20 Pruebas de que la generación mayor sabe mucho más sobre el amor que nosotros
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El embarazo es una etapa llena de cambios, no solo para la futura mamá, sino también para el bebé en desarrollo. Aunque todos sabemos que la genética juega un papel clave en el aspecto físico de un niño, hay muchos otros factores que, tal vez sin saberlo, pueden influir en cómo luce tu bebé al nacer. Desde los alimentos que consumes hasta los pequeños detalles del entorno en el que te encuentras, muchos elementos sorprendentes pueden impactar el crecimiento y desarrollo de tu pequeño.
Un estudio ha revelado que los bebés nacidos en verano tenían un promedio mayor de peso al nacer y una altura más elevada de adultos en comparación con los que venían al mundo durante las estaciones más frías. De hecho, las características de aquellos bebés nacidos en invierno eran totalmente opuestas.
Los científicos han descubierto que la exposición al sol (que se produce sobre todo en verano) es una buena fuente de vitamina D, la cual es esencial para el crecimiento del feto. La vitamina D ayuda al desarrollo de los huesos, ya que facilita la absorción del calcio y el fósforo, y esto tiene un efecto positivo en el peso y la altura del niño.
Es completamente común experimentar antojos durante el embarazo, sin embargo, es importante tener cuidado con el consumo excesivo de dulces, ya que puede provocar un aumento de peso en el bebé. La diabetes gestacional, que implica un incremento en los niveles de azúcar en la sangre durante el embarazo, puede afectar negativamente al feto, que depende de ti para recibir los nutrientes necesarios.
El exceso de azúcar puede convertirse en grasa, lo que incrementa el riesgo de que el bebé desarrolle obesidad, diabetes o ictericia (una condición tratable que provoca que la piel adquiera un tono amarillo). Los especialistas sugieren controlar la diabetes gestacional mediante una alimentación equilibrada y ejercicio físico, y en casos más severos, con insulina o medicamentos. No obstante, es fundamental consultar con tu médico o un profesional para recibir el tratamiento adecuado.
Existe un mito que dice que beber leche hará que la piel del bebé sea más blanca. Aunque no hay pruebas científicas que lo comprueben, lo que han establecido algunos estudios es una relación entre el consumo de leche y un peso saludable al nacer. Según una revista médica, las mujeres que bebían solo una taza de leche (o menos) al día, daban a luz a bebés más pequeños que las que consumían más. Cada taza adicional aumentaba el peso del bebé en 41 gramos.
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda a las mujeres embarazadas consumir menos de 200 miligramos de café al día, ya que la cafeína se absorbe rápidamente y pasa a la placenta. Si se ingiere en exceso, puede afectar el crecimiento del feto y, como resultado, el recién nacido tendrá un peso bajo.
Se ha sugerido que consumir cacahuetes durante el embarazo (siempre que la futura madre no sea alérgica) puede reducir las probabilidades de que el bebé desarrolle una alergia a este alimento. Las reacciones alérgicas pueden provocar urticaria, enrojecimiento o hinchazón. Otros síntomas no visibles son los problemas digestivos, la dificultad para respirar y el aumento de la mucosidad. Si hay una exposición temprana a este tipo de alimentos, se puede proteger al bebé de estos síntomas.
La contaminación del aire puede afectar el peso del bebé al nacer. Según los expertos, por cada aumento de 10 microgramos de contaminación por metro cúbico de aire, la masa media del bebé al nacer disminuye en 8,9 gramos. Para intentar contrarrestar los efectos de la contaminación atmosférica, se recomienda a las embarazadas consumir alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes.
El crecimiento del cabello del bebé comienza dentro del útero alrededor de la semana 14 o 15. Las proteínas juegan un papel importante en el desarrollo del cabello, tanto el tuyo como el del bebé. Los huevos son una excelente fuente de proteínas y biotina, que favorecen el crecimiento capilar.
Alimentos como las espinacas, ricas en folato, hierro y vitaminas A y C, son muy beneficiosos para mantener el cabello fuerte y el cuero cabelludo hidratado. Los aguacates y los frutos secos también contribuyen a prevenir la caída del cabello. El pescado graso es otra fuente de ácidos grasos omega-3, aunque durante el embarazo se recomienda consultar a un ginecólogo antes de consumir ciertos tipos de pescado debido a posibles riesgos.
El momento en que se corta el cordón umbilical puede influir en el color de la piel del recién nacido. Una madre observó que, cuando nació su hijo mayor, el cordón fue cortado de inmediato y el bebé presentó un tono azul que poco a poco se transformó en rosado. En el caso de su hija, decidió esperar a que el cordón dejara de latir antes de cortarlo, lo que tomó unos 11 minutos, y el color de la niña fue “muy, muy rosado”.
La ciencia respalda esta observación, indicando que retrasar el corte del cordón por unos minutos puede permitir que más hierro se transfiera al bebé, lo que podría beneficiar el desarrollo de su cerebro. Sin embargo, en ciertas situaciones, como hemorragias o cuando el bebé requiere atención médica urgente, el corte debe realizarse de inmediato.