20+ Rarezas de la vida en Suiza que están bien ocultas de las miradas indiscretas

Lugares
hace 3 años

Desde hace varios años, Suiza es reconocida como el mejor país para vivir. No es de extrañar, ya que es un estado que cuenta con comodidades y posee una naturaleza de una belleza deslumbrante: aquí puedes terminar de trabajar en la oficina por la tarde y 15 minutos después, nadar en el lago más limpio y puro. Pero, además de los famosos paisajes increíbles, el delicioso chocolate y los bancos confiables, el país tiene con qué asombrar a los visitantes.

Genial.guru se sumergió en la cultura de Suiza, notó las peculiaridades de la vida cotidiana de las personas que habitan en el país más rico del mundo y descubrió si los emigrantes pueden vivir allí con dignidad. Y como bono adicional, encontrarás fotos que ilustran lo detalladamente que los lugareños piensan en los matices de la comodidad, no solo de sí mismos, sino también de sus mascotas.

1. Algunas personas no creen lo caro que es vivir aquí hasta que visitan este país

1 franco suizo = 1,12 dólares.

Los salarios en Suiza les parecen a los visitantes obscenamente altos, pero esta sensación desaparece cuando ven los precios incluso en los supermercados comunes. Por ejemplo, el costo de 1 kg de pollo es de 15 francos (alrededor de 17 dólares); del pescado y de la carne de res, en promedio, 40 francos (45 dólares). Puedes ahorrar un poco si compras todo en las cadenas de tiendas alemanas: allí la carne de cerdo costará alrededor de 14 francos (16 dólares) por kg.

Una mujer vino a vivir aquí, y estas fueron sus observaciones: “Cuando me mudé a Ginebra, al principio tenía la costumbre de convertir todos los precios a la moneda de mi país, pero, afortunadamente para mi sistema nervioso, dejé de hacerlo. Por ejemplo, compras un shawarma sabroso y barato en un café de la calle por 12 francos, lo muerdes y te das cuenta de que pagaste15,50 dólares por él. Una manicura común cuesta alrededor de 65 dólares; un corte de pelo, no menos de 80 dólares. Para que una pareja sin hijos pueda permitirse una vida de un nivel promedio de comodidad, sus ingresos mensuales no deben ser inferiores a 5500 dólares”.

2. Pero los precios son estables aquí

En todas las tiendas, el costo de los productos es aproximadamente el mismo. La única forma de ahorrar dinero es comprar productos que estén en liquidación. La mayoría de las tiendas realizan reducciones diarias de precios de hasta un 50 % para productos seleccionados con una vida útil de 1 o 2 días.

Una joven cuenta su experiencia: “Cuando me enteré de que hay un mercado de alimentos en nuestra ciudad dos veces por semana, me puse contenta pensando que podría encontrar verduras y frutas allí a un precio más atractivo. Imagina mi sorpresa cuando vi unos precios incluso más altos que en los supermercados. Resultó que los agricultores de la región local participan en estos mercados de alimentos y se aseguran de que todas las verduras y frutas que venden se cultiven en los campos vecinos, cosa que les permite venderlos a precios inflados. Y los suizos pagan más por los productos regionales para apoyar a los agricultores”.

Un residente suizo comparte su experiencia: “Irónicamente, la gasolina suiza es barata. Recuerdo que en 1979 pagaba 1,20 francos por 1 litro. 40 años después, el precio apenas subió hasta 1,70 francos. El franco suizo tiene casi el mismo valor que el dólar estadounidense”.

3. Alquilar un departamento es un verdadero desafío

Los propietarios de los departamentos son muy exigentes y piden muchos documentos que confirmen la solvencia de los inquilinos. Sin un trabajo y un seguro, será casi imposible encontrar una buena opción de vivienda. También es habitual pedir cartas de recomendación a un empleador que atestigüe tu solvencia y tu seriedad.

