8 Cosas sutiles que pueden afectar el aspecto de un bebé
La genética no es el único factor que determina las cualidades físicas de un bebé, lo que ocurre durante el embarazo también puede influir en su salud y en su aspecto. Desde los alimentos que las futuras mamás ingieren hasta las condiciones del contexto en el que se encuentran, hay muchos factores sorprendentes que pueden afectar el crecimiento y desarrollo de los recién nacidos.
En Genial.guru, hicimos una lista de 8 cosas que, aunque no nos demos cuenta, podrían tener un efecto sobre los rasgos físicos de un bebé, y esperamos que les sean útiles a las futuras madres durante su embarazo.
1. La estación cuando nace el bebé
Un estudio ha revelado que los bebés nacidos en verano tenían un promedio mayor de peso al nacer y una altura más elevada de adultos en comparación con los que venían al mundo durante las estaciones más frías. De hecho, las características de aquellos bebés nacidos en invierno eran totalmente opuestas.
Los científicos han descubierto que la exposición al sol (que se produce sobre todo en verano) es una buena fuente de vitamina D, la cual es esencial para el crecimiento del feto. La vitamina D ayuda al desarrollo de los huesos, ya que facilita la absorción del calcio y el fósforo, y esto tiene un efecto positivo en el peso y la altura del niño.
2. El nivel de azúcar en sangre de la futura mamá
Aunque es perfectamente normal tener antojos durante el embarazo, hay que tener cuidado de no consumir demasiados dulces, ya que el bebé puede llegar a tener sobrepeso. La diabetes gestacional, o el aumento de los niveles de azúcar en sangre durante el embarazo, puede afectar al feto que depende de ti para obtener sus nutrientes.
El bebé puede almacenar ese exceso de azúcar en forma de grasa, lo que aumenta el riesgo de obesidad, padecer diabetes y tener ictericia (una enfermedad tratable que hace que la piel se vuelva un poco amarilla). Los expertos recomiendan controlar la diabetes gestacional con una dieta y ejercicio físico o, en casos extremos, con insulina o medicamentos. Pero recuerda que siempre es mejor hablar con tu médico o consultar a un especialista para el tratamiento adecuado.
3. Consumo de leche por día
Existe un mito que dice que beber leche hará que la piel del bebé sea más blanca. Aunque no hay pruebas científicas que lo comprueben, lo que han establecido algunos estudios es una relación entre el consumo de leche y un peso saludable al nacer. Según una revista médica, las mujeres que bebían solo una taza de leche (o menos) al día, daban a luz a bebés más pequeños que las que consumían más. Cada taza adicional aumentaba el peso del bebé en 41 gramos.
4. Ingesta de cafeína
El Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) recomienda a las mujeres embarazadas consumir menos de 200 miligramos de café al día, ya que la cafeína se absorbe rápidamente y pasa a la placenta. Si se ingiere en exceso, puede afectar el crecimiento del feto y, como resultado, el recién nacido tendrá un peso bajo.
5. Comer cacahuates durante el embarazo
Se ha sugerido que consumir cacahuetes durante el embarazo (siempre que la futura madre no sea alérgica) puede reducir las probabilidades de que el bebé desarrolle una alergia a este alimento. Las reacciones alérgicas pueden provocar urticaria, enrojecimiento o hinchazón. Otros síntomas no visibles son los problemas digestivos, la dificultad para respirar y el aumento de la mucosidad. Si hay una exposición temprana a este tipo de alimentos, se puede proteger al bebé de estos síntomas.
6. La calidad del aire
La contaminación del aire puede afectar el peso del bebé al nacer. Según los expertos, por cada aumento de 10 microgramos de contaminación por metro cúbico de aire, la masa media del bebé al nacer disminuye en 8,9 gramos. Para intentar contrarrestar los efectos de la contaminación atmosférica, se recomienda a las embarazadas consumir alimentos ricos en vitaminas y antioxidantes.
7. La comida rica en proteínas promueve el crecimiento del pelo
El pelo del bebé empieza a crecer dentro del útero en la semana 14 o 15. Las proteínas no solo ayudan al crecimiento de tu cabello, sino también al del bebé. Los huevos son una gran fuente de proteínas y, además, biotina, que también estimula el crecimiento del pelo.
Otros alimentos beneficiosos son las espinacas (ricas en folato, hierro y vitaminas A y C, que ayudan a mantener el pelo sano y el cuero cabelludo hidratado), los aguacates y los frutos secos, que ayudan a combatir la caída del cabello. El pescado graso también es una buena fuente de ácidos grasos omega-3, pero se recomienda a las embarazadas consultar primero con su ginecólogo, ya que no conviene consumir algunos tipos de pescados durante el embarazo.
8. Retraso en el corte del cordón umbilical
El momento cuando se corta el cordón umbilical puede influir en el color del recién nacido. Una madre se dio cuenta de que, cuando nació su hijo mayor, cortaron enseguida el cordón y el bebé al principio tenía un aspecto azul y de a poco fue adquiriendo un color rosado. Luego, cuando tuvo a su hija, decidió mantener el cordón intacto hasta que dejara de latir (tardó unos 11 minutos), y el color de la niña fue “muy, muy rosa”.
La ciencia respalda la observación de esta madre al afirmar que retrasar el corte del cordón por 5 minutos ayuda a transmitir más hierro al bebé, lo que puede tener un efecto positivo en su estructura cerebral. Sin embargo, en algunos casos, sí hay que cortarlo cuanto antes, por ejemplo: cuando hay hemorragia o en bebés que necesitan atención médica urgente.
Cuando estabas embarazada, ¿seguiste algún consejo que sabías que tendría un efecto beneficioso en tu bebé? ¿Qué mitos o creencias sobre el embarazo son populares en tu país?