20 Lectores de Genial hablaron sobre la lección más valiosa que les enseñaron sus hijos
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Se sabe que la gente de Tíbet se distingue por su paciencia, sabiduría y visión única en todas las esferas de la vida humana. De la misma manera, en el tema de la crianza de los hijos existe una "visión tibetana" especial que ayuda a formar una persona independiente y autosuficiente, que tomará decisiones correctas y tratará a sus padres con respeto.
Genial.guru cuenta sobre 4 fases importantes que existen, de acuerdo con la sabiduría tibetana, en la crianza de un niño.
De acuerdo con el sistema tibetano de educación, durante este período el niño debe ser tratado "como un rey". No puedes prohibirle nada, y mucho menos castigarlo.
A esta edad, un niño es curioso, activo, quiere aprender y explorar el mundo. Pero todavía no sabe cómo aprovechar su experiencia y usar un razonamiento lógico. Por lo tanto, si hace algo incorrecto o peligroso, debes mostrar que estás aterrorizado y cambiar su atención a otra cosa. Las emociones son un lenguaje que los niños entienden bien en este período.
Durante este período, se aconseja tratar al niño "como esclavo", pero, por supuesto, sin crueldad. En este momento, el intelecto y el pensamiento lógico se desarrollan muy activamente y se establece la base de su futura personalidad.
Es importante dar varias tareas al niño, controlar cómo se realizan y enseñarle a estar preparado para las consecuencias derivadas de su incumplimiento. Entonces, el niño debe aprender a ser responsable de sus acciones, enfocarse en cosas positivas y evitar las negativas. En este momento, absorbe el conocimiento más rápido que nunca.
En este período es importante tratar al niño "como a un igual". Sabes que tienes más experiencia y conocimiento de la vida, pero es clave que el niño declare su filosofía de vida y muestre la fuerza de su opinión.
Así que ayúdalo en esto: pregunta, pídele sus opiniones, incentiva su independencia. Es importante aconsejar y no ordenar o prohibir, porque a esta edad se desarrolla su independencia de pensamiento, hechos y acciones.
En este momento, la personalidad del niño ya se ha formado. Ahora es importante tratarlo con respeto y dar consejos, pero no educar. Y cosecharás los frutos de tu trabajo, ya que verás que tu hijo se ha convertido en una persona autosuficiente, valiosa y respetuosa hacia él mismo, sus padres y todos los que lo rodean.