9 Temas espinosos que los maestros siempre han querido hablar de tú a tú con los padres

Psicología
hace 5 años

Hoy en día, la relación entre padres y maestros ha cambiado mucho. Los primeros, con frecuencia, controlan todo el proceso de aprendizaje y cada vez hacen más reclamos a los profesores. Por supuesto, cada maestro es diferente, pero la mayoría de ellos adora su trabajo. Y cuando, por un lado, existe la presión de los padres requiriendo la atención exclusiva hacia precisamente su hijo, y por otro, las exigencias de la escuela con infinitos informes mensuales, a los profesionales de la enseñanza ya solo les queda una salida: expresarse.

La autora de este artículo de Genial.guru también es maestra de una escuela de primaria, y junto a sus compañeros de trabajo, tienen algo que recomendar a los padres a las puertas de un nuevo curso escolar.

1. Permite que tu hijo comprenda lo que quiere él mismo

Son frecuentes las situaciones cuando los padres, con mano firme, fijan la dirección de los intereses de su hijo. Están dispuestos a verlo como un premio Nobel en Neurobiología, jefe de la Corte Internacional de Justicia de las Naciones Unidas, con una medalla de los Juegos Olímpicos en natación, pero no a una persona amante de las humanidades. Como resultado, bajo esta presión, el pequeño rechaza lo que más le gusta y trata de cumplir con las ambiciones de sus padres.

  • Me gustaría decir: no deben cambiar al niño. Si se siente cómodo dibujando o en otra área “poco prometedora”, según su opinión, denle la oportunidad de demostrar toda su valía. Y no importa que en la familia haya médicos / ingenieros / economistas (elige lo que te corresponda) y él no pueda continuar con la tradición profesional. Ganarse la vida haciendo lo que más te gusta vale mucho.

2. Persiguiendo un resultado, puedes pasar por alto la salud de tu hijo

Los padres, a menudo, no perciben los primeros síntomas de fatiga y agotamiento nervioso de un alumno de escuela: irritabilidad, cambios bruscos de humor, falta de sueño. Pero esto no es alarmante, especialmente, si goza de buenas calificaciones sin cesar.

La irritabilidad o el mal humor en los niños, con frecuencia, pueden percibirse por los adultos como malos modales y falta de respeto hacia los mayores. Sin embargo, los médicos han descubierto desde hace mucho lo siguiente: los niños pueden desarrollar una depresión clínica verdadera.

  • Para evitar esto, presta atención a los cambios en el comportamiento de tu hijo, si no son casos aislados, sino repetidos o prolongados.

3. El maestro no está disponible las 24 horas

Preocupados por los éxitos y fracasos de su hijo, los padres no siempre entienden que el maestro tiene vida personal. La disponibilidad de servicios de mensajería instantánea como Viber, WhatsApp y Telegram crean la ilusión de que el maestro siempre está disponible. Y si no responde a una llamada o un mensaje fuera de su horario laboral, corre el riesgo de ser denominado como persona “desatenta”.

  • Vale la pena no olvidar que el maestro también necesita desconectar del trabajo fuera de la escuela y no tener en la cabeza los problemas de cada niño y explicar por qué en una reunión pedagógica se tomó esta decisión y no otra.

4. Los padres deben ser los primeros interesados en asistir a las reuniones pedagógicas: se hacen para ellos

A menudo sucede que a las reuniones pedagógicas acuden los mismos padres y madres y no todos los que están invitados. Está claro que después de una larga jornada laboral, no es fácil para los adultos encontrar la fuerza suficiente para ir a un sitio y escuchar una charla. Pero sin su participación, es imposible resolver los problemas que aparecen.

  • Un maestro: “Los padres desarrollan una actividad favorita: no asistir a las reuniones y luego preguntarme qué estaba en la agenda y qué éxitos y problemas tienen sus hijos. Siempre les digo lo siguiente: si quieren saber sobre cómo va el ambiente en clase y tener voz en la toma de decisiones, deben acudir y participar en la reunión. En el descanso entre las clases, no siempre tengo tiempo para hablarlo todo con detalle y en profundidad”.

5. Debido a un cuidado en exceso, el niño no aprenderá a ser autosuficiente

Los padres, con frecuencia, sobreprotegen a sus hijos y no los agobian con obligaciones elementales. Como resultado de esto, los alumnos no saben siquiera ser autosuficientes en lo más mínimo. Es más fácil para un adulto pasar un minuto preparando la mochila que inculcar a diario a su hijo una actitud responsable con sus quehaceres diarios.

  • En psicología cognitiva, existe una alineación visual: para que el niño aprenda a controlar sus responsabilidades es imprescindible que tenga un patrón de conducta al que imitar. Por eso, sé un ejemplo a igualar para tu hijo y su responsabilidad se desarrollará paso a paso.

