7 Condiciones médicas que te impiden librarte de esos kilos de más

Salud
hace 6 años

Los datos de la Organización Mundial de la Salud revelan que, en 2016, más del 39% de los hombres y el 40% de las mujeres mayores de 18 años tenían sobrepeso. Esta cifra supone unos 1,9 mil millones de personas, de las cuales 650 millones sufren de obesidad. Los kilos de más no son siempre el resultado de una ingesta excesiva de alimentos deliciosos o fruto de esfuerzos insuficientes en una cinta de correr. A veces, la razón que se esconde tras este problema es mucho más profunda.

Genial.guru estudió qué enfermedades pueden ser la causa del sobrepeso y descubrió cuándo es necesario acudir al médico y no al gimnasio.

1. Hipotiroidismo

Un buen funcionamiento de la tiroides equivale a un buen metabolismo. Una deficiencia prolongada y persistente de las hormonas tiroideas ralentiza a este. El hipotiroidismo, en sus primeras etapas, puede confundirse fácilmente con una fatiga por un exceso de trabajo. Somnolencia, letargo, una disminución del rendimiento, todo puede aparentar a primera vista una típica melancolía de otoño.

Sin embargo, uno debe estar en alerta. En este contexto, la piel se vuelve seca e hinchada y las uñas y el cabello, quebradizos. ¿Tiene anemia, náuseas y estreñimiento? Esto puede responder a un posible hipotiroidismo: el metabolismo se ve alterado, la motilidad intestinal se ralentiza y de ahí la renuencia a moverse y el exceso de peso como consecuencia. Si experimentas estos síntomas, debes consultar con tu médico, ya que la dieta y los ejercicios no pueden ayudarte.

2. Prolactinoma

La hormona prolactina es necesaria para nosotros a la hora de regular la función reproductora y para las nuevas madres, de cara a la lactancia. En cantidades moderadas, esta es la responsable de transferir los nutrientes necesarios al pequeño. Cuando la glándula pituitaria produce prolactina en exceso, aparecen tumores benignos, y esto sucede en las mujeres, de 6 a 10 veces más a menudo que en los hombres.

Síntomas característicos: secreción patológica de leche (no relacionada con el parto), menstruación irregular. En los hombres, se manifiesta en una disminución de la libido, en alteraciones en la conciencia y problemas con la visión, así como también se producen dolores de cabeza. En ambos sexos, el exceso de grasa se almacena por este motivo, y además, en este caso sigue el patrón femenino: en la zona del pecho y los hombros.

La enfermedad se cura. Pero es recomendable no retrasar tu visita al endocrino.

3. Diabetes mellitus tipo 2

A diferencia de la diabetes mellitus tipo 1, con esta enfermedad el páncreas produce la cantidad suficiente de insulina, solo que los receptores no reaccionan a esta de manera adecuada: la insulina simplemente no se absorbe. Como resultado, el exceso de esta hormona se acumula y provoca problemas de obesidad.

El peligro de este tipo de diabetes es que puede no manifestarse de ninguna manera y detectarse solo al realizar una analítica sangre. Los síntomas diabéticos habituales típicos como una sed inusualmente fuerte o una micción copiosa pueden no serlo en estos casos. Pero si sientes un picor en la piel en un contexto de aumento de peso, esta es una buena razón para empezar a estar en alerta.

4. Insulinoma

Si en el caso de la diabetes tipo 2, la hiperglucemia es algo característico (aumenta la cantidad de glucosa en sangre), en lo que se refiere al insulinoma, todo sucede de manera contraria: es una neoplasia del páncreas que disminuye de forma repentina y brusca el nivel de azúcar en sangre, por lo que aparece la hipoglucemia. Esta es la que provoca una aguda sensación de hambre: ocurre porque hay que mantener el nivel necesario de azúcar en el organismo.

Cuando esto no se consigue, aparecen temblores, taquicardia, trastornos del habla y del comportamiento, pudiendo producirse también desmayos. Un ataque de hipoglucemia es algo desagradable, por lo que el cuerpo instintivamente manda señales de hambre. Así es como se ganan kilos de más. Si los refrigerios constantes e incontrolables son típicos en ti, no demores una visita al médico.

5. Estrés y depresión

¿Qué es el cortisol y para qué sirve? Es una hormona que se produce por las glándulas suprarrenales y regula el metabolismo de los hidratos de carbono, así como participa en el desarrollo de reacción en situaciones de estrés. Otra de sus tareas es preservar los recursos energéticos del cuerpo durante esos períodos de estrés.

El estrés crónico provoca una producción constante de cortisol y de adrenalina. En este escenario, el primero, inevitablemente, se integrará en el metabolismo, conservando recursos en forma de grasa. ¿Todo esto, en un contexto de fatiga, insomnio y apatía? Es posible que estés al borde de una depresión. Y este no es solo un estado de ánimo triste, sino una enfermedad grave, que para combatirla requiere de la ayuda de un especialista.

6. La enfermedad de Cushing

El estrés y el exceso de cortisol conducen, no solo a una depresión, sino también a una dolencia más grave y rara. La enfermedad de Cushing afecta a 10-15 personas entre un millón. La grasa se acumula siguiendo un patrón bastante inusual: en el vientre y detrás del cuello. Al mismo tiempo, las piernas y los brazos permanecen esbeltos.

Los síntomas son difíciles de confundir con algo más, pero a menudo la aparición de acumulación de grasa viene acompañada de un estado diabético, un aumento de la presión arterial, colesterol alto e insomnio. El apetito sigue siendo excelente.

7. El síndrome del ovario poliquístico

La aparición de kilos de más en combinación con una menstruación irregular, acompañada de migraña, suele ser uno de los síntomas propios de la poliquistosis. La obesidad, en este caso, sigue el patrón típico masculino, es decir, la parte superior del cuerpo se vuelve “pesada”, la barriga aumenta en primer lugar. Además de estos síntomas desagradables, se observa también la aparición de vello no deseado en el cuerpo, problemas con la piel, la voz baja su timbre y, con frecuencia, se observan alteraciones en varios sistemas del cuerpo al mismo tiempo.

La causa de este trastorno endocrino es la falta de hormonas sexuales. Los óvulos, en este caso, no se desarrollan, permaneciendo colgados de los ovarios como si de racimos de uvas se tratase. Una de cada cinco mujeres sufre de esta dolencia desagradable. No obstante, la poliquistosis puede tratarse con éxito. ¿Albergas sospechas en ti? No te demores en visitar al ginecólogo.

Por supuesto, cada uno de estos síntomas descritos en este artículo no indica que se sufra de alguna dolencia grave. Pero si observas en ti un compendio de los mismos, no lo dejes pasar y toma las medidas adecuadas. Prevenir, mejor que curar.

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