16 Historias de la vida de embarazadas que podrían pasar de generación en generación

El verano es el momento de las vacaciones, pero uno no siempre puede irse de viaje a algún lugar y desconectarse del trabajo (o aún falta para que lleguen las preciadas dos semanas). Entonces la fatiga y los nervios acumulados durante los días laborales terminan generando historias graciosas que dan ganas de reír y llorar al mismo tiempo: una resma de papel sin desempacar dentro de una impresora, unas notas nerviosas en la oficina y fuera de ella, y hasta unos consejos farmacéuticos brillantes.
Genial.guru ha recopilado 21 historias divertidas, nerviosas y a veces terribles, cuyos protagonistas quieren, o más bien necesitan, descansar con urgencia.
“¿Es una persona nerviosa? Sí. No”.
“Si veo que dejas la caca de tu perro en mi césped, la tomaré con mis propias manos y untaré tu nuca con ella”.
“Ella creía que podría, pero estaba tan cansada que no pudo”.
“¿A quién pudo siquiera habérsele ocurrido aceptar esta devolución? Esto es de la colección de verano del 2000. ¡Fue hace casi 17 años! ¡Nuestro período de devolución es de 45 días! Si no están seguros, ¡PREGUNTEN! La gestión”.
“Oye, si la puerta del baño común está cerrada, no te olvides de intentar abrirla de nuevo para que a la persona que está sentada allí le de un estado de miedo paralizante”.
“Medicamentos”.
“El chico calvo”.
“¡Rehacer! ¡Nada de dibujos! ¿Cuántas veces tenemos que hablar de esto?”.
“Arruina los ojos, no el hígado. No bebas, lee un libro”.
¿Alguna vez has tenido una experiencia divertida debido a la sobrecarga de trabajo?