8 Consejos para ayudar a los niños a superar las burlas con la cabeza erguida

Crianza
hace 2 años

Por desgracia, las burlas y el acoso escolar son más frecuentes de lo que pensamos. Esto se debe a que los adultos, en la mayoría de las veces, no son conscientes de ello. Nuestro hijo puede tener miedo o sentir vergüenza de que se burlen de él y eso puede impedir que nos lo cuente.

Si tu hijo acude a ti con un problema de este tipo, en Genial.guru esperamos que nuestros consejos los ayuden a ti y a tu hijo a descubrir qué hacer para que el niño pueda afrontarlo mejor.

1. Encontrar algo en lo que nuestro hijo sea realmente bueno

Puedes animar a tu hijo a realizar más actividades en las que sea bueno y eso lo hará sentirse más seguro de sí mismo. Habla con él de sus logros y dile lo bien que lo está haciendo. Esto también lo hará sentirse bien consigo mismo y lo ayudará a reforzar su autoestima.

2. Decirle que pedir ayuda está bien

Siendo un niño pequeño puede ser difícil defenderse por sí mismo. Algunos niños pueden hacerlo, pero otros son más tímidos e inseguros. Por eso, debemos enseñarle a nuestro hijo que no hay que avergonzarse de pedir ayuda a un adulto, por ejemplo, a su profesor de la escuela.

3. Escuchar a nuestro hijo

Habla con tu hijo de lo que le ocurre en la escuela y procura que se sienta escuchado y comprendido. El mero hecho de saber que estás allí para ayudarlo y apoyarlo puede ser un gran alivio para tu hijo. Trata de no reaccionar con emociones fuertes porque tu hijo podría dejar de hablarte por miedo a que te enfades en el futuro. Por último, no intentes encontrar una razón en el comportamiento de tu hijo para explicar por qué se burlan de él. No es su culpa, en absoluto. Y si le echas la culpa a él, solo conseguirás que se ponga más ansioso.

4. Nombrar lo que le está ocurriendo

Tanto si se trata de burlas como de acoso, utiliza estas palabras cuando hables con tu hijo sobre lo que ocurre en la escuela. Estas palabras son muy negativas y eso les puede servir a los niños para asociarlas a un determinado comportamiento, como cuando alguien los insulta.

5. Decirle que no reaccione a las burlas

Los acosadores quieren conseguir una reacción emocional de nuestro hijo, por lo que enfadarse o llorar solo puede provocar más burlas. Enseña a tu hijo a tratar de ignorar al burlón, como si fuera invisible. Si es posible, tu hijo también debe alejarse de él. Incluso puedes hacer un juego de roles con tu hijo y elogiarlo si reacciona tal como le has enseñado.

6. Practicar la visualización

La visualización puede ser una técnica eficaz para ayudar a nuestro hijo a manejar las burlas. Por ejemplo, puedes pedirle a tu hijo que imagine que tiene un escudo a su alrededor que no permite que las palabras hirientes lo alcancen. O puede imaginar que las palabras “chocan y rebotan” contra él sin tocarlo, cada vez que el acosador dice sobre él algo negativo. Esto puede ayudar a los niños a entender que lo que dicen los demás no tiene por qué afectarlos o hacerles daño.

7. Enseñarle a convertir las burlas en un cumplido

Los acosadores quieren hacer que otro niño se sienta herido, pero no podrán conseguirlo si le enseñamos a nuestro hijo a convertir algo negativo en algo positivo. Por ejemplo, si tu hijo lleva lentes y el provocador lo llama “cuatro ojos”, tu hijo puede darle las gracias por haber notado sus lentes. Esto, sin duda, confundirá al acosador y, probablemente, no quiera volver a hacerlo, sabiendo que no obtendrá la reacción que desea.

8. Decirle que esté de acuerdo con los hechos

Si las burlas se basan en algo que es cierto, como que si nuestro hijo tiene muchas pecas, podemos enseñarle, simplemente, a estar de acuerdo con el provocador. Esto no significa que nuestro hijo deba sentirse mal consigo mismo y dejar que el acosador gane. No hay nada malo en tener pecas o llevar lentes y debemos asegurarnos de que nuestro hijo lo entienda y no se avergüence de ello. Es posible que algo lo haga sentirse inseguro de sí mismo y es nuestro trabajo convencerlo de lo contrario.

Así, si el acosador decide atacar una determinada característica, nuestro hijo sabrá que no hay nada malo en verse como se ve o comportarse de la manera en que se comporta. Estar de acuerdo con los hechos demostrará al provocador que nuestro hijo tiene suficiente confianza en sí mismo y no le tiene miedo.

¿Alguna vez tu hijo ha tenido que lidiar con las burlas? ¿Cómo reaccionó? ¿Y cómo reaccionaste tú? ¿Encontraste una solución al problema?

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