15 Historias de personas que resuelven cualquier problema tan fácilmente que lo hacen parecer pan comido

Si el final de una película te voló la cabeza o el villano que predijiste resultó ser el incorrecto, hay altas probabilidades de que el guionista de la película así lo haya querido. Al contar una historia, no importa solo lo que se muestra, sino cómo se cuenta. Para ello, los guionistas usan diferentes herramientas narrativas que guían a los espectadores en cierta dirección para crear giros impactantes y revelaciones tan emocionantes como inesperadas. Un buen cliffhanger te tendrá al filo de tu asiento en todo momento durante una película dramática, mientras que un red herring hará que señales a la persona incorrecta en una película de crimen. Estas son solo algunas de las herramientas esenciales para construir una narrativa llena de intriga y emoción.
Las películas con los mejores giros en sus tramas generalmente dejan un gran impacto en nosotros. En el momento, nos pueden causar gran sorpresa o una profunda tristeza, y los mejores plot twists se quedan en nuestras mentes durante mucho tiempo después de haber vista la cinta. Por eso, no es extraño pensar que son uno de los elementos más importantes de una historia.
Una de las razones por las que amamos un buen giro se trata de las emociones que evoca y los procesos químicos que se llevan a cabo en el organismo. Por ejemplo, cuando pasan cosas inesperadas, el cerebro libera dopamina, una sustancia química que amplifica el placer y la motivación. Entre más emociones te despierte una historia, más fuerte será la conexión que sientas con los personajes.
Además, nuestras mentes funcionan de tal forma que siempre buscan lo predecible, patrones que se repitan en todo momento. Cuando una historia se sale de la norma, nuestro cerebro busca la manera de resolver el misterio, y este ejercicio eventualmente nos llena de satisfacción cuando obtenemos la respuesta a todas las preguntas que tenemos.
Pero, ¿cómo son los guionistas capaces de jugar con nuestras mentes? Estas son algunas de las herramientas narrativas más populares.
Si alguna vez has visto una película de Alfred Hitchcock, entonces sabes más sobre los MacGuffin de lo que crees. El propio Hitchcock definió esta técnica narrativa como: “los objetos que los espías desean obtener”. En otras palabras, se trata de un objeto, una persona, e incluso una idea, que mueve la trama hacia adelante. Los personajes piensan que este objeto es lo más importante dentro de su mundo, aunque para el narrador, en realidad, no tiene demasiada importancia. Los personajes buscan este artículo, el cual generalmente se muestra desde el primer acto de cualquier película. No importa lo que sea, solo importa que es algo que todos quieren.
Algunos de los MacGuffin más famosos son:
Imagina que estás viendo una película de crimen. Todas las pistas apuntan a un personaje en particular, y estás seguro de que ha sido él quien cometió el crimen. Pero, al llegar al final, la película revela al verdadero villano, y tu suposición no podría haber estado más alejada de la realidad. Si te ha pasado, entonces caíste en la trampa del red herring. Aunque popular en los géneros de suspenso y thriller, este recurso narrativo puede usarse en una amplia gama de géneros. Se trata de un elemento, un objeto o una persona, que existe con el propósito de despistar al espectador, distraerlo para que lo que realmente importa pase desapercibido a plena luz del día. En otras palabras, es una pista falsa que empuja al espectador a una conclusión errónea para que la verdadera revelación cause un mayor impacto.
El red herring en acción se ve así:
Pocas cosas generan un sentido de urgencia como saber que el tiempo para realizar determinada acción se está acabando. El tiempo puede ser una gran herramienta narrativa para crear suspenso, intriga y emoción, y de eso se trata el recurso del ticking clock. Un reloj en marcha funciona como un catalizador que empuja a los personajes a la acción mientras mantiene a la audiencia al filo del asiento. Tener una cuenta regresiva en la mente aumenta las tensiones, lo que está en juego parece aún más importante y el drama, cuando está bien hecho, causa un mayor impacto emocional en los espectadores. En algunos casos, este elemento ni siquiera es un reloj real, sino un acontecimiento que sabemos que se aproxima cada vez más, incluso si los personajes no son conscientes de ello.
Ejemplos del ticking clock incluyen:
A veces, cuando nos encontramos en un momento crítico, quisiéramos que alguien bajara del cielo para ayudarnos, pero ese tipo de cosas solo pasan en las películas. Esto es lo que se conoce como deus ex machina, un recurso narrativo en el que, en medio de una situación desesperada, los protagonistas se salvan gracias a la intervención de una fuerza externa que, muchas veces, ni siquiera ha sido mencionada con anterioridad. Los personajes no tienen que enfrentarse al problema, por lo que muchos consideran que esta herramienta es una forma fácil de resolver el conflicto de la película.
Algunas películas con salvadores de último minuto son:
In Medias Res en un término que proviene del latín y se traduce literalmente como “en medio de las cosas”. Se trata de comenzar una historia en un momento crítico, cargado de acción o de suspenso, y es una herramienta narrativa que autores de toda la historia han empleado para atrapar la atención de sus audiencias desde el primer momento. Generalmente, se usa en narraciones no lineales, lo que ayuda a crear un ritmo más dinámico y desafía a los espectadores a resolver el rompecabezas cronológico.
Estas películas son ejemplos de un comienzo In Medias Res:
Algunas historias son demasiado largas para contarlas en 2 horas, el tiempo promedio de una película, por lo que es mejor dividirlas en partes. Pero, ¿cómo te aseguras de que la audiencia regrese para la segunda o tercera parte de tu saga? Con un buen cliffhanger. En pocas palabras, los cliffhangers son un recurso narrativo en el que la historia termina de forma abrupta en un momento de alta tensión o incertidumbre, o con una revelación impactante e inesperada. Es la promesa de que algo más grande está por venir, pero debes ser paciente si quieres descubrir qué será.
Algunos cliffhangers que nos dejaron al borde del asiento:
También conocido como el arma de Chéjov, esta herramienta narrativa es, en esencia, todo lo contrario de un red herring. Lleva este nombre por las palabras que escribió el dramaturgo Anton Chéjov: “Uno nunca debe poner un arma en el escenario si no tiene intención de usarla”. Esto es porque, en una de sus obras, el personaje principal lleva consigo un arma que solo utiliza en la última escena. En otras palabras, el plot voucher se trata de introducir un elemento al comienzo de la historia que solo tendrá relevancia hacia el final de la misma, con el propósito de crear anticipación en los espectadores.
Ejemplos de armas de Chéjov en el cine son:
Ahora que conoces estas herramientas narrativas, quizá te sientas más preparado para no caer en las trampas del red herring la próxima vez que veas una película de crimen. Sin embargo, cuando estas técnicas se usan con pericia y sutileza, ni siquiera conocerlas puede salvarnos de dejarnos llevar por la intensidad del momento y llevarnos una gran sorpresa con los giros inesperados. ¿Cuáles son tus cliffhangers favoritos? ¿Qué deus ex machina crees que fue demasiado bueno para ser creíble?