7 Trucos culinarios que debes dejar de usar si estás cuidando tu salud

Consejos
hace 6 años

Consume la comida como si fuera un medicamento, y no consumirás el medicamento como si fuera comida, decía la gente de la antigüedad. Estas palabras combinan perfectamente con la moda de comer saludablemente: tratamos de ingerir alimentos sanos y buenos para el cuerpo. Pero hasta el plato más saludable se puede arruinar fácilmente si se cocina de forma incorrecta.

Genial.guru ha decidido averiguar qué errores de cocción pueden echar a perder incluso los alimentos más saludables, y cómo evitarlos.

Usar utensilios de cocina de baja calidad

Es importante para nuestra salud no solo lo que cocinamos, sino también en qué lo hacemos. El recubrimiento de teflón, que facilita la cocción, puede causar daños: durante la producción del teflón se usa ácido perfluorooctanoico, cuya relación con las enfermedades del hígado y otros órganos está siendo investigada. Las sartenes de buena calidad con una capa de teflón ya no contienen restos de este ácido, pero si una sartén se fabrica mal, y el recubrimiento se daña, los ácidos impregnarán la comida. Es importante elegir un fabricante confiable o usar sartenes de hierro o de cerámica.

Hervir en el agua

Las verduras y el pescado muchas veces quedan impresentables después de haberlos hervido, además el caldo les quita una gran parte de los nutrientes. Es mejor cocinarlos al vapor, así mantendrán la apariencia agradable del plato, la textura crujiente de algunos vegetales y tendrán una cocción más rápida.

Agregar mucho aceite

Uno de los platos más deliciosos para una nutrición saludable es la ensalada de verduras: en ella puedes mezclar los ingredientes que más te gusten, y elegir la combinación más rica de vegetales frescos y saludables. Pero es muy fácil echar a perder una ensalada: bastará con agregarle demasiado aceite. 1 cda. el aceite de oliva contiene 286 kcal, y si viertes en una ensalada 3 o 4 cdas. ya será difícil llamarla saludable. Es mejor reemplazar el aceite con vinagre balsámico o jugo de limón; el primero solo tiene 88 kcal por cada 100 gramos, y el segundo, 25 kcal.

Saltear la comida

La carne magra, los vegetales frescos, el pescado: ni siquiera es una lista completa de los productos que no salen beneficiados por el salteado, al igual que tu salud. Los estudios relacionaron la diabetes tipo 2 con la frecuencia del consumo de los alimentos salteados, y se comprobó que las personas que comen alimentos salteados en aceite 7 o más veces por semana, tienen un 55 % más de probabilidad de padecer diabetes que aquellos que los comen menos de 2 veces por semana. Lo mejor es hacer las verduras al horno, o cocinarlas en una plancha o en una sartén sin aceite.

Freír

Las papas crujientes y otros deliciosos alimentos fritos son muy tentadores, pero es mejor no consumirlos, al menos aquellos cuyo proceso de preparación no puedes ver. Con fines ahorrativos, algunos restaurantes usan aceite para freír más de una vez, o cocinan en el mismo aceite todo el día: y con cada nuevo uso, el aceite penetra los alimentos cada vez más y ya no solo aporta kilogramos de más, sino también colesterol y presión alta. Si vas a consentirte con este tipo de platos, que solo sea de un chef de confianza.

Sobrecocinar la carne

El daño de la carne cruda es ampliamente conocido, pero tampoco hay que cocinarla en exceso. El consumo constante de la carne con una corteza frita y negra (ya sea hecha en una sartén, a la parrilla o al fuego abierto) puede causar un severo impacto en la salud: los científicos han relacionado el consumo de las crujientes costras negras con el riesgo de padecer enfermedades oncológicas. A la vez, no hay datos sobre los peligros de las verduras fritas hasta ese punto. En cualquier caso, se recomienda cocinar la carne lentamente al calor de las brasas sin fuego alto: la carne hecha de esta manera no causará daño.

Usar salsas preparadas

Si no te gusta pasar el día frente a la estufa, los aderezos listos para las ensaladas o para las pastas parecen ser una excelente solución, pero una salsa preparada puede dañar cualquier plato. En primer lugar, son muy calóricas: si en el ketchup común hay 97 kcal por 100 gramos, de los que el 90 % son hidratos de carbono, en una salsa de queso ya hay 197 kcal, y casi todo son grasas. Pero el contenido de calorías ni siquiera es el peor, porque la mayoría de las salsas y aderezos listos para usar contienen mucha sal, cuyo abuso daña el sistema cardiovascular. Lo mejor es preparar salsas en casa, eligiendo ingredientes ligeros y naturales, por ejemplo, basados ​​en el yogur blanco.

Por supuesto que lo mejor es que la comida no solo es saludable, sino que también brinda placer. ¿Y qué tipo de platos te gusta a ti?

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