y los comía como nunca en mi vida. Y a unos días del parto, me dieron muchas ganas de comer pan negro con mantequilla y queso, estaba casi temblando. Se lo pedí a mi esposo. Él fue a comprar y vino con una hogaza de pan negro, un paquete de mantequilla y queso. Miré todo eso y me di cuenta de que ya no lo quería. © dobraya_utra / Twitter
  • Me pasó una historia muy rara en el hospital de maternidad. La enfermera pensó que se había vuelto loca cuando llenaba el papeleo. Otra paciente y yo no solo nacimos el mismo día, sino el mismo año y en el mismo pequeño pueblo. Ambas nos llamábamos Elena. Y después de 36 años nos encontramos en el mismo lugar de una ciudad lejana para dar a luz a nuestros hijos el mismo día. © Oídoporahí / VK
  • Tuve 6 parteras. La principal se asomó hacia mi habitación para ver cómo estaba (antes de eso había asistido a otro parto) y preguntó si podía comer. Terminamos conmigo pujando, la primera partera asistiendo al parto, otra ayudando y la tercera sentada al final de la habitación observando y comiendo pizza. © Hydronymph / Reddit
  • Mamá dijo que cuando estaba en el hospital, una vez pensó que me estaba asfixiando y comenzó a entrar en pánico. Y los médicos la calmaron y le dijeron: “¡Su hija también puede tener hipo!”. © soni0k_ / Twitter
  • Pasamos el registro, nos llevaron a mi esposo y a mí a la sala de parto. Las salas eran individuales, muy cómodas. Eran como las 2 de la mañana, estaba lloviendo. Entró la partera y dijo: “¿Quieres que te ponga música? Cualquiera, a tu gusto”. Y yo dije: “No, quiero escuchar la lluvia”. Luego el personal me hacía bromitas hasta que me dieron de alta, como la mamá más romántica que quiso parir acompañada por la sinfonía de la lluvia. © Nana_banana / Genial.guru
  • A los médicos se les agradece por cuidar a la paciente. Yo les regalé cosméticos a las parteras. Pero mientras estuve en el hospital de maternidad, el regalo más padrísimo para los trabajadores resultó ser un embutido. Todo el personal festejaba, y nosotros sentíamos los aromas en las salas. © Salenui / Twitter
  • Estaba en el hospital de maternidad, en mi noveno mes de embarazo. Una de las enfermeras que repartía comida era buena, les daba a todos lo suficiente, comíamos muy bien. Pero la otra les decía a todos “lo siento, pero es la porción prescrita, 20 g de gachas (lo recuerdo como si fuera ayer, eran 2-3 cucharadas)”, y se quedaba con el resto de la comida para ella. El hospital estaba a 300 km de mi casa. No había comedor. Así que me quedaba con hambre cada dos días, llorando por las noches. Y a esa enfermera no le hicieron nada: ¡estaba repartiendo según la norma! © Oídoporahí / VK
  • En el hospital, cuando recién había nacido, la enfermera me puso en el pecho de mi madre. Mamá me miró e inmediatamente le pidió a la mujer que me llevara lo antes posible: “¡Dios mío, llévatela! ¡Se parece a mi suegra!”. Solo años después la enfermera me contó esta divertida historia sobre cómo mi madre no quería mirar a su bebé porque se parecía a su suegra. © Irgendwasaufdeutsch / Reddit
  • Mientras estaba en el hospital, mi suegra decidió ordenar nuestro departamento antes de que me dieran el alta. Obvio que tenía buenas intenciones. ¡Pero lo que más me enfurece es el “orden” que hizo en mi armario! © yuliankaZ191116 / Twitter
  • El parto fue rápido, en el proceso solo me preocupaba lo que mi esposo y yo íbamos a cenar. Terminé pidiendo un sándwich sin coles, con miedo de sentirme mal por ellos. Pero mi esposo sí se pidió un sándwich con coles. Pasó los siguientes dos días con una intoxicación alimentaria, y yo estaba agradecida por ese sándwich que me esperaba después de dar a luz. © fizzlediz / Reddit
  • Cuando estaba en el hospital, mi esposo me traía todo tipo de cosas ricas. Y por alguna razón, muchas mujeres en la sala y los médicos se sorprendían y decían que me estaba mimando demasiado. Sorprendentemente, para algunos, la preocupación de un marido por su esposa se considera algo anormal. © kisselek_ / Twitter
  • Cuando estaba en el hospital, mi esposo (ahora ex) preguntó: “¿Cuándo tendremos el próximo?”. Tuvo suerte de que entonces yo estuviera exhausta y no pudiera ni siquiera levantarme. © ko_anastasya / Twitter
  • Di a luz a mi hijo en el hospital de un pequeño pueblo. La doctora llegó del quirófano de otro hospital, apenas a tiempo para el parto. ¡Tenía tanta prisa que entró a la sala con un casco de bicicleta en la cabeza! © CootieM0nster / Reddit
  • Estaba en el hospital de maternidad, me darían el alta a partir de las 11 a. m. Lo único que quería era finalmente llegar a casa. Junté mis cosas y me puse a esperar. Mi marido estaba a 10 minutos en auto del hospital. Como resultado, vinieron con mi madre a buscarme recién a las 14:00. Y eso que era fin de semana. A la pregunta “¿Por qué?”, me contestaron: “Es que estábamos buscando flores. ¡Recorrimos toda la ciudad en busca del ramo correcto!”. En eso había insistido mi mamá. Y todo lo que quería yo era llegar a casa, cerrar todas las puertas y ventanas y dormir con el bebé. © Whiteprinses / Pikabu
  • Compré una hermosa manta verde claro para cuando nos dieran el alta a mi hijo recién nacido y a mí. Le indiqué a mi esposo dónde estaba la manta, y en la víspera del alta se lo recordé nuevamente para que no se la olvidara. ¿Y qué crees que trajo el día del alta? ¡Una carpeta de plástico verde! Me sigo preguntando cómo no me divorcié de él en ese mismo momento. © Elizaveta Mochalkina / Genial.guru

¿Tienes alguna historia que haya sucedido durante un embarazo y que de inmediato se haya convertido en una leyenda familiar?

Imagen de portada Whiteprinses / Pikabu

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Mala idea preguntar a una mujer que acaba de dar a luz que para cuando el siguiente

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