5 Cosas dañinas que pueden afectar al bebé si alguien estresa a su madre embarazada

No podemos negar que el estrés es una parte integral de nuestra vida diaria, y el período de embarazo no es una excepción. Los científicos afirman que puede afectar el CI y el desarrollo del futuro bebé además de causar otros problemas en el futuro. ¿Pero todo este estrés es perjudicial? ¿Y cómo puede realmente influir en el feto? ¡Vamos a averiguarlo!

Hoy en día, Genial.guru quiere ayudarte a descubrir qué problemas puede causar el estrés durante el embarazo, cómo enfrentarlo y por qué no es siempre perjudicial.

1. El estrés puede causar parto prematuro y bajo peso del bebé al nacer

El bienestar del futuro bebé es la máxima preocupación que acompaña a todas las madres embarazadas, y estas preocupaciones pueden convertirse en un verdadero estrés. Paradójicamente, lo primero que debes hacer para tener un bebé sano es calmarte. Ann Borders, obstetra-ginecóloga del Hospital Evanston, asegura que la incapacidad para enfrentar situaciones estresantes contribuye al parto prematuro y al bajo peso del bebé al nacer.

El estrés aumenta la producción de la hormona liberadora de corticotropina (o CRH). En las futuras madres, la CRH influye en la duración del embarazo y la maduración fetal. Cuanto más alto sea el nivel de CRH, más pronto llegará el día de dar a luz.

Lo sorprendente es que es el primer trimestre lo que más importa. Solíamos pensar que para prevenir el parto prematuro, las mujeres embarazadas deberían evitar preocupaciones durante el último trimestre. En realidad, es todo lo contrario. El parto prematuro es provocado por un aumento temprano de CRH, causado por el estrés experimentado durante las primeras semanas de embarazo.

2. Influye en el coeficiente intelectual y el desarrollo del cerebro del bebé

Los científicos han descubierto que los niveles altos de cortisol pueden disminuir el coeficiente intelectual de un niño. Normalmente, la placenta produce enzimas que descomponen el cortisol, pero pierde su eficiencia si el estrés es demasiado intenso o prolongado.

También han confirmado que el estrés experimentado durante el embarazo puede tener un efecto en el desarrollo cerebral del bebé. En particular, un estudio realizado por el equipo de la Universidad Estatal de Wayne encontró que el estrés materno influye en la conectividad cerebral y en la organización de los sistemas neuronales funcionales, haciéndola menos eficiente.

Estas nuevas tecnologías también han permitido a los investigadores comprender que nuestro cerebro no se desarrolla empezando con los sistemas más simples y terminando con los más complicados. Resulta que el cerebelo, el centro de respuesta al estrés es una de las primeras cosas que se desarrollan, por lo que el feto es sensible al estrés que experimenta su madre desde el principio.

3. Puede provocar problemas de sueño

Sorprendentemente, el estado de ánimo de la madre influye no solo en el desarrollo fetal, sino también en su sueño. Un estudio de 2007 descubrió que el estrés de la futura madre influye en el tiempo de sueño del bebé.

Los científicos examinaron bebés de 6, 18 y 30 meses, midiendo su tiempo de sueño y la frecuencia con la que se despiertan durante la noche. Resulta que los niños cuyas madres experimentaron ansiedad durante su período de embarazo tuvieron problemas de sueño entre los 18 y 30 meses. Esto sucede debido a que el cortisol atraviesa la placenta y afecta el área del cerebro responsable del ritmo circadiano del bebé.

4. El estrés del embarazo puede causar problemas de salud al bebé

Un estudio de 2011 confirmó que el estrés materno influye en la salud del niño en general. Los resultados mostraron un mayor riesgo de infección temprana y trastornos mentales en niños que sufrían estrés en el útero. También existen otros problemas, como enfermedades oculares, del oído, digestivas, respiratorias, cutáneas, musculoesqueléticas, circulatorias y genitourinarias. También puede contribuir al desarrollo de alergias y asma.

También se encontró un vínculo entre el estrés y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o TDAH. La influencia del estrés, en este caso, resultó ser más fuerte que la de una madre embarazada fumadora.

