15 Historias de cómo el dinero transforma las relaciones y revela el verdadero carácter

A veces, un cambio en la situación financiera no solo afecta los hábitos y gastos de las personas, sino también sus relaciones con sus seres queridos. Por ejemplo, en la historia de uno de los protagonistas, sus familiares comenzaron a aprovecharse de él tan pronto como se enriqueció. Mientras que, en otra historia, un chico le propuso matrimonio a una joven solo después de ciertos acontecimientos en su vida.

• Una compañera de trabajo se fue de viaje de negocios y sus padres se llevaron a los niños a una casa de veraneo. Su exmarido se llevó todo del piso, excepto lo que había en el cuarto de los niños. Su ropa, las cosas de los niños que estaban en los armarios y los libros estaban amontonados en el suelo. Escribió en la pared: “Pero sigues teniendo el piso”. En la cocina quedaron el fregadero, el grifo monomando y la cocina, en el cuarto de baño solo quedaron la bañera y el grifo monomando, desmontó el fregadero y dejó el váter. El piso era de sus padres, construyeron una dacha y vivían allí permanentemente. © Svetlana S / Dzen
• Mi esposo y yo ganamos bastante bien. Tenemos amigos cuyos ingresos son mucho más bajos que los nuestros. A menudo pagamos por ellos en los cafés, compramos comida si venimos de visita y vamos a cocinar algo. Así fue durante unos cinco años. Y de repente su negocio despegó, se hicieron no exactamente ricos, pero al menos no pobres. Pensamos que tendríamos algún tipo de retribución por todos esos años. Resulta que estábamos equivocados. Seguimos pagando todas las cenas, pero ahora mi amigo tiene un teléfono caro y unas vacaciones en el mar.
• Trabajaba en un restaurante. Una vez, un grupo de 20 personas celebró su boda con nosotros. Todos se divirtieron muchísimo, bailaron hasta el cansancio y disfrutaron de la comida; al final, las mesas quedaron vacías. Tres semanas después, nos llega un mensaje de ellos: “No nos gustó nada la celebración en su restaurante, devuélvanos el dinero. No dijimos nada en ese momento porque no queríamos arruinar nuestro estado de ánimo”. Gente sorprendente. © Historias de trabajo / VK

• Se acerca la reunión de antiguos alumnos. Éramos una clase muy unida, nos llevábamos bien y muchos han confirmado su asistencia. Pero es aterrador pensar cómo la vida ha cambiado a todos en estos 14 años. Sí, muchos tienen buenos puestos de trabajo, pero algunos no lo lograron, y lo peor fue enterarse de que, por los “menos exitosos”, se tuvo que elegir un restaurante más barato. El dinero realmente cambia a las personas. © Overheard / Ideer
• Mis parientes cercanos (incluidos mis hermanos) me tienen envidia. Nunca lo habría imaginado. Hace tres años compré una casa de campo. Mi hermano mayor les preguntaba a todos: “¿De dónde sacó el dinero?”. El menor también, porque dejé de ayudarlo; antes prácticamente lo mantenía. Vivo muy cerca de todos, pero nadie me visita, como si no existiera. © Sara Manzani / Dzen
• Una compañera de trabajo ganó una gran cantidad de dinero en la lotería. Por fin pudo comprarse una cama para ella sola (antes tenía que dormir con su hijo) y un coche para llevarlo a diferentes actividades. Nada del otro mundo. Compartió todo esto en sus redes sociales, pero se quedó en shock con la cantidad de personas que ahora le piden dinero. © joyfall / Reddit

