9 Secretos de joyería que los vendedores callan como si fuesen mudos

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hace 2 años

Cuando compramos joyas, rara vez pensamos en que podrían vendernos imitaciones. Al fin y al cabo, se trata de una tienda seria: el vendedor nos dio toda la información y nos mostró los artículos desde su mejor lado. Pero a veces ni siquiera los asesores saben lo que están vendiendo. Las joyas requieren atención por parte del comprador y es importante estar informado y conocer al menos las cosas básicas sobre las piedras y los metales. De lo contrario, existe la posibilidad de pagar una suma considerable por nada.

En Genial.guru descubrimos cómo, sin la ayuda de un experto, saber si te engañan en una joyería.

1. El oro es más denso que la mayoría de los metales. Si el artículo parece demasiado ligero para su tamaño, es probable que sea falso

“Parece un anillo de boda ordinario, pero hay un pequeño detalle. Pesa mucho menos de lo que debería. Mediante un ligero efecto destructivo con una sierra de calar, abrimos el ’rico’ mundo interior de este producto. El interior del anillo es hueco”.

"No es terrible en sí mismo. Pero dado que los anillos de boda se llevan durante mucho tiempo, este es un defecto irreparable muy grave. Estos anillos se deforman muy fácilmente. No pueden agrandarse ni reducirse. Este tipo de productos son muy populares porque son baratos.

2. Si vas a elegir una piedra de un determinado color, se te ofrecerán las opciones más caras

Como en cualquier negocio, los vendedores quieren convencer al comprador de que gaste todo el dinero posible. Por ejemplo, ofrecen las opciones más caras y no mencionan las alternativas económicas. Si quieres comprar una pieza con una piedra azul, lo más probable es que el vendedor te ofrezca opciones con un zafiro tremendamente caro.

El azul era el color elegido por la realeza. Así es como adquirió una especie de estatus de élite y a veces incluso se conoce como el “azul real”. Por eso los productos que lo contienen son más caros. Al dirigirse a la tienda, hay que tener en cuenta que no solo los zafiros son azules, sino también la espinela, la tanzanita y la turmalina, que son mucho más baratas.

3. Si no se revisan las joyas dudosas, pueden producirse descubrimientos lamentables

“Con ayuda de un martillo se puede romper el colgante. Como resultado, se obtienen trozos de arcilla con cristales de imitación pegados. Todo eso estaría bien, pero estos artículos cuestan lo mismo que los reales hechos de oro puro. Solo estás comprando arcilla a precio de oro”.

4. Cuando un vendedor te ofrece mirar un diamante a la luz del sol, no confíes en él

Este es el truco más antiguo. La iluminación de las joyerías y la luz del sol siempre juegan a favor de las joyas. Hacen que cualquier pieza luzca lo mejor posible, por lo que incluso una piedra mala brillará. Para que un diamante brille al sol, basta con limpiarlo. Así que no te fíes de un joyero que te sugiera ir a la ventana o al exterior para ver “cómo se ve realmente la piedra”.

5. A la hora de elegir perlas, hay que prestar atención a que las mismas no sean perfectamente lisas

Las perlas redondas se consideran las más valiosas y no suelen encontrarse en las joyerías. Es muy fácil comprobar si una perla es auténtica o no: basta con frotarla contra otra perla. Las perlas de imitación se deslizan unas sobre otras; las perlas cultivadas son más ásperas debido a las capas de nácar. También puedes prestar atención a los orificios. En las perlas auténticas son muy pequeños, mientras que en las cultivadas son grandes.

La temperatura juega un papel importante a la hora de elegir joyas con perlas. Las perlas auténticas son frías al tacto y se calientan con el calor del cuerpo en un par de segundos. Las de plástico falsas están a temperatura ambiente; no las sentirás frías al tocarlas. Sin embargo, las perlas falsas también están hechas de vidrio, que puede ser frío al tacto. Pero, estas perlas necesitarán más tiempo para absorber el calor del cuerpo.

6. Cuando un vendedor te diga que el ámbar genuino no huele, no le creas

Se puede verificar el ámbar directamente en la tienda con solo olerlo. El ámbar natural tiene un olor peculiar y el auténtico ámbar del Báltico difunde el aroma de la resina de pino tras ser calentado. Las falsificaciones, en cambio, suelen oler a plástico quemado.

El ámbar también se puede analizar en casa. Todo lo que tienes que hacer es añadir 1/4 de taza de sal a 2 tazas de agua caliente y remover la mezcla hasta que la sal se disuelva. A continuación, el ámbar debe colocarse en la solución. Si la joya flota, es la verdadera. Pero también vale la pena considerar otros materiales. Por ejemplo, si los pendientes tienen un cierre metálico, este tirará hacia abajo y el propio ámbar actuará como un flotador, tendiendo hacia arriba.

7. Si el oro auténtico está en contacto directo con tu piel, no cambiará su color

Basta con sostener la joya entre las manos durante un par de minutos. El sudor de tus manos reaccionará con el metal y cambiará el color de la piel, o no lo afectará. Si es falsa, la piel se volverá negra, azul o verde. Es importante no poner la joya en una zona de la piel donde se haya aplicado una base de maquillaje, porque el metal manchará la zona de negro.

8. Pide ver el diamante y luego respira sobre él

Si la piedra permanece empañada durante unos segundos, es una falsificación. Un verdadero diamante no reacciona al aliento cálido porque la condensación no se adhiere a la superficie.

Los diamantes también pueden comprobarse con agua. Basta con sumergir la piedra en ella y ver cómo se comporta. Un diamante tiene una alta densidad, por lo que si se hunde, es una gema auténtica; si flota, es una falsificación.

9. La plata falsa no derrite el hielo, a diferencia de la plata auténtica

Tienes que tomar 2 cubos de hielo. Poner uno de ellos en un recipiente de metal y el otro sobre la pieza de plata. Si el hielo de la joya se derrite más rápido, significa que tienes plata de verdad. Si ambos cubos se derriten al mismo ritmo, tienes una falsificación.

Al igual que el ámbar, la plata se puede comprobar simplemente oliéndola. La plata auténtica no desprende un olor perceptible. Las joyas que huelen a huevo podrido no son de plata. Esta pieza puede ser plateada o estar hecha de cobre o zinc.

¿Tienes algún tipo de esquema para elegir las joyas en las tiendas?

Imagen de portada kssenomorff / Pikabu

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