19 Veces en que los profesores, sin saberlo, dejaron una huella imborrable en la memoria de sus alumnos

Gente
hace 4 años

El período de escolarización no solo nos brinda conocimientos y habilidades, sino también recuerdos invaluables. Para algunos son lindos y conmovedores, para otros son divertidos, y para el resto, solo pensar en esos momentos puede hacerlos temblar.

En Genial.guru nos pusimos un poco nostálgicos por la época escolar después de leer las historias de los protagonistas de nuestro artículo de hoy.

  • Me lo contó mi padre. En su escuela tenían a una profesora de lengua y literatura que se avergonzaba de decir la palabra “busto”. Él recordó un viaje a un museo en el que cerca del busto del escritor, la maestra dijo: “Miren, niños, esto es un... espantapájaros de Shakespeare”. © EchoNight / Pikabu

  • En la escuela secundaria teníamos una maestra anciana muy amable. A menudo nos compraba materiales para las lecciones con su propio dinero. Una vez compró 20 estuches con lápices, reglas, borradores y todo lo demás. Salió al pasillo durante una lección por 5 minutos, y los niños empezaron a tirar esos estuches con lápices, rompiendo todo. Cuando la maestra regresó a clase, se puso a llorar. Y luego les dio dulces a todos y se disculpó por haber perdido el control de sí misma. Aunque éramos nosotros quienes deberíamos haberle pedido perdón. © elle-noelle / Reddit

  • Una maestra que teníamos siempre publicaba fotos de su anciano cocker spaniel en todas las redes sociales. Luego, el perro se enfermó y murió. La mujer estaba terriblemente triste y se tomó unos días libres. Toda la escuela recaudó dinero, compramos un cachorro de la misma raza y se lo regalamos cuando regresó al trabajo. La maestra estaba tan feliz que incluso se puso a llorar. © demonardvark / Reddit

  • En el kínder, un niño dijo: “La luna es una estrella”. Yo respondí: “¡Sí, claro! Papá me compró un libro sobre el sistema solar. La luna es un pequeño planeta que gira alrededor de la Tierra”. Decidimos preguntarle a la maestra. Ella dijo: “Tanto la luna como el sol son estrellas”. El niño: “¡Te lo dije!”. © Marcus Geduld / Quora

  • Recuerdo que, en sexto grado, en la clase de estudios sociales, debíamos responder unas preguntas al final de un texto. Había una que decía: “En el futuro, ¿quién será responsable de los ingresos materiales en tu familia?”. Un compañero de clase respondió: “Bueno, yo ganaré dinero y mi esposa se quedará en casa. ¡No quiero que trabaje!”. La maestra, con una tristeza indescriptible, dijo: “Está bien, siéntate, me gustó tu opinión, se la comentaré a mi esposo...”. © unknown author / Ideer

  • Estaba defendiendo mi tesis a través de Zoom frente a unos profesores. El tema de la disertación era la respuesta inmune de los peces a los parásitos. Una de las profesoras se unió más tarde que todos los demás y se olvidó de apagar el micrófono, así que todos escuchamos esta hermosa frase: “Shhhh, mami está escuchando sobre los parásitos de los peces. Esto, por cierto, también puede sucederles a ustedes si no dejan de orinar en el estanque de los peces”. © daemare / Reddit

  • En la clase de economía doméstica teníamos una maestra regordeta y mala que se llamaba Natalia. Dos estudiantes se quedaban para unas clases adicionales en las que descosían y modificaban delantales de cocina. Después, las niñas recibían hermosos cortes de telas, con los cuales cosían faldas y blusas. Descosieron y cosieron unas 100 veces. Una niña era de una familia numerosa, la otra era yo. Después del noveno grado, viviendo en una residencia universitaria en otra ciudad, me convertí en una estrella y obtuve grandes ingresos: cosía cremalleras a mano, agregaba volantes a las blusas, reparaba ropa, etc. Muchos, muchos años después, me di cuenta de que aquella amable mujer sentía lástima por dos niñas de familias pobres, y los hermosos cortes de tela salían de su bolso. Tuve una persona así de maravillosa en mi vida. Nunca llegué a darle las gracias, lamentablemente. © sluimer / Pikabu

  • Unos días antes de la graduación, me di cuenta de que no tenía dinero para ella. Desesperada, le escribí una carta a mi maestra favorita pidiéndole que me prestara 50 USD para la entrada. Ella no me respondió. Más tarde ese día, en medio de una lección de historia, esta profesora tocó la puerta y me llamó al pasillo. Pensé que iba a regañarme y que me diría que no podría ir al baile de graduación. Pero ella me dio los 50 dólares. Le pregunté: “¿Por qué confía en una adolescente?”. Y ella dijo: “Eres una buena chica y me caes bien. Sé que me lo devolverás”. Se lo devolví, por supuesto. Y fui al baile de graduación y la pasé muy bien allí gracias a esa maestra. Nunca lo olvidaré. © Haley Paro / Quora

  • Tuve una terrible primera maestra. En clase se peinaba, vertiendo abundante laca en su cabello, por lo que nos costaba respirar. Además, se pintaba las uñas. Su hija estudiaba con nosotros, y su esposo se iba a trabajar a algún lugar lejano, y al volver, organizaban sus reuniones directamente en nuestra aula. Sacaban de bolsas la ropa nueva que él traía como regalo. En general, nosotros, los estudiantes, no le importábamos en absoluto. Así pasamos unos 2 años, y luego ella afortunadamente renunció. © Oksana Dashkevich / Facebook

“Mi hija tiene sus primeras vacaciones en la escuela. La maestra les asignó a los estudiantes varias tareas: comer una deliciosa sopa de calabaza, beber té, volar una cometa, construir una acogedora cueva de mantas... Y le regaló a cada uno una bolsita de té. Mi hija está contenta: hoy podemos hacer la primera tarea”.