• A mi hermana le fue mal durante mucho tiempo. En 2017 no tenía vivienda propia y siempre se quedaba en casa de otras personas. Tampoco tenía un trabajo estable y apenas ganaba unas monedas. Pero tenía un corazón muy bondadoso y siempre ayudaba a todos. Mi sobrino (hijo de otra hermana) tuvo problemas, y ella no paraba de ahorrar para ayudarlo económicamente. Incluso adoptó niños de un orfanato. Y de repente, en 2019, se enteró de que su padre biológico había muerto y le dejó todo el dinero de un fideicomiso como herencia. De la noche a la mañana se convirtió en una persona muy acomodada. ¿Y saben qué? Se lo merecía. © treremay / Reddit
• Mi exsuegra me regaló una manta para mi hija recién nacida cuando salimos del hospital. Un año después, cuando mi cuñada tuvo a su bebé, se llevaron nuestra manta. No quise discutir. Hubo otras historias también. Mi exmarido estudiaba a distancia en la universidad y le pidió a su madre dinero para pagar las clases, prometiéndole que, cuando regresara del trabajo, se lo devolvería. La suegra le dio el dinero. Luego, en una fiesta familiar, con comida y todo, se pasó media velada alardeando de su hijo maravilloso, diciendo que no tenía que devolverle nada porque era un regalo suyo para sus estudios. Mi exmarido aprobó el semestre y se fue a trabajar por tres meses. Yo me quedé sola con nuestra hija. Y entonces, un día, aparece mi exsuegra preguntándome directamente cuándo le devolvería el dinero. Según ella, yo debía pagárselo porque su hijo estudiaba “por mí”, ya que cuando obtuviera su título, traería un buen salario a nuestra familia. Que yo tuviera un título universitario desde antes del matrimonio y ganara bien sin necesidad de ellos no tenía ninguna importancia. © Margarita S-Behemoth / Dzen
• Visitamos a mi prima después de un viaje de seis horas. Mi madre le pidió una taza de té, y ella respondió que no tenía. Nos comimos los sándwiches que llevábamos y nos fuimos. Nunca llegamos con las manos vacías, siempre llevábamos regalos para su hijo. Pero no había té para nosotros, aunque sabía que íbamos. En otra ocasión, mi suegra cocinó dos salchichas y un poco de espagueti para seis personas en la cena. Mi hijo (su propio nieto) se quedó sin espagueti. Después de la cena, vi un paquete de salchichas en el refrigerador, sin abrir. Pasamos una semana en su casa, y las salchichas permanecieron allí intactas. ¿No las quiso gastar o qué? © Irina / Dzen

• Cuando comencé a ganar bien, todos mis familiares quisieron aprovechar de mí. Pagué los estudios de mi hermana en la universidad y el tratamiento médico de una tía lejana. Un primo segundo compró un departamento sin remodelar y me exigió: “Sé que ahora tienes un buen puesto, ayúdame”. Pero mi mamá superó a todos: me pidió que le pagara un lifting facial. ¿De verdad eso es una prioridad? © Cámara 6 / VK
• Firmé un contrato muy ventajoso, y de repente aparecieron todos los familiares y conocidos con necesidades que, al parecer, yo debía cubrir. Querían, según ellos, saber cómo vivo. Sospecho que mi mamá les contó sobre el dinero. © DaveLLD / Reddit
• Vivimos juntos 10 años, y decidí irme. Habíamos comprado un coche juntos. Le dije que quería mi mitad, y él se sentó a calcular cuánto gastó en gasolina por mí. Me dio un cuarto del dinero de la venta. Pero la vida es impredecible. Cuando estaba llevando las flores a mi nuevo departamento, el gato tiró un paquete desde la estantería. Dentro estaba el dinero de la venta del coche. Pensé: “Esto no puede ser real”. Pero lo era. No me quedé con más de lo que me correspondía, no lo necesito. © Lenka Belka / Dzen

• Con el nacimiento de nuestra hija, no teníamos tiempo para la casa de campo. Así que mi suegra nos pidió las llaves para mantener el orden. Llegamos a la casa de campo en 9 meses, y... ¡madre mía! Nuevas puertas, ventanas, cerraduras, todo tipo de tablas para reparar. Le preguntamos a mi suegra: “¿Qué es esto?”, y la madre de mi esposo nos presentó una factura por todas esas mejoras y nos pidió que le regaláramos la casa de campo, ya que había invertido mucho dinero en ella, aunque nadie se lo había pedido. Después de muchas discusiones, mi esposo le regaló la casa y mi suegra dijo que nos perdonaba. © Mamdarinka / VK
• Tenía una amiga de 22 años. No era fea, más bien al contrario. Vestía ropa común, no frecuentaba salones de belleza. Conoció a un chico rico y empezó todo... Ropa cara, almuerzos en restaurantes, “vida social”, él le regaló un coche. En pocas palabras, cambió por completo. La ropa de tiendas comunes se convirtió en “basura”, una blusa de 150 dólares ya era “barata”, y si era un vestido, tenía que ser exclusivamente de la nueva colección. Además, decía: “No es el dinero lo que corrompe a las personas, sino la falta de dinero”. Se volvió imposible hablar con ella. © Podsusheshano / Ideer
• Llevo 5 años viviendo con mi pareja. Al principio, el amor era apasionado, pero él no tenía prisa por casarse, siempre se lo tomaba a broma. No había problemas económicos: ganábamos lo mismo, vivíamos en mi departamento y alquilábamos el suyo. Hace poco recibí una buena herencia: un departamento, una casa y dinero. Y un par de meses después, mi pareja me pidió matrimonio con un anillo precioso. No puedo quitarme de la cabeza que, cuando no tenía tanto, no se apresuraba a casarse, pero ahora parece que tenía mucha prisa. © Admin / Y-story