14 Veces que los celos llevaron a consecuencias inesperadas

Hay videojuegos que no solo nos quedan grabados en nuestra mente, sino que con el pasar del tiempo se convierten en clásicos amados por todos los jugadores. Sin embargo, detrás de un gran videojuego, en ocasiones hay una historia inesperada que inspiró su creación. Hoy, en Genial.guru, te traemos 8 ejemplos de esos videojuegos.
God of War no es, exactamente, un juego nuevo. Es una saga que inicio en el año 2005 para la consola de PlayStation 2 y fue un éxito inmediato, ambientado en la antigua Grecia y en toda su extravagante mitología. Como era un juego exclusivo de PlayStation, todos los subsecuentes juegos de la saga fueron lanzados específicamente para esta consola. La saga fue aclamada por los seguidores. Sin embargo, la misma fórmula que había hecho triunfar a los juegos sería la misma que le daría problemas, pues años más tarde y con nuevos lanzamientos de la saga, los jugadores comenzaron a quejarse de que el juego era más de lo mismo, y si bien los juegos eran buenos, tampoco ofrecían nada diferente en comparación a anteriores entregas.
Para entonces, God of War quedaría en el silencio y de él nada más quedarían los recuerdos de las primeras glorias. Pero no fue sino hasta el 2018, que Kratos hizo una nueva aparición. Cory Barlog, el creador de la saga y quien básicamente vivió toda su evolución, quiso traer de vuelta a la pantalla al dios de la guerra, pero esta vez en un nuevo ambiente y con otra visión de mundo. Para empezar, God of War ya no se llevaría a cabo en la antigua Grecia, sino esta vez en el mitológico mundo de Midgard, propio de la mitología escandinava o nórdica. Esta nueva entrega traería a la vida una faceta de Kratos nunca antes vista, una versión más humana y compasiva, quien ahora era padre y debía cuidar de su hijo en tierras ajenas.
Sin embargo, las razones de este relanzamiento iban más allá que simplemente hacer dinero. Era casi un reto personal para Cory Barlog, pues el juego también tiene inspiración en las vivencias y obstáculos que él tuvo como padre. En el juego, Kratos cuida y acompaña a su hijo Atreus, quien busca el punto más alto de Midgard para poder esparcir las cenizas de su madre. Esta relación funciona casi como un paralelismo entre Cory y su hijo, en su proceso de aprendizaje como padre, una experiencia que le enseñó a ser más paciente y podemos ver reflejada en el personaje de Kratos durante del desarrollo de la historia.
Para quienes son fanáticos de la saga, no hace falta decir que God of War 2018 fue un éxito rotundo desde su lanzamiento. Sin embargo, lo que muchos no saben es que este éxito superó incluso lo logrado con las primeras entregas de la saga, demostrando que los gamers también aprecian una buena historia de reivindicación y crecimiento personal.
No importa de dónde vengas, cuál sea tu género de videojuegos favoritos o si tienes 4 o 40 años, todo gamer ha escuchado el nombre de Pokémon. No solo es una de las sagas más exitosas de la historia, sino que es también una de las más queridas por públicos de todas las edades. Desde su lanzamiento en 1996 en la consola Game boy de Nintendo y con lanzamientos anuales de nuevas entregas en muchos formatos, Pokémon se ha posicionado como un líder indiscutible con sus adorables criaturas y la necesidad de coleccionarlas a todas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué fue lo que inspiró a su creador?
Satoshi Tajiri es la mente maestra detrás de este gigante de los videojuegos. Nació en Tokio en el año 1965, en una zona de la capital que para la época aún estaba rodeada de zonas verdes, lo que la hacía el escenario ideal para el pasatiempo que terminaría inspirando su más grande creación. Satoshi era amante de los insectos desde muy niño y acostumbraba a coleccionarlos. Su obsesión con estas criaturas era tan grande que deseaba ser entomólogo cuando creciera, por lo que sus compañeros lo apodaron “Mr. Bug”. Sin embargo, con el tiempo fue adquiriendo otros hobbies y a su amor por los insectos se sumaría el amor por los videojuegos, empezando con juegos tipo Arcade como Space Invaders. A los años, el deseo de ser entomólogo se transformó en un deseo por crear videojuegos y fundó una pequeña revista llamada Gamefreak, la cual posteriormente pasaría a ser la desarrolladora de videojuegos que le daría vida a Pokémon. Sin embargo, no fue hasta 1990 que a Tajiri le llegaría la idea por primera vez a su mente, al ver dos Game boys conectados por un cable, e inspirado también por los recuerdos de su infancia recolectando insectos, pensó en qué pasaría si los chicos pudieran no solo coleccionar criaturas, sino también ponerlas a luchas entre ellas. Y bueno, lo que pasó después de eso, ya todos los sabemos.
