14 Historias reales que podrían ser titulares virales en Internet

El amor no solo se siente en el corazón... también pasa factura en todo tu cuerpo. Desde esa sensación de cosquilleo hasta cambios que ni imaginabas, enamorarse desencadena una tormenta química que se manifiesta físicamente de formas bastante curiosas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué se te va el hambre cuando estás enamorado o te suena el estómago cuando ves a esa persona especial? No es solo cosa de poetas: tu cuerpo tiene mucho que decir cuando se trata de amor.
Enamorarse es increíble, pero seamos realistas: según los psicólogos, también puede ser muy estresante. Claro que es emocionante y está lleno de esos momentos en los que se sienten las mariposas en el estómago, pero también es una experiencia un poco salvaje para el cuerpo.
¿Esa sensación de “hermoso caos”? Sí, es real. De repente, no puedes pensar con claridad, probablemente te saltas comidas y tu horario de sueño se ha ido a la basura.
Pero no olvidemos el lado menos glamuroso del amor: tu cuerpo puede traicionarte. Piensa en sudores, gases y todas esas cosas incómodas que aparecen justo cuando tu cara está en modo emoji de ojos de corazón.
¿Sientes curiosidad por saber qué cosas extrañas hace tu cuerpo cuando estás enamorado y cómo actuar? Sigue leyendo y descubre las 6 verdades más desagradables sobre el enamoramiento.
¿Tienes un nuevo crush? ¿Crees que te estás enamorando? Un gran indicio de que Cupido ha hecho su trabajo es si tu estómago se siente un poco... raro. Suena extraño, ¿verdad? Pero esas “sensaciones incómodas” son solo la manera en que tu cuerpo maneja todas esas vibras amorosas.
¿Te sientes un poco mareado o pierdes el apetito después de conocer a alguien nuevo? Es totalmente normal. Es la forma que tiene tu cuerpo de decir: “Sí, te gusta esa persona”. Según el Dr. Kat Van Kirk, esa sensación de malestar puede estar causada por la hormona del estrés cortisol, que puede tensar los vasos sanguíneos del estómago y hacer que te sientas un poco mal.
Pero no te preocupes, esto suele calmarse a medida que te sientes más cómodo con tu nueva pareja. Dato curioso: también podría explicar por qué muchos novios apenas pueden comer el día de su boda.
¿Intentas conquistar a tu crush con bromas ingeniosas y encanto? El mal aliento no forma parte del plan. Según los dentistas, el estrés puede resecar la boca al reducir la producción de saliva, sobre todo si comes menos. ¿Has notado alguna vez que se te seca la boca cuando estás ansioso? Esto se debe a la acción de hormonas del estrés como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina.
Estas hormonas no solo te secan la boca, sino que también pueden alterar la producción de bacterias, en concreto unos compuestos volátiles de azufre (CVS), que es una forma elegante de decir que pueden hacer que te apeste el aliento. Una boca seca puede provocar mal aliento.
Para mantener el aliento fresco, asegúrate de hidratarte y comer con regularidad. Y a la hora de comer, no comas ajo, atún ni cebollas, déjalos para más tarde. Así, tus palabras mantendrán a tu crush enganchado por los motivos adecuados.
¿No te salen granos desde la adolescencia? Pues puede que el amor te los devuelva. Según un sitio de salud, puedes agradecérselo a la hormona del estrés, el cortisol.
Cuando estás estresado (como cuando estás totalmente enamorado), tu cuerpo aumenta la producción de cortisol. Esto, a su vez, hace que tus glándulas produzcan más grasa, lo que puede obstruir los folículos pilosos y -¡zas¡- hola, brotes. El amor no siempre es fácil, ¿eh?
¿Sabías que una persona eructa entre 6 y 20 veces al día? Sí, ¡es totalmente normal! Pero cuando estás charlando sin parar con tu pareja, es posible que acabes hablando más rápido y tragando más aire.
¿Y sabes qué? Todo ese aire de más tiene que salir de alguna manera, de ahí los eructos. En lugar de sentirte incómodo, ¿por qué no convertirlo en un pequeño juego o concurso? Reírse juntos lo hace menos embarazoso y mucho más divertido.
Todos sabemos que el amor puede darnos mariposas en el estómago y acelerar nuestro corazón, pero ¿sabías que también puede dejar un sabor ácido y amargo en la boca? Sí, el amor no es todo dulzura, a veces también es un poco amargo. ¿Quién no ha reflexionado alguna vez sobre los misterios del amor mientras hacía muecas y mascaba un chicle para lidiar con su inesperado y acre regusto? El amor nos mantiene en vilo.
La ansiedad, que puede surgir como efecto secundario del enamoramiento, puede provocar multitud de reacciones en el organismo. En algunas personas, la ansiedad provoca un sabor amargo o metálico en la boca. Su nombre médico es disgeusia.
Cuando se activa la respuesta de lucha o huida, el cuerpo libera sustancias químicas como la norepinefrina. Este neurotransmisor no solo te excita, sino que también puede alterar temporalmente el funcionamiento de los receptores del gusto. Así que, si el amor te produce ansiedad y tus papilas gustativas se comportan de forma extraña, ¡ahora ya sabes por qué!
La pregunta “¿Por qué me tiro más gases cuando mi crush está cerca?”, no es tan rara en Internet. Ha habido muchos intentos de explicar este fenómeno, y algunas explicaciones parecen tener mucho sentido.
Una apareció en Reddit. Un comentarista escribió: “Las flatulencias excesivas pueden deberse a diversos factores, como la dieta, los problemas digestivos, el estrés e incluso el nivel de comodidad que sientes cerca de tu novio. A veces, estar relajada y cómoda con alguien puede llevar a expulsar gases con más frecuencia. Además, factores dietéticos como ciertos alimentos o bebidas pueden contribuir a aumentar las flatulencias.
También es posible que la respuesta de tu cuerpo a diferentes ambientes, incluyendo estar cerca de tu novio, pueda jugar un papel. Si te preocupa la flatulencia excesiva, puede ser útil evaluar tu dieta y considerar cualquier posible problema digestivo con la ayuda de un profesional sanitario. La comunicación con tu novio sobre las funciones corporales también puede ayudar a aliviar cualquier incomodidad o vergüenza”.
Y es que, según los expertos, cuanto más cómodos nos sentimos cerca de alguien, más probable es que soltemos un gas voluntariamente a su lado. Así que, estar cerca de alguien de quien te estás enamorando, te ayuda a superar esta “barrera de las flatulencias” y todo tu cuerpo se inclina hacia la calidez y la comodidad que te puede aportar tu flechazo.
El amor es una experiencia que no solo transforma tu estado de ánimo, sino también tu cuerpo. Puede acelerarte el pulso, mejorar tu memoria o incluso fortalecer tu sistema inmunológico. Así que sí, enamorarse se nota... y mucho. Ahora cuéntanos: ¿Cuál de estos efectos has sentido alguna vez? ¿El amor te ha hecho sentir diferente físicamente?