“Los precios de los departamentos en Suiza son altos, especialmente si consideramos la vivienda en las grandes ciudades o en lugares cerca de los lagos. Pero incluso en las ciudades pequeñas, las buenas opciones también se alquilan a un alto costo. Por ejemplo, alquilamos nuestro departamento de 85 metros cuadrados por 1450 USD al mes. A modo de comparación: por un departamento así en las grandes ciudades (Zúrich, Ginebra, etc.) te pedirán exactamente el doble”, dice una mujer que vino a vivir a este país.

Los departamentos suelen alquilarse sin muebles e incluso sin lámparas de techo. En el trabajo comprenden la situación en la que están inmersas las personas que se mudan y les dan a los empleados tiempo libre que se llama “días para la mudanza”.

Una pareja que se mudó a Zúrich guarda una impresión imborrable de la experiencia de haber buscado un piso: “Al principio, buscaba una vivienda por mi cuenta y enviaba dos solicitudes al día, sin éxito. Desesperados, contratamos a un agente por 100 dólares la hora. Como resultado, yo misma accidentalmente encontré el departamento adecuado. Para poder quedarnos con él, prácticamente tuve que darle un soborno al inquilino que se estaba yendo y le compré todos los muebles: por eso él no le mostró a la agencia las solicitudes de los otros pretendientes. Para firmar un contrato de alquiler, debes proporcionar documentos del trabajo y un certificado que indique que no tienes deudas”.

4. Los seguros son obligatorios

Los residentes locales deben tener un seguro médico y pagarlo ellos mismos. Una joven y su familia se mudaron a Suiza y ella cuenta lo siguiente: “Todo residente debe pagar algo así como un impuesto a la medicina: unos 2500 francos por adulto (más de 2700 dólares). Esto te asegura atención médica gratuita. Pero la odontología se paga aparte: una cita con el dentista cuesta 200 francos (210 dólares), y hacer un canal de conducto cuesta cerca de 1 mil francos (aproximadamente 1100 dólares). ¡Suena poco realista para los estándares de cualquier otro país!”.

5. Sin embargo, un seguro médico caro no garantiza un enfoque serio del tratamiento

La medicina aquí se guía por el principio de “no hacer daño”; es decir, si existe la oportunidad de no interferir, los médicos no lo harán. Nadie va a prescribir procedimientos y medicamentos innecesarios. Los residentes locales no se someten a análisis periódicos: es caro y oneroso para el seguro. Si se enferman, acuden al médico con su problema. Y él les responderá exactamente sobre ese problema. O al menos intentará responderles.

Una mujer que vive en Suiza habló sobre su visita al médico: “Hubo en mi vida un momento de bronquitis persistente, tan fuerte que no me dejaba dormir. Unas 6 horas en la fila del hospital dieron como resultado unas, prepárate, pastillas de anís para la tos. ¡Y eso fue todo! Al darme cuenta después, ya en la farmacia, de lo que me habían recetado, me di por vencida y recurrí a los métodos de la medicina tradicional, inhalaciones y todo eso. Una semana después, en otra consulta médica, cuando la doctora se enteró de que había hecho inhalaciones, dijo: ’Oh, sí, también puedes usar esto para hacer inhalaciones’. Gracias, querida, ¿dónde estabas antes? Y lo más importante, la factura de más de 300 francos por unos caramelos de anís era algo muy a lo suizo”.

6. Recibir tratamiento y comprar alimentos en otros países para ahorrar dinero es una práctica habitual

Muchos suizos que viven en la frontera con Alemania, Francia o Italia viajan a estos países para comprar alimentos. En las ciudades fronterizas se han construido grandes centros comerciales con hipermercados y tiendas de ropa. Sin embargo, existen restricciones sobre la cantidad de bienes que se pueden importar, y los guardias fronterizos lo monitorean de cerca.

Por ejemplo, no se pueden llevar más de 20 kg de frutas o verduras por persona, 5 litros de leche y 3 litros de jugo. A lo que hay que prestar especial atención es al límite de transporte de no más de 0,5 kg de carne. Esto no incluye pollo, salchichas y otros productos cárnicos, de los que se pueden comprar hasta 3,5 kg adicionales. Si las personas que van a comprar comida son dos, entonces, en consecuencia, el límite se duplica.

