Los pondré en práctica ;)
9 Consejos parentales para evitar que tu hijo sea caprichoso
Los niños se portan mal por diversas razones, pero la más común es que simplemente se aburren. Se dan cuenta de que su mal comportamiento funciona, especialmente si se salen con la suya y obtienen lo que quieren al hacerlo. A veces, el deseo de poder es también la razón de su picardía, ya que esta es una forma en que un niño intenta ejercer el control. Por lo tanto, es importante saber cómo combatir estas acciones y cómo manejarlas de una buena manera.
A Genial.guru le encantaría ayudarte para que tu vida como padre o madre sea más fácil, por lo que nos gustaría presentarte 9 consejos para prevenir estas molestas rabietas.
1. Muéstrales un enfoque más tranquilo de las situaciones
A los niños a menudo les gusta copiar a sus padres, por lo que debemos modelar su comportamiento y sus acciones enseñándoles a estar tranquilos. Si hacen un berrinche y empiezas a gritarles, eso es lo que se volverá normal para ellos. Así que, en su lugar, muéstrales una manera diferente de lidiar con sus emociones.
2. Ofrece opciones para que puedan decidir lo que quieren hacer
Según la profesora Angie T. Cranor, darles a tus hijos una opción ayudará a satisfacer su necesidad de sentir que controlan la situación. Entonces, si tienen que recoger sus juguetes y luego cepillarse los dientes, pregúntales cuál de las dos cosas quieren hacer primero.
3. Lleva bocadillos contigo
El mal comportamiento o la mala actitud del menor a menudo se deben al hambre, por lo que si tu hijo y tú están afuera, llevar bocadillos puede evitar una posible rabieta y mantener a tu hijo de buen humor.
4. Hazlo tomar conciencia de los posibles malos resultados
“Porque lo digo yo” no es un buen argumento para contestarle al niño cuando te pregunta por qué no debería hacer algo. Siempre trata de comunicarte con él y explícale lo que podría pasar si se está portando mal y por qué no debería hacer ciertas cosas. Haz que tome conciencia de las consecuencias naturales que pueden tener sus acciones, para que pueda aprender y tomar mejores decisiones por sí mismo en el futuro.
5. Crea una rutina en casa y recompénsalo por seguirla
Ayuda a tus hijos a desarrollar una buena rutina, como por ejemplo, no ver televisión después de cierta hora, ayudar con el lavado de los platos, cepillarse los dientes y acostarse a una hora adecuada. Y si quieres ser creativo, puedes elaborar un tablero mensual y estipular que, si siguen su rutina durante todo el mes (o de 1 a 2 semanas), podrían obtener algún tipo de recompensa de su agrado y elección.
6. Establece algunas consecuencias lógicas por romper las reglas
Las consecuencias lógicas están ligadas con una mala conducta específica. Por ejemplo, si tu hijo no quiere comer sus verduras, no le permitas comer postre. O si no quiere recoger sus juguetes, no lo dejes jugar con ellos por el resto del día. Esto es bueno para los niños que están luchando contra conductas específicas. Sin embargo, evita establecer consecuencias que no sean lógicas; por ejemplo, si no quiere comer su comida, no lo obligues a limpiar el garaje.
7. Encauza la atención del niño
Según la Academia Estadounidense de Pediatría, a veces los niños pueden portarse mal porque están aburridos o no tienen nada mejor que hacer. Por lo tanto, encontrarles alguna actividad, específicamente algo que los mantenga ocupados y entretenidos, podría redirigir su atención hacia algo bueno en lugar de algo malo.
8. Trata de pedirles opiniones y soluciones a los problemas cotidianos
Pregúntales si hay algún problema o si algo les molesta; si algo está mal y te dicen qué es, siéntate con ellos y discútelo. Trata de pedir sus opiniones sobre lo que ellos creen que deberían hacer para solucionar el problema. Si no tienen una respuesta, ayúdalos un poco, pero recuerda, es importante hacerles sentir que están resolviendo su problema y felicitarlos y animarlos por ello.
9. Reconoce las emociones que sienten y trata de ayudarlos
En lugar de actuar como si fueran malos o traviesos, puedes demostrarles que los entiendes y que sabes cómo se sienten. Dado que las emociones juegan un papel importante en el comportamiento de un niño, siempre es bueno reconocerlas. Por ejemplo, un simple “sé que estás decepcionado de que hoy no podamos ir a la playa, pero el clima no es bueno; hagamos algo más juntos para compensarlo” podría ser de gran ayuda para tu niño.
¿Cómo manejas la situación cuando tus hijos se están portando mal? ¡Comparte cualquier consejo adicional con otros padres en los comentarios!