Otra saga que no conoce de edades es The Legend of Zelda, esa misma que al principio confunde a todos, puesto que su protagonista no se llamaba Zelda, sino Link, pero que de igual manera encantó nuestras infancias con sus icónicos gritos y giros. Zelda tal vez no tiene la popularidad que ha tenido Pokémon; sin embargo, sí puede considerarse como una de las sagas más influyentes en el mundo de los videojuegos.
Desde sus inicios, The Legend of Zelda innovó de maneras que no muchos esperaban, pero que todos los gamers agradecieron. Para empezar, fue uno de los primeros juegos que permitían guardar tu progreso, algo nunca antes visto en ninguna otra consola. Y aunque el juego no fue un éxito desde un principio, eso no le impidió a Shigeru Miyamoto seguir pensando en nuevas ideas.
Shigeru Miyamoto, también conocido como el Walt Disney de los videojuegos, es un desarrollador de videojuegos responsable de entregas como Super Mario Bros, Star Fox y, por supuesto, The Legend of Zelda. Nació en el año 1952 en Sonobe, una ciudad japonesa en la zona noroeste de Kyoto que estaba rodeada, de manera natural, por bosques y montañas. De niño disfrutaba mucho salir a explorar las áreas verdes de su ciudad y en una de tantas ocasiones se encontró con una cueva que captó su atención. Al inicio, no se atrevió a entrar a ella, pero después de un tiempo y armado con una linterna, se decidió a explorar la cueva por su cuenta.
Justo esta experiencia en su niñez fue la que serviría como inspiración para darle vida a The Legend of Zelda. Miyamoto quiso replicar el sentimiento de emoción y descubrimiento que sentía al explorar y poder aplicarlo en un videojuego donde un joven chico rescatara a una princesa de las manos de un malvado villano. Hoy, esta fórmula se ha repetido en diversos formatos, en muchas consolas y ha llegado a convertirse en una de las sagas más amadas de todos los tiempos.
La inspiración no siempre tiene que ser debido a algo profundo o recuerdos de la infancia. En ocasiones, es simplemente el producto de un momento entre amigos y una comida compartida. O al menos así sucedió con Pacman, un juego que más que un clásico se convirtió en un fenómeno que no conoce de generaciones y ha trascendido en el tiempo como una de las mascotas más icónicas de los videojuegos.
La premisa de Pacman es realmente sencilla, es solo un círculo amarillo con boca que anda comiendo puntos blancos, algunas frutas y uno que otro fantasma. Su creador, Tohru Iwatani, tuvo la idea de crear a este personaje en medio de una salida con un grupo de amigos. En esta salida, él hablaría de cuánto le encantaría crear un juego que sacudiera al mercado y pasó gran parte de la velada sumido en sus pensamientos. No fue hasta que uno de sus amigos tomó un trozo de pizza que Iwatani tuvo la idea de crear a Pacman, basándose en la imagen de la pizza con un trozo menos, que le daba la apariencia de una boca abierta. Aunque esta no fue la única inspiración que inspiró al personaje, sino que otros videojuegos, como Popeye y también un manga japonés, tuvieron su influencia en el producto final. Por ejemplo, la habilidad de Pacman de ir comiendo para hacerse más fuerte fue una idea tomada del videojuego de Popeye, donde se veía al marinero comerse una lata de espinaca para poder vencer a Brutus. Mientras que los fantasmas contra los que Pacman luchaba fueron inspirados por un manga llamado Little Ghost Q-Taro y también por la imagen tierna de Gasparín el fantasma amigable.
Journey tal vez no sea tan conocido como otros juegos de esta lista, pero no deja de ser un juego icónico por todo lo que representa. Y esto es debido a que no es como la mayor parte de los videojuegos. Para aquellos que no suelen jugar, un videojuego puede verse como repetitivo e incluso violento, pero Journey es un ejemplo perfecto para demostrar que no todos los juegos son iguales, y que incluso pueden ser usados como un rato de relajación. Es de esos juegos de los que inicialmente no sabes qué pensar, pero que cuando le das una oportunidad te atrapan y no te sueltan hasta que los terminas, sin darte cuenta.