  • Además, es muy importante llamar la atención del niño sobre las consecuencias de sus acciones: preparó su mochila por la noche, por la mañana no tiene que hacerlo todo con prisas; dejó de olvidarse de la caja de lápices, desapareció la necesidad de pedírselos a sus compañeros.

6. La Educación Física es una clase beneficiosa para la salud, no se debe buscar cómo evadirla

La situación con el deporte, en la actualidad, es deprimente. Muchos padres deciden por sí mismos si su hijo acudirá a las clases de Educación Física o no, y para justificar la ausencia a las clases, proporcionan a los niños notas para el maestro o certificados médicos obtenidos sin una razón objetiva. Como resultado de esto, los estudiantes presentan cuadros con déficit de actividad física, cero agilidad, cero resistencia, pero con todos los requisitos previos para desarrollar una escoliosis.

  • Para evitar una desviación de la columna vertebral, no debes privar al niño de una clase que le puede aportar múltiples beneficios. El deporte es necesario. Acostumbra a los niños a hacer ejercicios por la mañana, pon en sus camas colchones moderadamente duros. Si el niño no tiene problemas con los oídos, apúntalo a nadar en una piscina. Asegúrate de que el escritorio en la escuela y en casa tengan la altura correcta.

7. La insolencia no es lo mejor que puedes enseñarle a tu hijo

Algunos padres, por alguna razón, alientan a sus hijos a desafiar a sus docentes. Pero existe una diferencia entre “no avergonzarse frente al maestro” y “ser grosero con el profesor”. Este pequeño acaba no teniendo miedo a decirle a la cara al maestro “¡lárgate!” porque sabe que, como mucho, lo regañarán por eso, mientras que a los ojos de sus compañeros de clase se convertirá en un héroe. Este comportamiento lo practican, con más frecuencia, los estudiantes de último curso: dejan la escuela para siempre y, por lo tanto, creen que pueden permitírselo.

Una maestra de Física: “Después de un examen de control, el estudiante de instituto, enojado conmigo por una baja calificación, me gritó: ’¡Idiota!’. El resto de los estudiantes se rieron con desparpajo. Cuando invité al padre de este chico a hablar sobre esto, él comentó lo ocurrido con mucha precisión: ’No se ofenda, el niño está creciendo’”.

  • El niño todavía es demasiado pequeño para comprender las complejidades de las relaciones conductuales. Cuando le dices “no temas al maestro”, él puede pensar que “no tener miedo” significa “ser grosero”. Explícale estos matices, repasa con él las situaciones. Por cierto, no estará de más mantener un diálogo constructivo con el docente.

8. Es poco probable que los blogueros e influencers muestren a sus jóvenes seguidores un buen ejemplo

Los niños tratan de imitar a aquellos cuya autoridad reconocen, a quienes en sus ojos poseen una libertad abrumadora. En la actualidad, estos son a menudo blogueros adolescentes. De ahí que en el vocabulario de los niños modernos observemos tanta insolencia e incluso palabrotas. Los padres se encogen de hombros y acaban diciendo que no pueden controlar todo lo que su hijo ve en las redes.

  • Es muy necesario mostrar un interés discreto por la vida online de tus hijos. Formula con cuidado algunas preguntas sobre las personas con las que se comunica el niño y las aplicaciones que descarga. Ofrécele escuchar la música de moda juntos. Los padres que están “al tanto” tienen mucha más confianza con sus adolescentes.

9. Permite que tu hijo descanse adecuadamente después de la escuela

Debido a un currículum escolar repleto, una gran cantidad de extraescolares para su máximo desarrollo, y también porque los dispositivos han reemplazado la comunicación en vivo, los niños modernos prácticamente no tienen infancia. No hay tiempo o ganas para correr en el patio y jugar con sus compañeros. Como una opción, esto también ocurre porque los iguales, al mismo tiempo, están ocupados con sus dispositivos electrónicos.

  • Los expertos recomiendan lo siguiente: si el estudiante se cansa demasiado en las clases, tras estas se le debe dar tiempo para un descanso pasivo. Permitirle ver la televisión o simplemente que se tumbe en el sofá durante una hora. Pero si el niño está lleno de energía, entonces necesita de actividad física. Y para que los niños no se cansen de descansar, se les tiene que cambiar la naturaleza de la actividad: de juegos tranquilos a unos activos y viceversa.

Realmente, si un maestro dijera todo esto directamente a los padres, sería difícil evitar que se produzca una situación desagradable. Pero, ¿tal vez estés de acuerdo con alguna de las opiniones mencionadas anteriormente?

Ilustrado por Yekaterina Ragozina para Genial.guru

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