7. Las multas son otro asunto financiero difícil

Hay cámaras en casi todas las intersecciones en Zúrich, que registran e instantáneamente transforman en multa cualquier infracción que se cometa en las carreteras, por menor que sea. El aparcamiento es muy caro y no puedes dejar tu coche en la calle durante más de una hora y media. Por lo tanto, muchos rechazan el uso de los automóviles y utilizan el transporte público o la bicicleta.

Pero las multas no solo se aplican a los conductores. Puedes recibirlas por cualquier infracción, y la historia que cuenta esta bloguera lo demuestra: "El otro día, en Zúrich, una chica se subió a un tren e inmediatamente compró un boleto a través de una aplicación. Sin embargo, el controlador dijo que el boleto no era válido, porque se compró 38 segundos después de que el tren partiera. La chica trató de explicarle que Internet era lento y que, a fin de cuentas, sí tenía el tiquete, por lo que el controlador emitió una multa de 30 francos en lugar de 90, que es lo que se cobra cuando no hay boleto en absoluto. El precio del boleto, por cierto, es de 8,6 francos. ¿Una locura o justicia?

8. El esposo debe mantener a la exesposa en caso de divorcio

Aquí hay una ley que obliga al esposo a pagar la pensión alimentaria no solo de los hijos, sino también de la exesposa en caso de divorcio. Más precisamente, la pensión alimentaria la paga “un exmiembro de una unión matrimonial con ingresos más altos en comparación con los ingresos del otro miembro de dicha unión matrimonial”. La mayoría de las veces, este papel lo asumen los hombres, y el tribunal los obliga a pagar dinero por la parte de sus ingresos que las mujeres perdieron al separarse de ellos.

9. Los pasos de peatones en Berna están revestidos con cristales de Swarovski

Al pintar los pasos de peatones, los trabajadores mezclan pintura amarilla con pequeños cristales de Swarovski para aumentar el efecto reflectante durante la noche. Cada 1 km2 requiere 500 g de perlas de cristal. La visibilidad óptima se logra cuando la mayoría de los cristales están en la pintura y solo un tercio sobresale.

10. Los lugareños clasifican cuidadosamente la basura y mantienen la limpieza

“Encontré un cubo de basura para cajas de pizza en Suiza”.

El mínimo obligatorio es la recolección separada de vidrio, papel, plástico y desechos orgánicos, pero también puedes encontrar contenedores de basura para espinas de pescado y huesos de carne, para latas de crema y productos químicos domésticos, o tazas de café. Y la mayoría de las personas los buscan, porque si arrojas basura en contenedores de la ciudad separándola inmediatamente, entonces es gratis; en cambio, si pones todo en un paquete y lo tiras a la basura, entonces necesitarás comprar bolsas de basura especiales. Cuestan alrededor de 1 franco por una bolsa de 20 litros. Y para deshacerte de algo grande, por ejemplo, ruedas viejas, tienes que llevar el objeto a un punto de reciclaje y pagar alrededor de 33 USD.

  • Este es un sector que se coloca debajo del fregadero: a la izquierda hay un compartimiento grande para desechos mixtos, en la parte superior derecha se colocan las baterías, y en la parte inferior derecha hay un contenedor para desechos orgánicos y verdes que se convierten en abono. © demena / Pikabu

“Conocí a un suizo que estaba estudiando con nosotros por un intercambio. Hace poco salimos a pasear con unos amigos y lo llevamos con nosotros. En un momento comenzamos a hablar sobre las condiciones de las ciudades y los pueblos. Un chico dijo: “Nunca he estado en Suiza, pero sé que allá todo es impecable, cada calle parece un cuadro”. El suizo lo miró como si estuviera loco y dijo: “¿Estás bromeando? ¡Es un estereotipo! Métete en Google Maps y asómate a cualquier pueblo pequeño, especialmente en las montañas. Y verás el desastre que hay allí”. Nos quedamos impactados, inmediatamente sacamos una computadora portátil y decidimos ver qué pasaba allí exactamente. Hicimos un acercamiento y ahí:

“¡Pero si se ve genial!”.