Su creador es Jenova Chen y nació en Shangai. A lo largo de los años ha tenido una amplia experiencia en la industria de los videojuegos, trabajando como diseñador de juegos para varias empresas, hasta fundar una propia en el 2006 llamada Thatgamecompany. Chen quería demostrar que los videojuegos también pueden ser arte y encontró en juegos como Journey y Flower (otro de sus juegos) un propósito para no solo llevarle la contraria a todas aquellas personas que pensaban que los videojuegos debían ser violentos para ser exitosos. En 2009, Chen se mudó a los Estados Unidos para continuar con sus estudios y fue allí mismo donde encontró varias de sus inspiraciones para Journey. En ese entonces, juegos como FarmVille estaban tomando fuerza en redes sociales como Facebook, y el CEO de la empresa Zynga mencionaba que ese era el futuro del gaming, los juegos “sociales”, e instaba a otras personas a abandonar sus pasiones y unirse a la compañía. Ese tipo de declaraciones molestaron a muchas personas, entre ellas Chen, quien se dio a la tarea de crear un verdadero juego social, donde las personas conectaran por medio del juego sin la necesidad de ingresar a una red social o pagar para poder avanzar o tener mayores beneficios. En otras palabras, Journey nació como respuesta a la codicia de las empresas que veían en los videojuegos solo un medio para crear dinero, y no una pasión.
Journey, además de su hermosa estética, tiene la particularidad de que en cualquier momento del juego puedes encontrarte a otro jugador, de manera anónima. Y aunque el juego no tiene diálogos, ni chat para comunicarse con otros jugadores, de alguna manera se las ingenia para que ambas personas, con tan solo dos botones para controlar a sus personajes, puedan apoyarse los unos a los otros y avanzar juntos en el juego. Esto crea una conexión entre las personas, quienes pueden separarse después, pero el impacto de esa interacción se sigue sintiendo mientras perdure el juego.
The Sims es sinónimo de crear la vida que todos siempre quisimos. Tener una casa enorme de 2 pisos, el trabajo de nuestros sueños, con la familia que siempre deseamos. Pero también es sinónimo de caos y mucha diversión, justamente por eso mismo, porque nos permite hacer cosas que en la vida real no podríamos, como hablar con la muerte o mandar a nuestras mascotas a trabajar. No obstante, jamás imaginaríamos que una desgracia personal fue lo que inspiró esta saga tan amada.
Will Wright, su creador, fue una de las víctimas en la catástrofe de Oakland-Berkeley, donde una tormenta de fuego destruyó gran parte del área urbana de la zona, así como también áreas rurales. Las tormentas de fuego se caracterizan por tener tal intensidad que crean su propio sistema de vientos, lo que hace más fácil su propagación. Y en el caso de la tormenta de Oakland, es considerada una de las más destructivas de la historia.
Como mencionamos, Wright fue uno de los afectados por esta tragedia. Afortunadamente, ni él ni su familia o sus vecinos resultaron lastimados por los eventos. Sin embargo, lo mismo no se puede decir de su hogar, el cual se quemó junto a la mayor parte de sus pertenencias. Este suceso haría que Wright se cuestionara el valor que se le da a las posesiones materiales, y junto a su pasión por la arquitectura, inspirarían la creación de The Sims, un juego tipo simulador donde puedes construir tu vida perfecta, recrear situaciones cotidianas y armar una vida desde 0. Lo curioso de todo es que el mismo Wright menciona que sus pérdidas en la tragedia no le afectaron tanto como se esperaría, pues al pensar en las necesidades básicas se dio cuenta de que no extrañaba muchas de sus posesiones. La catástrofe, de alguna manera, le hizo repensar su vida y analizar lo que realmente quería. Esto, se convertiría en la mayor inspiración para la exitosa saga.
La inspiración puede tener muchas formas. En el caso de esta próxima entrada, la inspiración toma la forma de admiración por juegos del pasado. Stardew Valley es tal vez uno de los simuladores de granja más famosos de los últimos tiempos, y es inspirado en su totalidad por clásicos como Harvest Moon. Su creador, Eric Barone, también conocido como ConcernedApe, quiso traer de vuelta la gloria de los primeros juegos de Harverst Moon.