  • Una vez, durante la clase, sonó un teléfono. La melodía se reprodujo durante aproximadamente un minuto, hasta que la maestra de matemática se dio cuenta de que era su celular. Y, como si nada, lo sacó de su bota, habló y volvió a ponerlo allí. © sladkijblinchik / Twitter

  • Nuestra maestra pasaba un momento difícil en su vida. Le dijimos que habíamos hecho todo y que ella podía descansar un poco (la lección era en línea). Decidió apagar el micrófono y dormir. Pero no lo apagó. Su esposo llegó y ella le dijo sobre nosotros: “Tuve tanta suerte con ellos”, y luego se puso a llorar. La escuchamos, pero no le dijimos nada para no avergonzarla. Luego le enviamos un regalo de parte de toda la clase. © Unknown_user_12 / Reddit

  • En el distante sexto grado, yo no era muy bueno en las matemáticas. Después de otra vergonzosa respuesta cerca de la pizarra, mi maestra dijo: “Verás, amiguito, el hombre realmente desciende de un mono, pero el proceso inverso también es posible”. Y, sabes, realmente comencé a esforzarme más después de eso. © Lozbenev Pavel / Yandex

  • En cada lección, nuestra profesora de biología verificaba si habíamos llenado nuestro cuaderno con las observaciones fenológicas: la temperatura, el viento, la humedad, observaciones de la naturaleza, de los animales, de las plantas y cualquier nota sobre el tema. El cuaderno se llenaba con dificultad, pero la maestra nos ponía una mala nota si no lo hacíamos. Así que teníamos que cumplir. Años después, me di cuenta de que todos los días observo muchas cosas interesantes en la calle. © unknown author / Ideer

  • En el noveno grado, un nuevo historiador vino a nuestra escuela. Comenzó su primera lección sugiriendo que en la primera página del cuaderno escribiéramos con grandes letras lo siguiente: “¡La opinión del maestro no es la última verdad! ¡No solo podemos, sino que debemos discutir con él y argumentar nuestro punto de vista!”. © yama2 / Yandex

  • La maestra de nuestra clase recolectaba dinero para las tizas todos los meses porque se terminaban rápidamente. Un día entramos accidentalmente a su oficina después de las clases, ¡y estaba allí sentada, comiéndose nuestras tizas! © cybernadja / Twitter

  • Teníamos una profesora de lengua y literatura. Muchos le tenían miedo, a varios no les agradaba. Pero a mí me cambió por completo, ¡recordaré su lección por el resto de mi vida! Una vez hice alguna travesura en la clase de biología y, como castigo, el maestro me hizo leer unas 10 páginas de un texto que luego tendría que contar con mis palabras. Me quedé en blanco en el primer párrafo. No me venía nada a la mente. Me quedé en la escuela hasta la noche, mirando fijamente esa página. Resultó que esa profesora se había asomado varias veces, me había observado, y, a última hora, antes de irse a su casa, me preguntó qué pasaba. Le dije que estaba atascado, que no lograba memorizar nada. Ella tomó el libro, lo miró y dijo: “Tu error es que estás tratando de recordarlo todo. Pero aquí hay mucha agua. Para darte cuenta de qué habla, busca las palabras y las frases clave. ¡Recuerda solo la esencia! No prestes atención a las palabras vacías”. ¡Eso sigue ayudándome hasta el día de hoy! © Jacquet Iz Agradecido / Facebook

  • En la universidad hice una pasantía en biología en el mar del Japón. Una noche nadamos sin trajes de baño con nuestras profesoras, 3 mujeres de edad avanzada. Solo había alumnas y maestras. Todavía lo recuerdo. Al final, los biólogos son personas muy especiales. © BelkaUSA1983 / Pikabu

  • Recuerdo a mi nueva profesora de educación física. Tenía las proporciones corporales de una pelota: pequeña y casi esférica. Una vez nos puso en fila y nos dijo: “Mis queridos estudiantes. Durante el próximo año académico participaremos en un deporte maravilloso: el baloncesto”. Nos echamos a reír, porque qué podía saber ella sobre eso. Y esta señora, sin dejar su lugar (y estaba parada en el centro de la cancha), sin apuntar para nada, lanzó una pelota de baloncesto directamente al aro. Todas las preguntas fueron respondidas de inmediato y comenzamos a respetarla mucho desde entonces. © pomarki / Pikabu

¿Qué incidente de la vida escolar recuerdas incluso en la actualidad?

Imagen de portada daemare / reddit

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