“Jaja, sí, los engañé. Allá realmente todo se ve genial en todas partes”. © Annike09 / Pikabu

11. Comida popular en Suiza

El alto precio de los alimentos se debe al hecho de que allí simplemente no hay productos malos. El gobierno apoya a los agricultores y las leyes protegen a los animales, por lo que no se puede encontrar carne barata, solo hay carne cara y de alta calidad. Las verduras y los quesos son deliciosos. A los suizos les encanta el queso, que a menudo constituye la base de los platos nacionales. Para los turistas hay degustaciones de fondueraclette (queso fundido).

“Soy igualmente indiferente al queso y al chocolate. El chocolate Lindt suele ser más barato en mi ciudad. Y el helado local, Mövenpick, con caramelo resultó no ser tan increíblemente delicioso como cabría esperar. Mi perdición es el pan, aunque cuesta 2 o 3 francos por baguette (2,25 a 3,40 USD), pero fácilmente puedo comerlo entero de una vez, es muy sabroso. Y, por cierto, no se vuelve rancio en mucho tiempo y nunca se me puso mohoso”, contó una joven que vive en Suiza.

Máquina expendedora de queso.

12. Hay varios idiomas oficiales

Hay cuatro idiomas oficiales en Suiza: francés, alemán, italiano y romanche. El idioma cambia según la ciudad, pero la mayoría de las personas del lugar hablan varios idiomas. El alemán local, por cierto, es muy diferente del original.

Esto es lo que notó una mujer que ha estado viviendo en el país durante dos años: “La expresión hoch Deutsch (literalmente traducido como ‘alto alemán’), como se llama al alemán común, ofende fuertemente los sentimientos de los suizos, porque dicen que si ese alemán es alto, ¿entonces el alemán suizo es bajo o qué? En definitiva, comenzaron a llamar al alemán standart Deutsch y viven en la ilusión de que alguien usará este término alguna vez (los alemanes abandonaron el chat). En realidad, los suizos simplifican la gramática alemana, no usan artículos ni todo tipo de terminaciones”.

13. La gente pasa mucho tiempo en la naturaleza

Los domingos la vida se congela, su flujo parece detenerse por completo. Y ni siquiera se trata de tiendas y restaurantes que no abren. Aunque por supuesto que no abren: se considera que todo el mundo necesita un fin de semana libre, incluidos los trabajadores de gastronomía y los cajeros.

Una mujer que vive en Suiza compartió su experiencia sobre este tema: “En Burgdorf por la mañana no encontrarás un alma en la calle. Excepto por un par de dueños de perros que pasean responsablemente a sus amadas mascotas. Al principio, era inexplicable para mí, no podía entender qué estaban haciendo todas las personas y dónde se encontraban. Más tarde me di cuenta de que los suizos salen en masa a la naturaleza en cada oportunidad que tienen, o pasan el día en su casa, compartiendo el rato con su familia o viendo la televisión”.

El clima y los paisajes difieren de una región a otra. Existe el estereotipo de que este es un país que solo tiene picos alpinos, vacas gordas y ríos de chocolate. Sin embargo, en el valle alpino de Maggia crecen palmeras, características de la costa mediterránea. En este clima se cultivan el kiwi y las bananas.

