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En el día a día, frecuentemente subestimamos la importancia del sueño, pero la situación cambia drásticamente cuando surgen problemas para dormir. Los astronautas de la NASA de primera mano están familiarizados con los trastornos del sueño: durante los vuelos, ellos frecuentemente sufren de insomnio. Para que esto no suceda, los científicos trabajaron en un método universal contra los problemas para dormir, mostrando su efectividad tanto en el espacio como en la Tierra.
Genial.guru te cuenta sobre las reglas del sueño de los astronautas de la NASA para que puedas mantener bajo control tu reloj interno y te olvides para siempre del insomnio.
En órbita, la salida del Sol sucede cada 90 minutos, es decir, 16 veces al días. Por eso, los astronautas frecuentemente tienen alteraciones en el ciclo de sueño. La medida más efectiva de prevención del fallo del reloj interno, de acuerdo con los científicos de la NASA, es elaborar el hábito de despertarse y acostarse a la misma hora. Por eso, para los astronautas que se están preparando para un vuelo, se elaboran horarios de sueño individuales tomando en cuenta su ritmo biológico y hábitos ligados al sueño los cuales mantendrán en el espacio.
El proceso para dormir depende mucho de nuestras acciones antes del sueño. Una caminata vespertina o ejercicios en el gimnasio activan todos los procesos en el organismo, aumentan la temperatura del cuerpo, por lo cual la persona necesitará más tiempo para quedarse dormido, y el sueño se vuelve superficial e intranquilo. Por eso, los astronautas, unas cuantas horas antes de ir a dormir disminuyen las actividades físicas. Ellos también excluyen de su dieta diurna la pizza para que el proceso de digestión no consuma mucha energía y no interrumpa el sueño profundo.
El color azul de onda corta que producen las computadoras, los teléfonos y otros dispositivos electrónicos con visualizadores display, afecta negativamente al sueño. Los rayos lúcidos que exceden a los solares en un 40 por ciento suprimen la generación de melatonina, la hormona del sueño. Es por eso que fácilmente podemos estar detrás de la computadora hasta altas horas de la noche, sin tener preocupaciones por ir a dormir. Esto conlleva a interrumpir el ciclo circadiano, por eso los astronautas de la NASA dejan de utilizar los dispositivos electrónicos de 2 a 3 horas antes de ir a dormir.
La iluminación en la estación espacial juega un rol importante en la conservación del ciclo circadiano de los astronautas. Por eso, las lámparas fluorescentes cuyo espectro de porcentaje azul es muy grande, ya no se utilizan más en las estaciones espaciales. Éstas fueron reemplazadas por LED, las cuales son capaces de trabajar en diferentes modos y cambiar el brillo y la intensidad de radiación acorde al reloj biológico de una persona. Por las tardes, la luz azul en la estación se controla, y en el día, por el contrario, se intensifica para mejorar el rendimiento de los astronautas.
Todos los miembros del equipo en la estación espacial tienen su camarote individual para dormir sin ventanas en las cuales se pueda ver el planeta. Esto está hecho a propósito para que las frecuentes puestas de sol no proporcionen una interrupción en el sueño. Entre menos luz se filtre en el dormitorio, más alto será el nivel de melatonina de la persona y más ganas tendrá de dormir.
A veces, la alteración del sueño sucede debido a las angustias acumuladas. En tales situaciones, en la NASA se utiliza la terapia cognitivo-conductual, con ayuda de la cual se puede llevar el estado psicológico a la normalidad. El programa permite determinar nuestras actitudes y hábitos internos que causan problemas con el sueño y reemplazarlos por otros que causen un sueño profundo. Las técnicas de relajación ayudan a alcanzar buenos resultados. Los simples ejercicios no solo mejoran el sueño, sino también lo vuelven más equilibrado y jovial.
La técnica más simple y efectiva para retirar la tensión del cuerpo es una respiración profunda y uniforme.
Repite el ciclo unas cuantas veces y mira cómo, al exhalar, la tensión abandona tus músculos. El secreto de una relajación consiste en no tratar de hacer todo bien.
Para no perder el ritmo circadiano al tener pequeñas alteraciones del sueño, los astronautas toman melatonina sintética, la cual produce un suave efecto sedante, y también productos que contienen cafeína: té, café y chocolate. La melatonina ayuda a conciliar el sueño y la cafeína ayuda cuando no se logra dormir: esta garantiza un funcionamiento normal y permite resistir hasta la hora habitual de ir a dormir.
Los astronautas reemplazan los objetos para dormir en condiciones de ingravidez por bolsas para dormir que se encuentran conectadas verticalmente al panel lateral de la cabina. La bolsa para dormir entreabierta está colgada en la pared, dejando que la persona se balancee libremente. En un principio, es algo difícil para los principiantes acostumbrarse a dormir sin sentir ningún apoyo. Pero rápidamente el organismo se acostumbra a las nuevas condiciones y los astronautas adquieren la habilidad de relajarse completamente.
¿Tienes un método comprobado para dormir de manera profunda y fácil? ¿Cómo te recuperas después de los largos vuelos? ¡Comparte tus respuesta en los comentarios!