5. Eleva los niveles de miedo y ansiedad del niño

La Dra. Elysia Davis de la Universidad de Denver asegura que el nivel alto de cortisol en una mujer embarazada hace que un niño sea más propenso a sentir estrés en el futuro. Esto se revela casi inmediatamente cuando el hospital extrae la sangre del recién nacido. Estos bebés muestran una respuesta al estrés más intensa.

Los niños pequeños experimentan miedo cuando se ven expuestos a desafíos simples, como ver a un extraño entrando en la habitación o rodar una pelota hacia ellos. Normalmente, un niño se uniría con alegría al juego, pero estos niños se quedan parados o corren hacia sus madres para sentirse seguros.

Las madres también notaron que estos niños muestran un nivel de ansiedad más intenso en la edad preescolar y escolar y tienen más miedo de ir a la escuela.

No todo el estrés es igual

Después de leer toda esta información, es posible que desees evitar incluso las situaciones de estrés mínimo, esconderte del mundo y practicar la meditación día y noche, pero ¡oye, deja esa burbuja en paz!

La investigación muestra que el estrés a corto plazo no daña al bebé. Para averiguar esto, midieron los niveles de cortisol en la saliva de las mujeres embarazadas y el líquido amniótico después de un evento estresante, y encontraron que el estrés a corto plazo no influyó en absoluto en el feto.

El estrés a largo plazo, por otro lado, conduce a un aumento en los niveles de CRH en el líquido amniótico, elevando el riesgo de las consecuencias descritas anteriormente.

Afortunadamente, el estrés no es algo que no puedas afrontar. Siempre hay una manera de mantenerlo a raya. Esto es lo que puedes hacer:

• Fijarte en lo que comes y cuándo lo haces. No te pierdas tu desayuno, come más frutas y verduras, pescado y granos integrales. Trata de comer a la misma hora todos los días.
• Hacer ejercicio. El embarazo no significa que debas quedarte en el sofá. Sal a caminar por el parque, vayas a la piscina o haz ejercicios aeróbicos de baja intensidad. El ejercicio aumentará el nivel de la hormona de la felicidad, haciendo que te olvides del estrés.
• Meditar. Esta práctica increíble es conocida por disminuir la ansiedad, así que, ¿por qué no la intentes?
• Rodearte de gente que te haga feliz. Chatear con familiares o reunirse con amigos que puedan apoyarte y simplemente estar allí para ayudarte definitivamente mejorará tu día.
• Apuntar lo que te preocupa. Esta simple práctica disminuye la intensidad de las emociones negativas que experimentas.
• Disfrutar de tu hobby (o encuentra uno nuevo si el viejo ya no te complace). Esto mantendrá tus manos y mente ocupadas y no permitirá que sumerjas en tus pensamientos.
• Dormir más. Esto no solucionará todos tus problemas, pero le dará a tu cuerpo el descanso que necesita para que tú y tu bebé estén sanos.
• Hablar con un especialista. Si no puedes superarlo tú misma, busca ayuda profesional. Tus cambios de humor pueden ser un signo de depresión o el estrés que has experimentado puede ser demasiado intenso para manejarlo tú sola. No tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas.

El efecto del estrés puede revertirse

La investigación llevada a cabo en ratas de la pradera, cuyo comportamiento y reacciones son similares a los de los humanos, mostró que el estrés puede ser beneficioso si el bebé se encuentra en un entorno de apoyo después del nacimiento. El aumento de cortisol que influye al feto en el útero puede favorecer a la plasticidad cerebral. Los sujetos que experimentaron la atención de alta calidad después del nacimiento no mostraron signos de ansiedad excesiva.

Otro estudio también mostró que el amor y el fuerte vínculo creado entre una madre y su hijo pudieron revertir el impacto del estrés experimentado en el útero, incluso en términos del desarrollo cognitivo de los bebés.

Bueno, ¿qué más podemos decir? ¡No te preocupes demasiado! Tu amor y apoyo es lo principal que tu bebé necesita. Habla con tu barriguita, acaríciala, canta canciones, ayuda a tu cuerpo a enviar signos de tu amor y cuidado a tu futuro bebé.

¿Conoces otras formas de afrontar el estrés? ¿Eres la persona que se estresa fácilmente o te enfrentas a las dificultades sin demasiado nerviosismo? ¿Qué otros efectos del estrés del embarazo en el feto conoces? ¡Cuéntanos en los comentarios!