25 Historias de lectores de Genial sobre personas que dijeron una completa tontería y ni siquiera se dieron cuenta

Algunas personas, incluso las que tienen educación superior, viven según el principio “el cielo es azul, el pasto es verde, el tomate es rojo”. Debido a esto, a veces dicen cosas que hacen que los ojos de sus interlocutores se abran como platos y sus mandíbulas caigan involuntariamente. Además, todavía insisten en su inocencia y ni siquiera piensan en aceptar otra opinión.

Hace poco, los lectores de Genial.guru compartieron las frases más tontas que jamás hayan escuchado, y hemos elegido las más divertidas de ellas.

• Antes de irse al extranjero, mi amiga estaba muy preocupada porque no entendería nada. Y no solo porque no hablaba inglés, sino porque ahí los números no son como los nuestros, sino romanos. © Ergosum / Genial.guru

• Hace unos años, viajábamos en un automóvil con mi esposo y su amigo. El amigo, mirando hacia adelante y viendo en el cielo frente a él el rastro de condensación de un avión en vuelo: “¡Oh, miren, lanzaron un cohete!”. Mi esposo y yo lo recordamos hasta el día de hoy. © Elena Bazanova / Facebook

• Un compañero de clase dijo una vez que el precio del taxi nocturno es más caro porque el conductor tiene que mirar hacia la carretera y esforzarse por la oscuridad, lo que, en consecuencia, aumenta el pago de su “trabajo”. © EUPHORIA / Genial.guru

• ¡Una joven de 23 años trató de convencerme de que uno no podía sentarse en el alféizar de la ventana si hay un calentador debajo! ¡Porque puedes quedar embarazada sin contacto fisiológico! Había muchas más palabras biológicas, cuyo significado ella claramente no conocía. Tres personas no pudieron convencerla de que estaba equivocada. En ese entonces, no había Internet y no había forma de hacerla entrar a una biblioteca. © Predatory Hare / Genial.guru

• Un amigo mío estaba convencido de que el ganso es el “marido” de la pata. © Anna Tsvetkova / Facebook

• Anteayer me preguntaron si Sherlock Holmes sigue vivo... Él es inmortal, por supuesto, pero quedé perpleja... © Christina Miller / Facebook

• Una vez, en la oficina de correos, un hombre que estaba frente a mí en la fila estaba enviando un paquete a Chile. La cartera decidió corregirlo y dijo que Chile es un pimiento y no existe tal país. Cuando él le explicó que no era así, ella se preguntó por qué un país lleva el nombre de un pimiento. Intentamos sinceramente no reírnos a carcajadas con toda la fila. © Detcher / Genial.guru

• Una vez, estaba comprando linóleo en una ferretería. Había una etiqueta con el precio. Le pregunté a la vendedora: “¿Este precio es por metro lineal o por metro cuadrado?”. A lo que ella me respondió con indignación: “¡Qué dices! ¿Cómo puede un metro ser cuadrado?”. Quedé perpleja por un instante. © Elena Lomakina / Facebook

• Una vecina se acostumbró a tomar el sol en la terraza del edificio todos los días. Le dije que no fuera tan seguido porque el sol estaba muy activo este año. Ella abrió los ojos con horror y me preguntó: “¿Qué, en nuestro barrio?”. © Irena Kreybykh / Facebook

• Un transeúnte me preguntó una vez si me había resultado difícil enseñarle a caminar a mi cachorro. Pensaba que se les debería enseñar a caminar a los cachorros como a los niños. Yo tenía 16 o 17 años, y él tenía más de 40 o incluso casi 50. Y también preguntó qué tan difícil era enseñarle a caminar, porque tienen 4 patas y no entienden nuestro idioma. Hablaba con total seriedad. © Melanta Pimkina / Facebook

• Mi antiguo colega, que había defendido su doctorado en Economía, me preguntó con bastante seriedad qué era un default... © Larisa Abarenova / Facebook

• Una de mis conocidas estaba embarazada y me preguntó: “¿Cómo es que el pobre niño está sentado en la barriga? Si estoy comiendo un pepino, por ejemplo, y lo mastico mal, entonces le caerá un trozo en la cabeza. ¿No le hará daño?”. Yo ni siquiera sabía por dónde empezar a explicarle sobre anatomía. © Oksana Raikova / Facebook

• Universidad, Facultad de Derecho. Un estudiante estaba tratando de convencer a sus colegas de que las personas jurídicas son personas que se han graduado de una entidad jurídica. © Maria Butuc / Facebook

• Participé en la disputa sobre cuántos océanos había y trataron de convencerme de que eran 7. No me convencieron, gané. Otro caso: una persona adulta e inteligente quiso convencerme de que todos los pepinos son de la misma variedad. Es solo que cuanto más tiempo cuelga del arbusto, tanto más se alarga. No pude convencerle de que hay muchas variedades diferentes. © Anya Bodansky / Facebook

• Una vez, una mujer me llamó al teléfono de mi casa y preguntó por Roberto. Le respondí que tenía el número equivocado. Un minuto después, la situación se repitió. Cuando llamó por tercera vez, dije: “No hay ningún Roberto en esta casa, por favor, no vuelva a llamar”. A lo que ella respondió: “¿Así que aun si hago clic en ’repetir’ sigo llamando al número equivocado?”. © Daria De Klerk / Facebook

• Una vez, fui a una tienda informática: en ese entonces acababan de aparecer los teclados de silicona y quería uno para mí. Cuando le pregunté al vendedor sobre el artículo, el sujeto, que tenía una apariencia muy inteligente, me respondió que la silicona es una piedra y los teclados nunca están hechos de piedra. © Anna Afortunada / Facebook

• Tenía un colgante en forma de perfil de Nefertiti. El director de la escuela donde trabajaba me preguntó qué signo zodiacal era ese. © Bella Velikovskaia / Facebook

• Un día escuché que los dinosaurios se extinguieron porque el Sol explotó. Ni siquiera encontré qué responder a eso. © Svetlana Vorobyova / Facebook

• Mi mamá se iba de gira por Estados Unidos. Nuestra pariente con toda seriedad le dijo a mi madre que se tomara una foto con la Torre Eiffel de fondo. © Liana Kyureghyan / Facebook

• —¿No sabes nada de Chernóbil?
  —No, ¿cuándo fue eso?
  —En 1986.
  —¿Cómo puedo saber algo sobre el desastre de Chernóbil si nací 2 años después? © Marianna Buyukly / Facebook

¿Qué otras frases ridículas has escuchado alguna vez?