14. Los residentes suizos siguen muchas reglas

Un usuario de Pikabu contó su experiencia: “Hay reglas estrictas en todas las esferas de la vida. Por ejemplo, al ingresar a un nuevo departamento, dentro de los primeros tres días debes registrarte en la oficina de representación del edificio y familiarizarte con todas las reglas de residencia. Por ejemplo, en algunos lugares no se permiten baños de inmersión por la noche, y en otros, ni siquiera puedes tirar el agua del inodoro. Está prohibido ducharse en edificios de departamentos después de las 10 p. m. Esta ley se respeta y se toma muy en serio. Naturalmente, le pregunté a un suizo por qué era así. Y él me respondió con total seriedad: ’¡El agua es ruidosa e impide que los vecinos duerman!’”.

Así es como se ven las bolsas de basura pagas.

No se puede tirar la basura a los contenedores en otras bolsas, simplemente no se la llevarán. Y es muy probable que recibas una advertencia o una multa. Otra condición curiosa de la vida: tienes que comprar bolsas de basura en la zona donde vives. Una mujer contó su experiencia: “Cuando nos mudamos, nos dieron unas instrucciones de 87 páginas en alemán que se titulaba ’cómo vivir correctamente en nuestro barrio’. Cuando me perdí en la página 3, me salteé un detalle importante sobre las reglas para la eliminación de la basura, cosa que rápidamente lamenté. Una semana después recibimos una multa de 65 francos (73 USD). Resultó que cada área tiene su propio color de bolsas de basura. La mía, que era negra, se destacaba notablemente entre las bolsas blancas con naranja de la comunidad: un vecino lo notó enseguida y se quejó”.

15. Las autoridades se preocupan por la seguridad de los residentes

Un refugio antiaéreo es infaltable en todos los edificios. Es una habitación con sistema de ventilación, reforzada con potentes bloques de hormigón armado. También hay refugios antiaéreos públicos diseñados para un cierto número de personas. Allí siempre hay un suministro de 9 litros de agua por persona, galletas saladas, fósforos, encendedores, conservas y medicamentos.

Además, los residentes reciben obligatoriamente unas píldoras especiales para tomar en caso de aumento de radiación: “Hace poco encontré un paquete de vitaminas con yodo en el buzón. El remitente era una farmacia del ejército. Lo desempaqué y quise tomar una enseguida. Mi mamá siempre me dijo que la profilaxis con yoduro de potasio es útil una vez al año. Mi esposo me miró con los ojos como platos y me quitó el paquete. Me dijo que teníamos suficiente yodo en la sal. Y esa dosis era salvaje. Resultó que el ejército proporciona yodo gratis en caso de que aumente el nivel de radiación y se necesiten primeros auxilios. Las instrucciones de las píldoras dicen: ’En caso de aumento de radiactividad, las autoridades lo notificarán a través de los medios de comunicación. Por favor, no tome pastillas sin las instrucciones de las autoridades’”, contó una usuaria de Pikabu.

16. Los suizos se oponen a la instalación de lavadoras en los departamentos

Los lugareños cumplen muy celosamente su tradición de tener una lavandería en el sótano, que se comparte con todo el edificio. Incluso si alguien quisiera instalar una lavadora en su departamento, es poco probable que pueda hacerlo. Primero, no hay salidas ni tuberías en el baño. En segundo lugar, la lavadora hace demasiado ruido.

Y para que todos puedan usar las lavadoras correctamente, los suizos llevan un horario de lavados. Es una tabla donde todo el mundo se anota con un lápiz. No se puede violar el orden de esta lista sagrada; si lo haces, los vecinos pueden llamar a la policía porque rompiste las reglas del edificio.

No obstante, si todos tienen sus propias lavadoras y secadoras, igual se ubicarán en una lavandería compartida.

17. En Suiza son populares los autos extranjeros

Por supuesto que hay autos caros, pero en cantidades muy pequeñas. La mayoría de los residentes conducen automóviles alemanes como Volkswagen y BMW. Sorprendentemente, también es popular el automóvil ruso Niva. Los agricultores de montaña están obsesionados con este coche. Le agregan un cubo al frente y así quitan la nieve.

18. El sinónimo de precisión no son los relojes suizos, sino sus ferrocarriles

“Vivo en Suiza. Este es el tren que me lleva a la escuela”.