Sin embargo, Stardew Valley no es un clásico ejemplo de cómo un videojuego del pasado puede inspirar a otros. Para empezar, Eric creo el juego, de pies a cabeza, por su propia cuenta, sin ayuda de nadie. Desde el diseño de personajes, la historia, hasta la música y los códigos, todo fue creación de una sola persona. Esta hazaña le tomó 7 años de su vida para poder completarla, pero podemos decir sin duda alguna que todo el tiempo invertido valió la pena, pues hoy Stardew Valley es un juego ícono en la industria y que ha inspirado a muchos otros simuladores de granjas a la fecha. Su existencia es casi un milagro, pues para la magnitud del juego y el presupuesto que tenía ConcernedApe, era casi imposible lograr un juego como los es Stardew Valley, pero con determinación y trabajando 12 horas diarias, se logró lo impensable.
Ahora bien, sí es cierto que Stardew toma mucha inspiración de Harvest Moon. La historia es casi que la misma, solo que con un escenario más moderno, pues nos cuenta la historia de un personaje (que puede ser femenino o masculino), que harto de su trabajo y la vida en la ciudad, decide tomar la granja que su abuelo le heredó y empezar una nueva vida desde cero en el campo. Hasta acá, pareciera que es un calco total de Harvest Moon, pero Barone no se conformó con eso, sino que expandió el juego y lo mejoró agregando otros sistemas como combate, misiones y exploración. De igual manera, tampoco tiene miedo de tocar temáticas sociales y de salud mental a medida que avanza la historia. En general, Stardew Valley toma un acercamiento mucho más maduro con el que muchas personas pueden sentirse identificadas, que sin duda suma al inmenso cariño que los jugadores le tienen.
Juegos como The Last of Us son la prueba viviente de que los videojuegos son mucho más que violencia o disparos, también son historias que tocan el corazón de las personas, con personajes entrañables que todos llegamos a querer y a preocuparnos por su bienestar. Después de todo, el éxito que ha tenido la serie de HBO no es casualidad, sino que es solo un reflejo del triunfo que tuvo el juego cuando fue lanzado en el año 2013.
Sin embargo, antes de convertirse en el fenómeno mundial que es hoy, The Last of Us se fue gestando mientras Neil Druckmann (el creador principal) conversaba con su colega Bruce Straley sobre otros de sus juegos Uncharted 2: Among Thieves. Inicialmente, la idea que dio vida a The Last of Us formó parte de una sesión de ideas para la saga de Uncharted, donde se tendría al protagonista, Nathan Drake, protegiendo a una chica muda. Neil y sus colegas se cuestionaban cómo podían hacer para crear una conexión entre la chica y el personaje principal, a través de la historia y la jugabilidad. Cómo la relación entre los personajes avanza, la chica se emociona por lo que sucede alrededor y quiere mostrarle cosas al protagonista.
Esta historia nunca formó parte de Uncharted, sino que evolucionó y se convirtió en el videojuego y serie que tantos aman, explorando la idea del lazo que dos desconocidos podrían formar, una relación casi de padre e hija donde el padre haría lo posible para protegerla, incluso si eso implica quitarle a la humanidad su única salvación.
Por supuesto, la inspiración de The Last of Us va mucho más allá de una sesión de ideas. Películas clásicas como Children of Men fueron influyentes para el tono postapocalíptico del videojuego. No obstante, la inspiración también sale de la naturaleza, pues la historia le da un giro a la clásica historia de zombis. En este mundo, no hay un virus creado por el ser humano que transforma a las personas en monstruos, sino que todo se debe a un hongo: el cordyceps, un hongo parasitario que invade el cuerpo de algunos insectos y controla su mente para ayudar en su reproducción, solo que en esta ocasión el hongo evolucionó lo suficiente para poder influir en la mente de los humanos.
Como vemos, muchas veces las mejores ideas vienen de donde menos lo esperamos. En ocasiones son producto de nuestra infancia, en otras de alguna desgracia que tuvimos, y algunas tan solo son producto de la casualidad y las circunstancias. Lo que sí es cierto, es que las buenas historias y los grandes juegos pueden venir de cualquier parte y por más que las amemos, mucho nos costaría adivinar el evento que desencadenó su creación.
¿Y tú qué piensas? ¿Conoces alguna otra anécdota sobre la creación de un videojuego? Déjanosla en comentarios para conocer más sobre nuestros videojuegos favoritos.