9 Consejos de psicólogos a los que damos “Me gusta” y compartimos por Internet, pero en vano

La psicología moderna se ha instalado tanto en nuestra vida que sus recomendaciones, hoy día, son conocidas por todos: la felicidad comienza fuera de la zona de confort, se debe cambiar de trabajo cada 3-5 años, siempre tienes que esforzarte al 200 %... ¿Pero qué hay de cierto en todo esto?

Genial.guru decidió repensar los consejos bien conocidos para averiguar si de verdad son tan útiles como se nos venden.

Siempre da el 100 % de ti mismo

Al parecer, este es un consejo muy útil que sirve como receta para lograr una carrera exitosa o una vida personal en plenitud. Sin embargo, la realidad revela que este es un camino directo a un perfeccionismo patológico y genera agotamiento. Físicamente, somos incapaces de dar siempre lo máximo de nosotros mismos y el perfeccionismo en sí es peligroso porque desarrolla una mayor ansiedad e incrementa el riesgo de padecer poco a poco una enfermedad mental.

• Necesitas descansar, a veces ser perezoso e incluso cometer errores: todo esto nos permite mantenernos en forma y deshacernos del estrés.

Debes cambiar de trabajo cada 3-5 años

Existen muchos artículos psicológicos que aportan una cantidad infinita de argumentos a favor de cambiar de trabajo cada 5 años. También, los encontramos que hablan de cada año, 3 o 4, pero en cualquier caso, los cambios en la carrera profesional son simplemente necesarios, afirman los psicólogos. ¿Pero es necesario para todos? Al fin y al cabo, antes, una persona, por regla general, trabajaba en una empresa durante 10-20 años. Los estudios en diferentes países sugieren que la frecuencia de los cambios de trabajo está relacionada en gran medida con la edad y que las personas mayores de 35 años ya son menos propensas a cambiar de profesión.

• Estos cambios se asocian, en la mayoría de los casos, con la búsqueda de uno mismo, pero en la actualidad, un gran número de empresas ofrece una oportunidad de crecimiento profesional dentro de su propia organización. Y muchas profesiones modernas aportan cierta flexibilidad, de modo que el crecimiento profesional es posible dentro del mismo centro de trabajo.

Siempre sé tú mismo

Este consejo es perjudicial por dos motivos. En primer lugar, resulta muy abstracto: ¿quién entiende realmente qué es “ser uno mismo”? Para cumplir con este concepto, uno necesita comprenderse a sí mismo y conocer todas las facetas de su personalidad.

• Y en segundo lugar, este consejo parece dar luz verde a negar todas las deficiencias y no trabajar en mejorarlas, olvidándose así el desarrollo personal. Pero después de todo, una persona tiende a ser la mejor versión de sí misma y ​​esto debe ser la pauta normal de las cosas.

Siempre di lo que piensas

La vida de una persona adulta está llena de condicionantes y al principio parece que decir siempre lo que tienes en mente puede ser una gran idea. Pero en una sociedad no se puede vivir sin ser políticamente correcto. Podemos estar equivocados, a veces, cambiar de opinión o decir algo por el efecto de nuestras emociones, o bien por error cuando no tenemos una imagen completa de una situación, y como resultado, con todo eso acabar hiriendo a un ser querido.

• También existe una mentira piadosa por el bien de la situación. Y aunque desde un punto de vista moral no puede considerarse justificada, en ocasiones, todos los medios son buenos para proteger a un ser querido.

Cambia tu actitud

“Si no puedes influir en la situación, cambia tu actitud hacia ella”. Por supuesto, existen situaciones en las que realmente no podemos hacer nada, y en estos casos, lo mejor es cambiar nuestra percepción sobre ellas.

• Pero debido a la costumbre de “cambiar la actitud”, puedes omitir situaciones en las que existe una oportunidad real de hacer algo por cambiarlo. Por eso, antes de cambiar de actitud, vale la pena verlo de una manera abierta y probar diferentes opciones.

Distráete o piensa en otra cosa cuando una situación te resulta desagradable

Este consejo es especialmente común en el mundo de la psicología infantil: si el niño está enfadado o molesto por algo, lo mejor es distraerlo. Y después de estos niños crecen adultos que no saben hacer frente a las emociones negativas.

• Como resultado, la ira, el miedo o la agresividad reprimidos salen al exterior: comiendo en exceso, rabietas repentinas o compras impulsivas. Las emociones negativas no son menos importantes para una persona que las positivas, por lo que se debe aprender a encontrar su causa y trabajar con ella para aprender a tolerar la frustración.

No debes sentir pena de ti mismo

La paradoja de sentir pena por uno mismo consiste en el hecho de que aquellos a quienes generalmente culpamos por su abundancia, en realidad, no saben sentir pena por ellos mismos. Una persona sana mentalmente es piadosa consigo misma, lo que se manifiesta en descanso, autocuidado y no se exige más de lo adecuado. Una persona que no puede sentir lástima por sí misma, trata de sacar provecho de esta generando compasión en los demás con un sinfín de historias sobre sus problemas.

• No vale la pena rechazar la autocompasión, puedes orientarla en la dirección correcta y utilizarla por tu propio bienestar.

Debes pensar solo en lo bueno

No debes pensar en lo malo y así no lo atraerás; debes pensar solo en lo bueno y olvidar todo lo negativo. Al parecer, ¿dónde está la trampa ? Al fin y al cabo, así, el estado de ánimo mejora y la vida se hace más agradable. Una actitud positiva devalúa nuestra experiencia de vida e impide beneficiarse de esta.

• Si en la vida te encuentras constantemente con situaciones desagradables similares, en primer lugar, vale la pena considerar por qué sucede esto y no solo pensar en cómo solucionarlo rápidamente aquí y ahora. Si sucede algo desagradable, debes aceptarlo y trabajar para asegurarte de que más adelante lo mismo no vuelva a ocurrir.

No te enojes: aún tienes muchas oportunidades por delante

“Los novios son como los trenes: se fue uno, otro vendrá”, suelen decir las amigas a una chica que ha acabado una relación. Aquí se incluyen también creencias del tipo “Habrá mil más así”, “Pero estas competiciones no eran importantes”, “Hay muchas empresas mejores que esta” y similares. De esta manera, minimizamos la magnitud de nuestras pérdidas y en la mayoría de los casos eso nos ayuda a pasar página.

• Pero practicar constantemente este enfoque significa devaluar también tus logros: un trabajo exitoso, una relación armoniosa, una buena calificación. El miedo a una pérdida aumenta el valor de aquello que tenemos y nos ayuda a estructurar mejor nuestras vidas.

La psicología puede ser de gran ayuda, pero vale la pena atender a sus consejos sabiamente, confiando en nuestro sentido común. Y tú, ¿qué consejos psicológicos consideras perjudiciales? Comparte tus reflexiones en los comentarios