El horario está planificado de tal manera que se pueda llegar al lugar deseado con las conexiones más cortas posibles desde cualquier pueblo de montaña en cualquier parte del país. Además, todos los trenes pasan cada 30 a 60 minutos, es decir, no hay problema si llegas tarde a tomar un tren. Y la vista que se te abre desde la ventana por el camino es simplemente impresionante. “Durante los primeros 2 años, cuando iba a trabajar, me llevaba un libro para no aburrirme en el camino. Durante los 2 años de viajes diarios de ida y de vuelta no abrí el libro. Ni una sola vez. Miraba por la ventana. El mismo paisaje”, compartió un joven.

19. La leche tiene un sabor completamente diferente

A diferencia de las vacas de las granjas lecheras de otros países, que a menudo reciben antibióticos y hormonas de crecimiento artificiales, las vacas en Suiza comen pasto. Y la leche aquí es una de las más ecológicas del mundo. Aproximadamente 270 000 vacas se envían anualmente a los pastizales alpinos al comienzo de la temporada. Vuelven cuando empieza el otoño, a mediados de septiembre.

Gracias a la hierba alpina, la leche tiene una alta densidad y un sabor inolvidable a hierba. Además, la leche obtenida de las vacas que comen hierbas aromáticas de la montaña se puede procesar en variedades únicas de queso alpino que no tiene análogos en el mundo.

20. Se puede beber agua de las fuentes y del grifo

Puedes beber de las fuentes. El objetivo principal es garantizar que las personas tengan acceso al agua potable en cualquier lugar de Suiza. Y del grifo básicamente corre agua mineral. Por eso, no te ofendas cuando en un restaurante se te ofrezca un vaso de agua del grifo. Puedes beberla sin problemas.

21. Aquí se creó un nuevo tipo de chocolate: el rosa

Es difícil de creer, pero el color único de este chocolate no se debe a colorantes, sino a los granos de cacao rojo. No se utilizan colorantes ni aromatizantes para crear los dulces. El chocolate rosa es, realmente, un gran avance en el “mundo del chocolate”. Antes de eso, había tres tipos de chocolate: amargo, con leche y blanco. La última vez que se lanzó un nuevo tipo fue en 1930: fue entonces cuando apareció el chocolate blanco. El chocolate rosa tiene una textura cremosa y un ligero sabor a frutos rojos.

22. Muchas mujeres deciden tener hijos bastante tarde

En promedio, las mujeres locales se convierten en madres por primera vez a los 30,7 años y ocupan el tercer lugar en Europa en este indicador. Las mujeres se convierten en madres a mayor edad solo en Italia y en España. En primer lugar, hoy en día la gente tiene que recorrer un camino más largo que hace unas décadas para obtener una educación superior. Como resultado, la decisión de formar una familia se pospone para más adelante.

En segundo lugar, las mujeres se han vuelto más exigentes, y esto lleva a que no sea tan fácil encontrar una pareja adecuada para formar una familia. Además, tener un niño aquí es un placer bastante caro. Por ejemplo, un día promedio en un kínder común cuesta entre 110 y 130 USD.

23. Los residentes cuidan mucho su salud y el resultado es evidente

Se le inculca al niño una cultura de la alimentación saludable desde la primera infancia. Para un refrigerio en la escuela o en el kínder, se le dan verduras y frutas. La gran mayoría de la gente practica deportes, camina, monta en bicicleta. Aquí está de moda y es completamente natural. Las personas mayores también se ven saludables y son abrumadoramente enérgicas. Aquí no son comunes las parejas de diferentes edades, y puedes disfrutar de ver a los hombres caminando de la mano con esposas de su edad. Los ancianos se sientan juntos en las terrazas de verano y se ven increíblemente tiernos.

Bono: la atención al detalle es la base de una vida cómoda

  • Los artículos de tocador de mi hotel de Suiza incluían un patito de goma.

  • Escalera para gatos.

¿Serías capaz de vivir en un país con esa forma de vida?

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