Que terrible enfermedad la fatiga :(
7 Ejemplos que revelan la existencia del síndrome de fatiga crónica
El síndrome de fatiga crónica (SFC) no es un simple “estoy cansado”, sino una enfermedad grave que debe tratarse sin demora y no esperando a que “se vaya sola”. La principal característica del SFC es que no te sientes descansado, incluso si tuviste un fin de semana relajado. Por supuesto, uno o dos síntomas no indican la presencia de esta enfermedad, pero si notaste todos en ti, este es un motivo para consultar con tu médico.
En Genial.guru esperamos que nuestro artículo te ayude a deshacerte de la fatiga y te sientas descansado y lleno de energía.
Empezaste a experimentar problemas con el sueño
Si notas que:
- no importa lo duro que haya sido el día, no puedes quedarte dormido;
- duermes lo suficiente en cuanto a horas, pero no te sientes descansado;
- tu sueño nocturno se ha vuelto intermitente y agitado.
No te apresures a tomar pastillas para dormir o sedantes. Todos estos síntomas pueden indicar la presencia de SFC, y en este caso es mejor no automedicarse, sino visitar al médico.
Tu estado físico se ha deteriorado significativamente sin ninguna razón aparente
Si has notado los siguientes síntomas:
- dolores de cabeza frecuentes, incluso migrañas;
- te has vuelto muy sensible a la luz brillante y al sonido;
- concentrarte se ha vuelto una tarea mucho más difícil;
- los ganglios linfáticos en el cuello y las axilas aumentaron (sin la presencia de otras enfermedades);
- dolores persistentes de garganta, músculos o articulaciones (sin la presencia de otras afecciones).
De nuevo, debemos incidir en que cada síntoma por separado no indica la presencia del SFC, pero si fuiste examinado por un médico y él no encontró ninguna enfermedad que responda a tales síntomas, este es un motivo para acudir a un psicoterapeuta que pueda evaluar adecuadamente tu estado y ayudarte a combatir esta dolencia.
Se te hizo difícil disfrutar del éxito
Si antes experimentabas toda una gama de emociones positivas, ahora todo se ha vuelto mucho más complicado. Empezaste a devaluar tu éxito y a sentirte como un “impostor”, tu autoestima cae en picado.
Si este estado viene acompañado de otros síntomas de fatiga, ahora es el mejor momento de consultar a un psicólogo.
Has perdido el deseo de hacer cualquier cosa
No hay nada de malo en tumbarse en un sofá durante un día libre. Pero si ves que incluso las tareas domésticas habituales vienen acompañadas de una enorme resistencia, este es un motivo serio para detenerte a reflexionar sobre ello.
Los asuntos sin terminar comienzan a acumularse formando una bola de nieve y para resolverlos debes juntar toda tu fuerza de voluntad en un puño.
Las maneras habituales de relajarte ya no funcionan
Si antes podías pasar tiempo en compañía de tus amigos, y luego durante toda la semana sentir una oleada de energía, ahora este tipo de reuniones no te aportan más que apatía y fatiga.
Cada uno de nosotros tiene sus propios trucos para relajarse y llenarse de vitalidad. Con el síndrome de fatiga crónica, tales alegrías en la vida se antojan inalcanzables. Simplemente no funcionan. Al igual que la aplicación de nuevas maneras.
Tu relación con tus seres queridos ha empeorado de manera notoria
Si antes dedicabas mucho tiempo a tus familiares, ahora simplemente careces de energía para eso. Y te resulta bastante complicado ser socialmente activo cuando te sientes constantemente cansado.
En ese estado de fatiga crónica, es más difícil para nosotros no solo aceptar, sino también brindar apoyo, lo que tarde o temprano puede conducir a la soledad y a un aislamiento social. Así que presta atención a tus relaciones sociales.
Es difícil para ti controlar tus emociones
Aparentemente, no hay ninguna razón para estar de mal humor, sufrir de arrebatos de agresividad o irritabilidad sin motivo. Pero estás experimentando todo eso sin saber cuándo mejorará tu estado emocional. Aquello en lo que antes ni tan siquiera te habías fijado, ahora puede llevarte a sufrir una crisis nerviosa.
Qué hacer
Desafortunadamente, no existen medicamentos específicos para el SFC, toda la terapia está encaminada a paliar los síntomas. Si has notado la totalidad de los síntomas anteriormente mencionados (o la mayoría) en ti mismo, busca ayuda psicológica cualificada. Y aquí va una lista de lo que puedes hacer ahora:
- normaliza tu rutina diaria;
- realiza un tratamiento a base de masajes y terapia de ejercicios físicos;
- cura tus enfermedades crónicas asociadas con una insuficiente oxigenación del cuerpo.